Clase privada de música.

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El gimnasio techado del instituto no era muy concurrido entre semana.

Los días en el que el público lo saturaba solo se limitaba a fechas de competencias entre los colegios vecinos. Por ejemplo, el fin del semestre se acercaba y con él, el juego más importante de la temporada tocaba las puertas.

Y Jin Ling se tomaba muy enserio el voleibol.

Podría decirse que su espíritu competitivo junto a la sed juvenil por la victoria no podían venir de otro lado que de sus genes Jiang. La chica no tomaba como un simple asunto sin importancia el próximo partido, tampoco la preparación previa para resultar ganadoras. Pese a su dedicación por liderar a su equipo hasta conseguir el gran premio, algo más allá de sus grandes ambiciones impedia que se concentrara al cien por ciento en ese momento.

El llamado ocasionado por el pequeño silbato en las manos del entrenador indicó que debían comenzar con el entrenamiento.

Jin Ling estaba rodeada de su equipo; mientras instruir los ejercicios a hacer, sus manos apretaban un balón de voleibol discretamente.

La chica vestía con pantalones negros de licra cortos (bastante cortos, esa licra solo cubría por debajo de sus glúteos), rodilleras rojas y una playera deportiva de manga corta a juego con la parte inferior. Su cabello era retenido en una trenza en la parte baja de su nuca, algunos cabellos rebeldes que se liberaban de la delgada banda sobre su coronilla caían por su frente y le daban una apariencia despreocupada.

Tras hacer su última petición, las atletas llevaron sus manos al centro para dar una emotiva muestra de ánimo y comenzaron su calentamiento.

Mientras algunas realizaban ejercicios de ataque y defensa en pareja, Jin Ling cada vez más se alejaba de la accíón. La capitana daba voleo alto al centro de la cancha.

Incluso el entrenador la miraba confundido.

Daba la impresión que la Jin no quería estar ahí, desde que llegó su aura distante era muy visible.

Como fuera, lo dejó pasar.

Jin Ling era problematica fuera del gimnasio, pero dentro de la cancha era fantástica y el entrenador no encontraba sentido alguno llamarle la atención por un mal día que la chica atravesara.

Entonces ninguno la molestó y sin personas cerca, nadie podría ver como Jin Ling retenía sus labios entre sus dientes.

¿Pero qué era lo qué pasaba con ella? ¿Qué era lo qué albergaba a Jin Ling?

Bueno... todo era por las vibraciones.

Las malditas vibraciones causadas en su parte intima no le permitían concentrarse.

Jin Ling puso su mayor autocontrol para mantenerse firme, pero cuando la potencia de la vibracion en su interior incrementó, todo el trabajo invertido se fue por el retrete.

—... ¡Agh!

Sin previo aviso, cedió y cayó de bruces en sus rodillas enfundadas. El balón que antes manipulaba tocó el suelo y rodó hasta tocar las gradas.

—¡Capitana!

"Prrrrrr"

El silbato del entrenador indicó un tiempo fuera y todas las chicas del equipo corrieron al auxilio de su líder.

Por su parte, Jin Ling seguía mordiendo su labio inferior para evitar que más sonidos vergonzosos brotaran de su garganta, sus puños se apretaban contra la madera bajo ella, sus ojos ya derramaban lágrimas recelosas.

Extracurricular [Zhuiling ♀]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora