III

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Retomando el tema del novio de mi mamá. Me lo presentó cuando ya era algo seguro para ella. Mi madre era débil, pero claramente sabía que no debía involucrar en mi vida otra figura masculina que podía marcharse en cualquier momento.

Y yo cuando era niño no era tonto, supe de inmediato que esa relación iba en serio.

Si te preguntas cómo fue aquel día...

Pues sobre ese hombrecillo, no tengo nada que decir, era un sujeto promedio. La clase de persona con la que puedes tener una charla un día, y olvidarte de ella al día siguiente. Sin remordimientos.

Totalmente diferente a mi padre.

Pero no vale la pena ahondar en alguien que ya me expulsó de su vida, ¿verdad?

En fin, el encuentro con ese sujeto tenía todas las características para ser algo olvidable a largo plazo. Ya saben, esas típicas historias que te cuenta tu madre, donde se supone que sí estabas, pero no recuerdas ni un carajo.

Pero no. No fue así. Lo recuerdo tan vívidamente, como si lo viera pasar por mis ojos ahora mismo. Como una película tan vista que sabes los diálogos de memoria, los gestos de los actores, ¡hasta las pausas y las respiraciones!

Es todo tan... claro.

¿Y sabes por qué?

Porque ese día lo conocí a él.

Y ese día, fue su condena.

...

Sinner | PecadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora