17. 𝐿𝑎 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑎 𝑣𝑎𝑚𝑝𝑖𝑟𝑜

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ᴀɴɴᴏʀᴍᴀʟ
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Narra Jacob:

Iba caminando hacia el lugar en el que nos citó Sam, supuestamente había nuevos rastros de vampiros en la zona.

Identificaron un olor en específico, al parecer, el mismo chupasangre había recorrido el límite demasiadas veces, pero siempre que intentábamos cazarlo, desaparecía en el agua.

Al llegar al límite que teníamos con los Cullen, me encontré con que Sam y el resto de la manada ya se encontraban ahí, solo faltabamos Embry y yo, él llegó justo después de mí. Del otro lado pude ver a la familia de vampiros, pero pude oler y ver a alguien más. Bella.

¿Qué hacía aquí? Creí que no debía saber que había vampiros rondando cerca y podrían matarla en cualquier momento. Aunque no habría mucha diferencia, ya que igual convive con los Cullen.

Me sorprende que aún no hayan querido beber su sangre y matarla.

—Gracias por venir, de nuevo. —Habló Carlisle con voz pasiva, igual que siempre que nos reuníamos.

—Esta vez, creo que sería mejor si fueran humanos. —Escuché la irritante voz de Edward y gruñí.

Sam me gruñó en forma de regaño, no tuve más opción que inclinar un poco la cabeza y resoplar.

Tiene razón, no podemos estar hablando por telepatía. Además no me gusta mucho la idea de que pueda escuchar todos nuestros pensamientos y hablar por nosotros. —Habló Sam en nuestras cabezas, todos asentimos. Escuché la leve risa burlona de Edward.

Fuimos detrás de los árboles y en poco tiempo salimos todos en forma humana, vestidos con nuestros típicos pantalones cortos de mezclilla.

Leah era la única que llevaba una blusa, claro. Ahora era parte de la manada tras la muerte de Harry, al igual que Seth.

—¿De qué querían hablar esta vez? —Habló de nuevo Sam, la familia de vampiros se miró entre sí.

—Hemos detectado el aroma más cerca que la vez pasada. Tememos que logre herir o matar a algún habitante del pueblo. Lo extraño es que nunca podemos acercarnos a ella. —Habló Jasper, el vampiro sufrido.

—¿Ella? —Pregunté al escuchar que se refería al dueño del aroma como "ella".

—Si, logramos reconocer el olor, aunque no hemos interactuado con ella antes. Viene con otros dos vampiros, pero el olor de la chica es el más recurrente. Parece que sólo están de paso. —Dijo esta vez Rosalie, tan seria y amargada como siempre.

—Pero no sabemos a qué viene o porqué siempre regresa. —Bella Habló por primera vez desde que llegamos nosotros.

La miré un par de segundos, preguntándome si sabría el peligro en el que se encuentra estando con los Cullen, con Edward.

Su mirada se conectó con la mía y sonrió, yo intenté lo mismo, pero me fue más difícil de lo que creí.

Después de haberme ido esa vez que eligió al chupasangre, algo cambió entre nosotros. Ya no podía mirarla de la misma forma sin sentirme incómodo o molesto, supongo que también se debe a mi imprimación.

Paul me dio un leve codazo al ver que estaba perdido en mis pensamientos. Volví mi atención a la conversación, esta vez sin mirar a Bella.

—Nosotros hemos estado siguiendo el aroma, pero siempre desaparece en el acantilado. Es rápida. —Seth intervino, y era cierto. A pesar de que nosotros fuéramos ágiles y rápidos, la chupasangre siempre escapaba y salíamos con las manos vacías.

—Si, tal parece que ella y uno de sus acompañantes juegan a esconderse. —Esme fue quien habló esta vez.

—Tal vez podríamos juntarnos para hacer guardia al rededor de la Reserva y el pueblo, sin que se rompa el tratado. —Seth propuso la idea encogiendo los hombros.

Sam automáticamente lo miró serio y los demás lo fulinamos con la mirada. Era una idea absurda, trabajar con los chupasangres nunca había estado en nuestros planes. Y ni hablar de la peste que desprendían.

—Ustedes tampoco huelen para bien, Jacob. —De nuevo, la irritante voz de Edward, lo miré mal por leerme la mente.

Sonrió arrogante y yo puse los ojos en blanco. Bella pareció querer relajar a Edward, tocando su brazo con la palma de la mano.

Después de muchas discusiones y malas caras por ambos lados, decidimos que no trabajaríamos juntos, aún. Mientras tanto, seguiríamos vigilando cada quien su lado, pero con más atención y frecuencia.

Nosotros, la manada, extenderemos nuestros horarios de guardia. Ahora habría vigilancia día y noche, turnando el lugar cada cierto tiempo, claro.

Regresando a la Reserva, pedí permiso a Sam de ir a casa de Mallory para ver si todo estaba en orden en esa parte de la Reserva. Claro que fue una excusa para verla especialmente a ella, Sam seguro lo supo pero no dijo nada.

Caminé hasta casa de mi impronta, no quedaba muy lejos, así que llegué rápido.

Una vez que estuve frente a la puerta, pude percibir mucho mejor su delicioso aroma. Pero estaba mezclado con el de alguien más. Era un olor masculino.

Fruncí el ceño y toqué la puerta tres veces, tratando de no sonar muy insistente.

—¡Voy! —Era su voz, pero parecía un tanto nerviosa.

Pasaron unos segundos y la puerta se abrió, ella apareció del otro lado con una sonrisa.

—Oh. Hola Jacob. —Habló nerviosa, limpiándose las manos en el delantal que traía puesto.

—Hola, espero no interrumpir nada. —Mi tono no sonó tan tranquilo como esperaba, sino que fue un poco seco.

—No, no, para nada. Estaba... eh...pasa. —Se hizo a un lado y yo pasé al lado de ella luego de darle un abrazo como saludo. Definitivamente su olor se mezclaba con otro y no era el de su padre.

—¿Qué es todo esto? —Pregunté, mirando el desastre que había en la cocina. Moldes, servilletas, harina, aceite y más cosas por todos lados.

Quise reírme la notar la mancha de harina que había en su mejilla derecha. Ella notó mi mirada y se limpió con la manga de su suéter, avergonzada.

—Yo... mañana es el cumpleaños de mi padre, quería prepararle algo pero... —Miró a su alrededor con agotamiento y luego volvió su vista a mí y se rió.— Verás que no he logrado nada.

Me acerqué un poco a ella y le quité con mi pulgar el rastro de harina en su cara. La cocina si era un caos.

—Tranquila, te ayudo a limpiar y luego vemos que podemos hacer con... —Miré varios ingredientes sobre un costado de la mesa.

Ella sonrió y comenzamos a limpiar todas manchas que se esparcían por todo el lugar, parecía que había hecho explotar la bolsa de harina.

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~Sel~

ᴀɴɴᴏʀᴍᴀʟ | ʲᵃᶜᵒᵇ ᵇˡᵃᶜᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora