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        "What a feeling to be right here beside you now"


Los siguientes 3 días fueron unos días muy buenos para ambos. Al parecer haber pasado todo ese domingo juntos les ayudó bastante, ahora Joaquín se interesaba más por el trabajo ó las cosas que hacía el alfa y Emilio cada vez más disfrutaba de la compañía del omega y amaba escucharlo contar todas sus historias. Ambos ya se estaban acostumbrando a tener el olor del otro regado por toda la casa, los hacía sentir bien

El lunes, el rizado pensó que iba a ser incómodo verse con el omega debido a lo cerca que estuvieron de besarse en el balcón. Pero fué todo lo contrario. Antes de irse al trabajo vió a Joaquín llegar de su rutina mañanera y pudieron conversar unos 5 minutos. Ese mismo día, en la noche se sorprendió al ver que el omega decidió esperarlo para que cenaran juntos.

El martes no se vieron en todo el día. No hasta que el alfa regresó del trabajo y se encontró con un Joaquín en un saco que le quedaba hasta más abajo de la mitad de los muslos y de puntitas pintando notas musicales en la pared de su "habitación musical". Para el alfa fué una escena muy tierna cuándo entró en la habitación y también se quedó maravillado al ver por primera vez el cuerpo de Joaquín sin tanta ropa encima. Ese día el olor de Emilio era más fuerte que antes y el omega interno de Joaquín se removió ante la sensación que éste le producía.

El miércoles, Joaquín se dedicó al jardín por unas horas y luego fué a tocar algunas melodías en su preciado piano. Fué un día bastante relajante para el omega. Emilio por su parte, conoció un nuevo compañero en el trabajo. Un alfa, cubano, castaño y bastante ruidoso. Al alfa le agradó desde el principio, pero no estaba acostumbrado a estar rodeado de personas tan alegres y ruidosas, por lo que al final del día estaba muy estresado y sólo buscaba la tranquilidad de su casa. Al llegar a ésta se encontró con Joaquín tumbado en el sofá de la sala, soltando ruidosas carcajadas mientras veía un programa de televisión, Emilio se unió a él y por alguna razón el sonido de la risa del omega y su olor hicieron esfumar cualquier rastro de estrés.

Ahora, era jueves y Joaquín había quedado con su hermana, Ren, en salir a almorzar y comprar algunas cosas que el omega necesitaba para terminar algunos detalles de su habitación. Mientras estaban por irse cada uno a sus casa, la beta recibió una llamada de su madre para que comprara algunas cosas en el supermercado, Joaquín por supuesto la acompañó.  Al estar en el supermercado, Joaquín pensó que sería agradable llevar helado para él y Emilio cómo postre para la cena, por lo que tomó 2 botes de helado y se dirigió a pagarlos.

Esperaba que a Emilio le gustara el helado y también esperaba que el alfa tuviera ganas de pasar tiempo con él.

Al llegar a casa, se sorprendió al ver el auto de Emilio afuera, aún era un poco temprano, pero igual no pudo evitar sonreír un poco.

Abrió la puerta y la primera persona que lo recibió fué Diana, con una gran sonrisa, cómo siempre.

— ¡Joven! ¿Cómo le fué con su hermana? - preguntó ayudándole a Joaquín con las bolsas que traía.

— Muy bien, gracias por preguntar. - Al cerrar la puerta no pudo evitar respirar profundo para sentir el olor del alfa.

— El joven Emilio está en la sala con su mejor amigo. - dijo Diana antes de entrar a la cocina.

Joaquín se dirigió a la sala, y tal cómo lo había dicho la omega, allí estaba Emilio, con uno de sus muchos trajes que utilizaba para el trabajo. Pero no estaba sólo. A su lado estaba otro alfa, con unos ojos color azul y unas pestañas larguísimas que llegaban a tocar sus cejas. El rostro de éste era un espectáculo, Joaquín nunca había visto un alfa tan hermoso y con una cara tan bien hecha.

Thank You For Loving Me // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora