The Chronicles of Narnia: The warrior of Narnia

La batalla por Narnia

Estábamos ya preparados para esta batalla, cueste lo que cueste la ganaremos y Narnia será mía, matare a Jadis y así vengare a Aslan. No había nervios solo había adrenalina recorriendo cada parte de mi cuerpo, mi mirada se fija en el horizonte hasta que una águila se para a mi lado  

— Ya vienen, gran reina, sus tropas superan en número a las nuestras —me dice mientras toma bocanadas de aire

—Los números no ganan batallas —nos dice Oreius a Peter y a mi tratando de calmarnos 

— No, pero apuesto a que ayudan mucho —contesta Peter nervioso 

Oigo el sonido de un cuerno a lo lejos.

— Ya vienen —murmuro y ellos comienzan a verse a lo lejos como pequeñas manchas, la tensión empieza a crecer y, todavía muy a lo lejos, la puedo ver, viene vestida con el pelaje de Aslan, eso hace que me enoje más — ¿Cómo se atreve? Voy a matarla —digo para mi misma pero Peter me ha oído, volteo a ver a todos los narnianos y al final mi mirada se cruza con la de Edmund, quien hace un asentimiento el cual regreso, suspiro y saco mi espada apuntándola hacia ella, las trompetas suenan y los narnianos comienzan a gritar sacando sus espadas también — ¡Evitemos la muerte de los narnianos, los demás, si no se rinden, pueden matarlos! — grito lo suficientemente alto para que todos escuchen, las tropas de Jadis comienzan a avanzar y se que ya no hay vuelta atrás, hago la seña para que las águilas suelten las piedras — ¿Están conmigo? —les pregunto y ellos me ven 

— Hasta el final, gran reina —responde Oreius 

— Siempre, reina Idalia —responde Peter y asiento 

— ¿Haces los honores, Peter? — le sonrió y el también lo hace 

— ¡Por Narnia, por Aslan y la gran reina Idalia! — grita y todos comenzamos a avanzar hacia ellos

Por Narnia...

La adrenalina sube por todo mi cuerpo mientras avanzamos hacia ellos, solo puedo pensar en una cosa, venganza, los pumas se adelantan y los centauros preparan sus lanzas y espadas, imito la acción de Peter y bajo mi casco cubriendo mi rostro, luego preparo mi espada. La batalla a dado inicio, entierro mi espada en el torso de diferentes animales y reparto espadazos entre otros para quitarlos de mi objetivo, Jadis, veo fuego separando sus tropas de las nuestras, sonrió

Los fénix han sido liberados.

Una ráfaga de hielo a extinguido el fuego y ellos continúan avanzando 

— ¡Retrocedan! — grito y ellos hacen lo que les pido — ¡A las rocas! ¡Llévenlos a las rocas! — comienzo a dar marcha para allá pero veo que Peter es derribado así que voy por el pero eso hace que nos pongamos en peligro — ¿Necesita transporte, majestad? — sonrió pero veo que Oreius y un rinoceronte corren hacia las tropas enemigas —¡Paren! — les grito pero hacen caso omiso — ¡Ordeno que paren, Oreius para! — no me hacen caso y continúan, Oreius va por ella pero esta la esquiva y lo convierte en piedra —¡No! —grito y bajo del caballo —sube.

— ¿Que? — pregunta Peter sin entender 

— Que subas al caballo, Peter — digo mientras golpeo a un tigre, me distraigo viendo como mis narnianos son derrotados, ella me sonríe y comienza a caminar hacia Peter y mi —. Vete, llévate a Edmund y busca a tus hermanas, luego regresen a casa — ordeno pero él continua peleando al igual que Edmund — ¡Castor! — él se lleva a los hermanos y así me concentro en seguir peleando con todo aquel que se me cruce. Terminó de matar a un minotauro y logro ver a Edmund corriendo hacia el lado opuesto del castor — ¡Edmund, para! ¡Edmund, he dicho que pares! — ¿Acaso hoy todos cuestionan mi autoridad? 

Jadis esquiva la espada de Edmund y me apresuró a ir con ellos, un destello azul me ciega por unos momento, él a roto la varita de Jadis y ella se enoja.

— ¡Edmund! — gritó al ver cómo es apuñalado y cae al suelo, alejo a cualquier animal que me estorbe con mis poderes y me acerco a ella llena de furia, esquiva mi espada y yo igual la de ella

— No puedes ser reina, eres ambiciosa y Aslan no lo permitirá —

— ¿Me culpas de ser ambiciosa por querer algo que es mío? — doy vuelta y esquivo su espada mientras ella se cubre por la mía — Algo que tú usurpaste — logro quitarle una espada y sonrió —. Lamentablemente tú no estarás viva para ver mi reinado — se oye el rugido de un león, tanto yo como Jadis lo volteamos a ver, sonrió y él asiente, me ha dado permiso.

— Imposible — habla sorprendida, ella se aprovecha que estoy distraída y me ataca, logro cubrirme y continuamos peleando

Logro derribarla y mi padre llega a mi lado

— Es la hora, gran reina — habla Aslan mientras la ve en el suelo

— Por Aslan — digo y entierro la espada justo en su corazón, dejo ir un suspiro de alivio y felicidad.

Ha muerto, por fin lo ha echo y no puedo estar más feliz

— ¡Peter! — escucho gritar a Lucy y Susan, volteo y los veo abrazados, de pronto recuerdo a Edmund y corro con los Pevensie detrás mío

— ¡Edmund! — grito mientras me acerco — hoy no, idiota — clavo mi espada en el estomago del enano y antes de caer una flecha lo golpea en el corazón. Acunó en mis brazos a Edmund mientras los Pevensie se ven tristes a mi alrededor, comienzo a curar su herida con mis poderes y Lucy le da una gota de su poción curativa, él deja de moverse y por un segundo creo que se ha ido, pero abre sus ojos y sonrió aliviada.

Me sonríe tiernamente y Peter niega riendo

— No pierdes el tiempo — comenta riendo

— Muy bien, se acabó el amor. Corre antes de que te mate por no hacerme caso — lo empujó suavemente y cae en Susan, me río al igual que ellos

— Idalia, gran reina — me llama Aslan — ¿Tiene un segundo? — me paró y camino hacia él

— Me hiciste llorar y lo peor es que sigues vivo — le reprochó y el se ríe por mis ocurrencias

— Lo lamento tanto, majestad — me agachó a su altura y se acerca más. Junta su cabeza con la mía y de estás comienza a salir una luz cálida que cura a todos lo que están heridos o convertidos en piedra