La coronación

18 1 0
                                    

Las trompetas suenan y eso solo indica una cosa, ha llegado el momento.

Sonrió un poco cuando veo a los Pevensie caminar junto a Aslan, al llegar frente a mi hacen una reverencia

— En nombre del océano de oriente, les presento a la reina Lucy, la valiente — empieza, Tumnus y los castores se acercan a mi con las coronas y agarró la que es de Lucy, ella se inclina y le colocó su corona terminando con un pequeño guiño —. En nombre del gran bosque occidente, el rey Edmund, el justo — tomo la corona de Ed y se la colocó, me sonríe y solo asiento —. En nombre del radiante sol del sur, la reina Susan, la benévola — le coloco la corona a Susan —. Y en nombre del claro cielo del norte, les presento al rey Peter, el magnífico — tomo la última corona y se la pongo a Peter, luego regreso a mi lugar, frente al gran trono al centro de los otros cuatro.

— Gran reina de Narnia, Idalia, hija de Aslan, guerrera de toda Narnia y hechicera, ¿Acepta usted a los reyes y reinas? — pregunta Oreius y yo guardó silencio, todos me ven nerviosos esperando una respuesta y yo me tardo aún más provocando más tensión

— Por supuesto...— vuelvo a guardar silencio ahora más corto — que si — digo finalmente y todos sonríen aliviados, Aslan vuelve a hablar

— Una vez rey o reina de Narnia, serán rey o reina siempre, que su sabiduría nos guía hasta que las estrellas caigan de los cielos —

— ¡Larga vida al rey Peter, larga vida al rey Edmund, larga vida a la reina Susan, larga vida a la reina Lucy, y sobretodo, larga vida a la gran reina Idalia! — sonrió felizmente

— ¡Larga vida al rey Peter, larga vida al rey Edmund, larga vida a la reina Susan, larga vida a la reina Lucy, y sobretodo, larga vida a la gran reina Idalia! — sonrió felizmente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

•∆•∆•∆•

Camino tranquilamente por el salón cuando veo a Tumnus y Lucy mirando por el balcón, me acerco a ellos.

— Después de todo, no está domesticado — dice divertido él y veo que hablan de Aslan

— No, pero así lo quiero — dice con algo de nostalgia

— Así lo queremos todos — digo pasando mi brazo por sus hombros, doy media vuelta continuando con mi camino

— ¡Idalia! — volteo y es Edmund

— ¿Que sucede? — pregunto

— Quisiera hablar contigo — responde nervioso

— Ya lo haces — me río levemente y él se sonroja un poco

— Me refiero a hacerlo a solas, sin que nadie nos mire — habla por lo bajo, accedo y nos dirigimos hacia un pasillo afuera del salón — Idalia, bueno, por el tiempo que he estado aquí de verdad he sentido algo que me orilla a estar cerca de ti, me atraes, de echo podría decir que incluso me gustas, y, no lo sé, estaba pensando si te gustaría ser mi reina — habla rápidamente pero para su suerte lo logro entender

— Mi pequeño rey, — hablo con ternura — tú a mí no me conoces lo suficiente como para llegar a ser algo más — me mira con tristeza pero después de un rato parece pensar en lo que dije

— Eso no fue un rechazo ¿O si? — pregunta y yo niego — entonces todavía tengo oportunidad, — habla emocionado — debo recalcar que si me gustas y mucho — vuelve corriendo a la fiesta para buscar a su hermano

Suelto una carcajada por sus ocurrencias

Tu también me gustas, Ed.

Tu también me gustas, Ed

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
The Chronicles of Narnia: The warrior of NarniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora