- "Ya sabes, si eres omega deben buscarte un buen alfa para que te cases."
Joaquín es un omega muy espontáneo e independiente que odia la idea de depender de algún alfa.
Emilio es un alfa que viene de buena familia, cariñoso y en ocasiones le gusta...
"You oughta know that ,you're the one that's on my mind. I'm falling too fast deeply in love"
Emilio lo había besado y en toda la noche no pudo dormir pensado en eso.
Al ver que el sol estaba empezando a salir decidió salir a trotar. Debía despejar su mente.
No iba a negar que besar a Emilio le gustó, le gustó más de lo que debía. Mientras trotaba por su mente sólo pasaba ese beso y es que no fué sólo un beso fueron dos besos y se estaba odiando por permitir que ésto sucediera. Sólo llevaban 1 mes de casados y habían pasado 2 meses desde que se conocieron, era muy pronto para tener ese tipo de acercamientos. Bueno, puede que exagere un poco al pensar eso, pero ahora estaba a punto de colapsar mientras recorría un pequeño parque a las 6:30 de madrugada.
Joaquín no sabía cómo iba a hacer para mirar a Emilio cuándo llegara a casa. Nunca se había puesto nervioso por pensar en él y debe admitir que ama la compañía del alfa, pero ahora después de esos besos tan intensos, porque para él fueron los besos más intensos que jamás dió, no sabe cómo actuar ó cómo mirar a Emilio, porque se conoce y sabe que cuándo vea al alfa su olor lo pondrá nervioso y tal vez al mirarle los labios querrá lanzarse sobre él. Odia a su omega interior.
Espera que verse con Diego en la noche le ayude a aclarar su mente, enserio lo necesita.
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Van a ser las 9 de la mañana cuándo Joaquín vuelve a casa y cómo siempre Diana lo espera con una gran sonrisa y un delicioso desayuno.
— ¡Joven Joaquín! - dice a modo de saludo. - Por fin llega. Hoy ha tardado más de lo normal.
Bien, tal vez retrasó un poco el regreso a casa para evitar ver a Emilio, sólo tal vez.
— Oh, si Diana... digamos que necesitaba pensar algunas cosas. - dice tratando de restarle importancia y se sienta en la cocina con la omega.
— Entiendo... bueno, el joven Emilio preguntó mucho por usted ésta mañana, cómo sino supiera que usted siempre sale y cuándo se fué se veía un poco preocupado porque usted aún no llegaba. - Joaquín hizo una mueca al escuchar eso, ¿porqué Emilio se estaba preocupando por él? - Mire el desayuno joven.
— Gracias, Diana. - se aclara un poco la garganta para no sonar nervioso. - Eh... y dices que Emilio se veía ¿preocupado?
— Ay si, no lo dijo, pero se le notaba, ó tal vez no era preocupado tal vez estaba triste.
— ¿C-cómo? ¿Triste?
— Si, no lo sé... se veía raro. - se quedaron en silencio un rato y Joaquín se empezaba a sentir mal. - ¿Puedo preguntar algo, joven? - habló Diana de nuevo.
— Claro.
— Acaso, ¿usted y el joven Emilio tuvieron su primera pelea de pareja? - No podía estar preguntando eso, mierda.
