Sealkeeper: El que ata

Capítulo 2: Pensamientos dolorosos

Me complace saber que la gente disfrutó del primer capítulo y aún más complace presentarles a todos otro. Espero que este responda algunas de sus preguntas y le brinde una mejor perspectiva sobre algunos de los actores que se encuentran en mi escenario.

Recibí dos reseñas sobre el OC, una a favor y otra en contra, así que ahora realmente me gustaría escuchar la opinión de todos sobre ella. Ella fue bastante espontánea, y recientemente decidí qué sucederá con ella, pero me gustaría ver qué piensan mis lectores primero. Incluya sus pensamientos con cualquier revisión que pueda escribir o envíeme un mensaje privado que la contenga.

Sin nada más que decir, disfruta del espectáculo.
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El dulce alivio que inundó su alma fue indescriptible, una paz tan deliciosa que no pudo evitar soltar una breve carcajada.

Esta noche no, gracias a los dioses, esta noche no.

Durante dos semanas, sus sueños habían estado plagados por un cielo de dos soles, mirándolo mientras se hundía profundamente en un océano de olvido, pero esto , esto era diferente. De ninguna manera fue agradable, pero tomaría lo que pudiera conseguir. Solo por esta noche, había escapado de los ojos esmeralda y azul, cabello como el atardecer y cabello como el mediodía, piel tan suave y pálida como las nubes, había estado escondido de su rostro en este nuevo santuario, y por eso estaba agradecido.

Agua fría y turbia de un gris insalubre salpicó alrededor de sus pies inmóviles, instándolo suavemente a adentrarse más en este mundo. Con una suave y triste sonrisa, lo siguió a través de las habitaciones de este sótano inundado, a lo largo de las paredes de un amarillo desmoronado y bajo la luz parpadeante ocasional o el agujero en la superficie, a través del cual entraba el rayo de sol ocasionalmente disperso.

Me protege de ellos, pero, sin lugar a dudas, todavía están allí .

Incluso ese pensamiento superficial fue suficiente para arrastrar recuerdos con los que preferiría no lidiar y, en respuesta, la penetrante luz del sol aumentó en intensidad, quemando su carne casi tan pronto como pasó cada rayo de luz. Con un siseo se dejó caer, salpicando el agua helada sobre la carne enrojecida para ayudar a mitigar el dolor. El olor a podredumbre lo asaltó con fuerza, pero fue ahogado por el dolor que se desvanecía rápidamente, dejándolo jadeando en la suciedad, agarrando un brazo, medio derretido, contra su pecho.

' Kaa-san, Imouto, ¿por qué los pensamientos sobre ustedes duelen tanto?'

Habían pasado dos semanas desde su partida y, sin embargo, su corazón todavía le dolía dolorosamente en el pecho. Durante el día no estuvo tan mal, un millón de distracciones y otras preocupaciones sirvieron como amortiguador para reducirlo a un latido sordo más fácil de ignorar. Por la noche, sin embargo, no había escapatoria bajo esa mirada vigilante de la luna, o dentro de los brazos agridulces de Hypnos. Sus sueños estaban plagados de ellos, sus dos soles, sus dos ángeles, e incluso las sonrisas más dulces que adornaban sus rostros dejaban su alma gritando en dolorosa agonía, una canción desdichada de miseria y desesperación, dolor y pérdida y, lo peor de todo, una desesperanza vacía que le carcomía el corazón un poco más cada día.

Eso sin mencionar las noches en las que sus sonrisas desaparecían, reemplazadas por muecas crueles o muecas de asco. Esas miradas solo le recordarían las preguntas que aún persistían, sin respuesta. ¿Por qué se fueron? ¿Por qué no me dijeron? ¿Por qué me encerraron fuera de la casa? ¿Volverán? ¿Me aman?

¿De verdad me odian?

No pudo contenerse más cuando soltó un gemido que sacudió los cimientos de este extraño mundo que induce a la memoria, antes de que se redujera a sollozos ahogados que sacudieron su pequeño cuerpo. Mientras yacía temblando en el agua helada, no pudo evitar pensar que hubiera sido mejor para él que el chakra del Kyuubi acabara con él esa noche.
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