Thank You For Loving Me // Adaptación Emiliaco Omegaverse

XI

  "I neveras thought that I would find a way out, I never thought I'd hear my heart beat so loud."

Joaquín todo el día estuvo en el jardín y en su habitación musical. Se tomó un poco de tiempo luego del almuerzo que tuvo con Ren para contarle lo que había pasado y cómo estaba su relación con Emilio ahora. 

No iba a negar que, aunque aún pensaba que iba demasiado rápido, le gustaba la sensación de saber que las cosas con Emilio cada vez eran más oficiales y que tal vez podrían acabar teniendo una bonita historia juntos.

Se encontraba sólo en casa, viendo una película. Diana, César y Susana se habían ido hace poco, así que para matar el tiempo mientras esperaba al alfa, decidió encender el televisor y ver lo que fuera que estuvieran presentando. Estaba a punto de quedarse dormido debido al aburrimiento, cuándo escuchó la puerta cerrarse y sin darse cuenta tenía a alguien parado enfrente suyo. Era Emilio.

— Hey... llegaste. - dijo sonriendo desde el sofá.

— Llegué. - Emilio sonrió y empezó a acercarse. - ¿Que hacías?

— Veía una película.

— Parecías dormido. - Joaquín ahora estaba de pié, frente a Emilip.

— Tonto. - rió un poco. - ¿Cómo estuvo el trabajo?

— Aburrido, muy aburrido.

— ¿Porqué? Es imposible que te aburras con ese amigo tuyo, el alegre.

— Bueno... - Emilop se acercó más para posar sus manos en la cintura del omega. - Digamos que estaba aburrido porque tenía muchas ganas de verte. - Joaquín sonrió tímido.

— Y... ¿Para que querías verme? 

— Para ésto. - respondió antes de atacar la boca del más bajo.

Ambos sabían que nunca se iban a cansar de besarse. Cada beso que se daban los hacía sentir más vivos y con cada uno de ellos confirmaban que lo que sentían era sincero.

Luego de besarse un rato decidieron ir a cenar. Lo hicieron cómo todas las noches, en el balcón mientras hablaban de cosas triviales ó más bien mientras Joaquín contaba anécdotas y Emilio simplemente se reía de cada una de ellas.

— Me voy a dormir. - dijo Joaquín. - Mañana debo salir a trotar, ya sabes.

— ¿Aún vas a seguir durmiendo sólo? 

— Sí... yo, creo que debemos ir despacio, ¿sabes? Aún no voy a dormir contigo, Emilio.

— Está bien, te entiendo. - Emilio hizo un puchero mientras se ponía de pié. 

— Alfa mimado. - Joaquín se burló. - Buenas noches, Emilio.

— No te diré buenas noches hasta que me des un beso.

— Ugh, ¿Qué voy a hacer contigo? - el omega puso los ojos en blanco antes de avanzar hacía dónde el oji-café para darle un beso de buenas noches. - Descansa, Emilio.

— Oh, créeme que voy a descansar. Cómo un bebé. - Joaquín negó con la cabeza y empezó a dirigirse hacía la puerta. -¡Descansa, Joaquín!

Emilio se quedó en el balcón un rato más pensando en lo maravilloso que fué su día luego de la conversación que tuvo con el omega en la mañana. 

Definitivamente Joaquín le gusta, demasiado.