Delta [PerthSaint]

29 - Otra opción

— ¡No!

Gun se levantó con fuerza, lanzando el celular al sofá, aunque esté rebotó y cayó al suelo con ganas, el sonido al romperse hizo a Mean saltar.

— No, ¿qué? ¡Gun! ¡No escuché lo que dijo!

— ¡No, no, no, no!

El rubio comenzó a caminar dando vueltas, Mean lo miró con algo de espanto, siguiéndolo con la mirada, y no se movió hasta que el chico salió de la sala, caminando lejos.

— ¡Gun Napat! ¿Qué dijo? ¿Qué pasa?

Mean tuvo que correr un poco para alcanzarlo, viendo cómo el chico caminaba por un lado de la mansión que el poco conocía.

— ¡Es mío! ¡Él no va a marcar a nadie!

Gun abrió puertas y continuó caminando rápido, seguido de cerca por Mean, en algún punto habían salido al patio de la casa y terminaron caminando por el prolijamente corto pasto verde.

— ¿él? ¿Mark?

— ¡Sí, ese mismo, el idiota!

— Gun pareces una mujer histérica del siglo pasado.

— ¡¿Y qué si soy histérica?!

— Puta madre... — murmuró el pelirrojo.

— Mark es mío, y él no va a marcar a nadie a menos que sea yo.

— ¿Por qué tendría que marcar a alguien más? — Mean abrió sus brazos, seguía sin entender qué había dicho aquel doctor para que el beta estuviera así.

Gun dejó de caminar de golpe, volteando para mirar al otro.

— Porque Mark tiene la necesidad que su nombre sea sinónimo de "héroe".

— Siempre haciendo lo correcto, nunca desobedeciendo a nadie... Claro menos a mí... Siempre hace todo lo que su familia quiere, y le vale verga lo que él quiere mientras sea por un "bien" según su concepción de las cosas.

— Si antes iba a marcar a ese Saint Suppapong porque su familia lo decía... Ahora va a hacerlo porque piensa que le salvará la vida...

A Gun se le escapó un sollozo.

Mean estaba petrificado, no sabía en qué drama se había metido.

— Bien, Gun, comprendo — dijo, intentando ser suave, aquel beta estaba muy sensible—, pero Jeon no haría las cosas sin pensar, sabe que hay otra opción.

Gun se detuvo, limpió sus lágrimas rápidamente.

— ¡La otra opción! — dijo, con alegría—. Tú dijiste que sospechabas que Saint Suppapong y Perth Tanapon eran predestinados y...

— Momento, momento, ¿Cómo lo sabes?

Gun abrió los brazos, como si fuera obvio.

— ¿Por dónde espiamos a Mark? — dejó un segundo de silencio —, tengo acceso a las cámaras de toda la casa y en sus autos, y también puedo escuchar las conversaciones de Mark de su celular-

— ¿Eres como una especie de obsesivo? ¿Tipo un Stalker? Porque lo que dices es muy-

— Si te digo que sí y no preguntas nada más del tema, sí, soy todo lo quieras— Gun suspiró, acomodó su pelo hacia atrás —. Pero estábamos en traer a Perth con Saint — se encogió de hombros—. No es tan difícil, sólo tenemos que traerlo, meterlo a la casa y que se quede con el omega...

Mean frunció el ceño.

— ¿Sabes el disturbio que habrá si haces eso? — preguntó—. Todos los candidatos de Saint no fueron escogidos, junto a sus familiares y los medios, para que al final venga uno que ni siquiera estaba en la lista y...