06 - Marca

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  Maratón 3/3

Al salir de la ducha, Saint todavía seguía en la misma posición, lo que hizo que Perth rodara los ojos.

Se cambió sin vergüenza, ya que parecía que el omega no tenía ganas de asomarse.

Aunque la realidad fue otra.

Saint apenas había asomado sus ojos tras la sábanas, viendo a Perth de espaldas a él.

Y de nuevo, aunque esta vez un poco mejor, pudo ver la marca en el cuello de Perth, confirmando lo que había creído ver el día anterior.

Rápidamente volvió a esconderse tras las sábanas.

Sintió un poco de pena por el chico, pero más que nada, se sintió algo confundido.

Perth parecía otro alfa para él, bueno, no otro alfa, sino su alfa.

Podía sentir su olor, e incluso, por más que el otro no se diera cuenta, tenía actitudes de alfa con él.

Recordó la conversación que habían tenido la noche anterior, cuando él había regresado a su forma humana para confusión de Perth.

Es ese momento Saint pensó que el chico sólo se estaba comportando como un idiota (cosa que no quitaba que él lo fuera realmente), pero ahora que confirmaba que a su alfa lo habían mordido entendía un poco más la actitud.

¿Debería preguntarle qué había pasado? ¿Cómo fue que la habían hecho? ¿Quién?

Aunque tenía más que claro que Perth lo mandaría a la mierda.

Debía esperar un poco más.

— Eh — Un ligero golpe en su espalda hizo que se moviera para asomar sus ojos sobre la sábana, para ver a Perth —, la comida está lista. Cociné para los dos, no me hagas desperdiciarla.

Sin decir nada se fue hacia la cocina, y sin contestar, Saint lo siguió segundos después.

Se sentó enfrentado a Perth en la mesa, con su plato ya servido, tomó los palillos y antes de empezar a comer murmuró un "Gracias" mirando al pelinegro.

Pero en cuanto los ojos felinos se encontraron con los suyos bajó la vista y llenó su boca con los fideos. Pasaron unos minutos donde no dijeron nada, hasta que Perth casi había terminado su plato, pero estaba lo bastante satisfecho como para comer más lento e intentar hablar con el omega.

— ¿Vas a contarme qué te estaba pasando cuando llegué? —

Saint lo miró unos segundos, Perth no apartó sus ojos de él.

— ¿Estabas sensible? — aventuró Perth.

— Sí, supongo—dijo Saint, bajo.

"Este no sabe tratar a un omega" pensó.

Perth sólo asintió, terminó lo que quedaba en su plato en dos bocados, juntó los palillos sobre el plato vacío y se levantó para dejarlo en el lavado.

— Debes tomar los supresores—dijo, volteándose para apoyarse sobre la barra de la cocina.

Vio al omega fruncir el ceño y mirarlo con enojo, aunque cambió su expresión rápidamente y continuó comiendo sus fideos.

— No te gusta que te den órdenes— dijo Perth.

— No es de mis cosas favoritas — respondió.

Perth asintió, Saint no dijo nada, terminó su plato y volvió a agradecer a Perth por la comida.

Se sobresaltó un poco cuando sintió la mano del chico en su hombro, alzando la vista hacia el rostro de Perth.

No tienes que ser distante conmigo sólo porque estás sensible.

Delta [PerthSaint]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora