- short Story Mikey x Sanzu
- Omegaverse
- Not Love only Hurt
- BL (Boys Love)
- Oc Kids
Sanzu creía que jamás se le volvería a desdichar de ninguna manera aparente, poco sabia que una noche lo condenaría para siempre y lo empujaria a tomar una deci...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El calor que hace en el auto no es nada comparado al que parecía haber sentido mientras los nervios lo carcomían durante su chequeo médico, no había estado sobrellevando bien lo de estar limpio, mucho menos tomando el hecho de que estaba esperando una cría, el dolor en su cabeza no paraba mientras tomaban rumbo al aeropuerto más cercano, dos ejecutivos les seguían el paso por detrás, Shion y Takeomi, mientras los Haitani iban en el mismo auto que él. ───Estás demente ───había murmurado Rindou mientras lo miraba con el ceño fruncido, el resoplo sin importarle las palabras del pobre idiota que no tenía ni idea de lo difícil que había sido para el aceptar la situación, aunque claro, estaba haciendo todo por amor, si así se le podía llamar a ese sentimiento de deber que no se alejaba de él.
Así que ahí estaba con el sobre color pergamino sobre sus piernas mientras esperaba a llegar, el tic nervioso sobre su rodilla no paraba y parecía estar irritando al menor de los hermanos porque ya había detenido su pierna más de una vez, justo cuando pensó que el viaje se podría hacer más largo, al fin llegaron, con la mirada sobre la enorme instalación, ni siquiera le dejaron tomar sus maletas cuando bajo del auto, siendo Takeomi quien intento lo más mínimo en ser un buen hermano, ya frente a la instalación Kokonoi les esperaba, con la ropa cara y los lentes de sol que cubrían sus ojos para nada extraños, el cabello albino simplemente derramándose por sus hombros mientras con un suspiro extendía su mano para recibir lo que se supone que Mikey había requerido como confirmación.
Sanzu entrego los papeles con manos temblorosas mientras Kokonoi subía sus gafas con una expresión que parecía indiferente. ───Me compadezco de ti, pobre idiota ───murmuro cerca de él, no sin antes entregarles sus nuevos pasaportes y algunos papeles necesarios para poder quedarse en la casa de seguridad a la que le estaban enviando. Los Haitani, su hermano y Shion habían sido reclutados a la fuerza hasta el lugar sin el más mínimo ápice de voluntad propia, únicamente porque eran los que podían hacerse cargo de Sanzu y del negocio exterior hasta que las crías nacieran y todo fuera un desastre. El cuerpo le tembló cuando de la nada vio a Mikey desde la ventanilla de un auto a unos metros de ellos, escondido tras los vidrios paralizados, solo siendo una parte de su rostro lo que quedo a la vista, no iba a despedirse, no le diría nada, no le agradecería por ser el pobre estúpido que aceptaba ser la incubadora de sus bebes.
Tuvo que apretar los labios caminando dentro del aeropuerto, dejando atrás a Hajime y sus juzgadores ojos de gato mientras avanzaba por las baldosas blancas del suelo hacia el túnel que iba al avión privado de la organización, un silencio sepulcral inundaba el lugar, haciendo la caminata más incómoda de lo que era ya en sí. Toda su seguridad de años se vio afectada cuando cruzo la entrada de ese avión, estaba arrepentido, rechazando las horas despierto, los malestares y el terror que le daba lo que estaba sucediendo, era simplemente abrumador de una forma inhumana.
Si lo hubiera pensado mejor quizás no estaría muriendo de los nervios, pero eso era así, y era tan catastrófico para su mente que el pecho se le encogía en su lugar al recordar lo que estaba por hacer.