Hanna se detiene delante de una de las mansiones y llama a la puerta. Enseguida aparece una oronda mujer de sesenta años de mejillas sonrosadas que parece salida de un cuento de los hermanos Grimm.
Hanna e Ino se ponen a charlar en rumano con esa complicidad que solo tienen las amigas de toda la vida. Adivino palabras sueltas: “casa catalanului”, “Hinata”, “Sasuke”, “prieteni”.
“Prieteni” significa “amigos”, ¿recordáis?
Ino me mira con una sonrisa de oreja a oreja y me hace pasar. No habla ni una palabra de inglés, pero no hace falta. Está claro que está feliz de ayudarme.
Recorremos los pasillos de la mansión, llenos de cuadros, iconos e imaginería religiosa. Hanna me va traduciendo las explicaciones de su amiga: cuando su abuelo volvió de la guerra se aficionó a coleccionar arte.
Los primeros cuadros que obtuvo eran de artistas de la región. Y sí, entre ellos tenía un cuadro de Sasuke Uchiha. Por alguna razón, era el cuadro más querido por Naruto Uzumaki. Y allí estaba. En un lugar privilegiado del lujoso salón.
De nuevo tenía delante el cuadro de la ventana de Hinata. ¿Cómo era posible que hubiera dos cuadros iguales? Le comento a Ino que ayer vi uno igual en el Restaurante Bastion. Ella vuelve a adoptar la sonrisa de abuelita de Caperucita y dice: “no son iguales.”
Efectivamente, cuando me acerco a examinarlo me doy cuenta. Los colores del cuadro son distintos. Y en la ventana de Hinata se adivina una silueta. Y no solo eso. La fecha del cuadro es de 1916.
1916. Tres años después del primer cuadro. Un año después de que Hinata volviera del frente. El año en el que murió.
No entiendo nada. ¿Por qué volvió a pintar el cuadro con Hinata en la ventana? Ino responde que no solo pintó ese. Pintó muchos más, pero se han perdido.Ino nos invita a sentarnos. La historia que se dispone a contarnos va a ser larga. Y va a estar llena de respuestas.
Efectivamente, Hinata y Sasuke se conocieron en el instituto. Los dos eran amigos íntimos de Naruto Uzumaki. Los tres chicos eran inseparables. Pero la amistad de Hinata y Sasuke era especial. Así lo dice. Especial. Y lo dice con cierta ternura que agradezco.
Los chicos estaban a punto de terminar el instituto hacia 1912 y Naruto notaba que sus dos amigos se iban distanciando de él. El pobre no entendía por qué. Hasta que un día lo descubrió, encontró a sus amigos besandose, algo imperdonable en aquella época, dado los diferentes estatus sociales. Contó a sus padres y la noticia no tardó en llegar a las familias de Hinata y Sasuke.
Así fue como Hiashi Hyuga decidió mandar a Hinata a estudiar a Munich, mientras Sasuke se quedó en Sighisoara pintando su ventana vacía.
Sasuke le juró a Naruto que jamás le perdonaría lo que le había hecho.
Pero entonces ocurrió algo que nadie esperaba. En verano de 1914 Gavilo Princip asesinaba al archiduque Franz Ferdinand y a su esposa en Sarajevo y estallaba la I Guerra Mundial.
Naruto, Sasuke y Hinata, fueron al frente y perdieron todo contacto… Hasta que Hinata volvió herida en 1915. Ino me cuenta que su estado era delicado. Sus pulmones habían quedado afectados por el efecto de una bomba de cloro. Quedó postrado en la cama.
La noticia llegó a Sasuke que aún estaba en el frente. El chico hizo todo lo posible por volver a verle antes de que Hinata muriera, pero no fue relevado hasta mediados de 1916.
Lo primero que hizo Sasuke al poner los pies en Sighisoara fue plantarse en casa de Hinata, pero sus padres no le permitieron verle. Ni ese día ni nunca más. Le ocultaron a su hija que había vuelto…
Y por eso Sasuke se plantó en la esquina bajo la ventana de Hinata. Iba allí cada día y se pasaba horas con la esperanza de que ella tuviera fuerzas para levantarse de la cama, mirar al exterior y verle.
Y para entretenerse, pintaba el mismo cuadro una y otra vez.
Ino detiene su relato. Se ha dado cuenta de que estoy llorando.
“Dígame que se vieron. Aunque solo fuera un día. Dígame que Hinata supo que Sasuke no le había olvidado.” Mis palabras suenan casi como una súplica.
Ella vuelve a sonreír, pero no dice nada. Se levanta y rebusca entre los volúmenes de la librería. Saca un álbum lleno de fotos y documentos. Y enseguida encuentra lo que busca: una carta.
Una carta a Hinata Hyuga:
Escrita por Sasuke Uchiha (que aquí vuelve a firmar con su nombre catalán).
“¿Quieres saber lo que dice?”, pregunta Hanna. Yo te la puedo traducir.
Una carta de Sasuke a Hinata. Ni en mis sueños más locos habría imaginado encontrar un tesoro así. Pero no puedo evitar preguntarme por qué está en poder de Ino. ¿Acaso no llegó a su destino?
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MÁS ALLÁ DE LA MUERTE.
RomanceEsta historia es más bien una adaptación de un hilo de Twitter de Guillem Clua, que a su vez me inspiró la adaptación de otra chica. Las fotos usadas no me pertenecen. Espero la disfruten.