Finge que me quieres © ✔️

14- En el que te quiero y me quieres, pt 1

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En el que te quiero y me quieres, pt 1

CHASE

Sam.

¿Sam y su amor por las camisetas con cuello?

¿Sam y su gusto por el arte?

A pesar de lo interesante que estaba la clase, Chase no se podía concentrar.

¿Qué tenía Sam, que lo hacía tan interesante para Kat? ¿Por qué a ella le gustaba pasar tanto tiempo con él?

Chase no podía hacer más que imaginarlos hablando todo el rato sobre arte. Era la única explicación. Como él no sabía nada del tema, Kat hablaba de arte con Sam.

Soy un maldito ególatra. Kat podría hacer lo que sea con cualquier otro.

—Doctor Chase, ¿alguna duda?

Chase movió la cabeza, el doctor Morgan le dedicó una pequeña sonrisa y continuó con la clase. Al terminar, él y Chase fueron los últimos en salir del aula. Iban cruzando la puerta cuando escucharon un lejano boom al que ninguno le dio importancia.

—¿Todo bien hoy? Siempre participas en las clases, pero hoy lucías distraído.

—Es porque lo estoy —admitió Chase—. Lo lamento.

El doctor sonrió y le dio una palmada en la espalda. De todos sus profesores, el doctor Morgan había resultado ser el más joven y, por consecuencia, el más cercano cuando hablaban. Fuera del aula podría decirse que habían logrado desarrollar algo cercano a una amistad.

—Bueno, si necesitas ayuda con algo...

El doctor Morgan no alcanzó a terminar su frase, ya que una alarma chillona y molesta comenzó a sonar por todos los pasillos de la facultad.

—¿Qué ocurre?

—Es la alarma de evacuación. Vamos.

Los pasillos comenzaron a llenarse de gente que salía de las aulas e intentaba llegar a las escaleras. Algunos corrían, aunque la mayoría mantuvo la calma y evacuaron el edificio con rapidez.

La alarma ya comenzada a darle dolores de cabeza a Chase cuando al fin salieron al exterior. Miró alrededor, pero al menos en la facultad y los edificios vecinos no parecía ocurrir nada.

—¿Fue un simulacro?

—Tal vez...

—Yo escuché una explosión, tal vez fueron las calderas.

—No fue en este edificio...

La gente comentaba alrededor. Chase ya estaba a punto de despedirse del doctor Morgan y marcharse cuando escuchó un comentario que lo paralizó:

—Hubo una explosión en la facultad de arte.

—¿Qué?

—Vengo de ahí... una parte entera del edificio colapsó.

Chase, sin pensarlo siquiera, echó a correr de inmediato, al mismo tiempo que una sola imagen y nombre llenaba su cabeza:

Kat.

La facultad de artes estaba a unos quinientos metros de distancia. Chase sentía que iba contra el tránsito, ya que la gran mayoría de la gente parecía huir del lugar. Vio una delgada columna de humo ascendiendo desde el edificio principal de la facultad, una de sus paredes había colapsado por completo y la urgencia creció en él hasta el punto en que no se detuvo hasta que llegó a la entrada.