Soledad

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Extrañaba su vida antes de ser Chat Blac.

Si su romance con Marinette no se llevaba a cabo todo estaría perfecto. Él seguiría en su reprimida vida social, con un padre ausente que le exigía ser modelo... Pero al menos todo a su alrededor estaría "bien", podría estar tranquilo ya que sus seres queridos estaban con vida.

Al menos antes de toda la destrucción vivió muchos buenos momentos.

Ahora se encontraba solo, nadie había sobrevivido a tal catástrofe, se mentía creyendo que era lo mejor... Aunque la faseta de culpa aún lo dejaba.

—Todo fue mi culpa.

Las ganas de acabar con su existencia cada vez lo acechaban más, había noches en las que buscaba cerrar los ojos y dormir profundamente, las veces que lo logró solamente obtuvo los recuerdos horribles de su akumatizacion.

Añoraba poder soñar estar junto a su lady, al menos en sus sueños iban a ser felices.

—Te extraño mamá. —Abrazó sus piernas y colocó el mentón sobre estas.

Sentía frío, quería por un momento recordar la calidez de un abrazo cariñoso. Su cuerpo parecía el de un muerto, estaba frío y pálido.

Poco a poco olvidaba momentos lindos de su infancia al igual que el rostro de su madre. Si antes la tenía muy presente ahora era un recuerdo nublado en su mente.

Su peor temor se hacía presente, se juró nunca olvidar las facciones de su progenitora sin embargo era algo que ya estaba sucediendo y se frustraba al no poder detener ese hecho.

—¿Por qué lo hiciste Gabriel?

Comenzó a odiar a su padre, no lo quería hacer pero le fue inevitable. Él fue el maldito causante de todo su dolor.

¿Debería de seguir creyendo que todo lo que hacia era para protegerlo? Hasta ahora lo único que parecía es que Gabriel se había preocupado más por si mismo que por las personas a su alrededor, que por él, ¡su propio hijo!. Hasta en sus últimos momentos de vida demostró que se interesaba más por su propio bienestar.

Por alcanzar su objetivo lo sacrificó, solamente lo iba a utilizar para traer a la vida a alguien que ya no pertenecía al plano terrenal.

Se sentía un estúpido, siempre tuvo a Gabriel en el concepto de buen padre. Claro eso se fue al carajo luego de todo lo sucedido, quizás desde mucho antes ya había desechado el concepto pero se mentía para no crearse un pensamiento molesto.

A partir de ese instante comenzaba la cuenta regresiva para la muerte de la poca humanidad de Chat blac.
Bueno ¿a quien engañamos? Chat blac ya no tenía humanidad, él era un monstruo creado con el fin de obtener algo fuera del alcance humano. Lo único bueno en Chat blac eran sus recuerdos, claro, los que aún tenía y no se esfumaban o eran borrosos.

Pobre gatito blanco, llora desesperado buscando una salida a su cruel dolor.

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