2 | Un oni a la espalda

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—¿Quieres hacer tú los honores o lo hago yo?

Lo considero por un momento. Igual esto no es tan buena idea como me había parecido en un principio.

—Baji estás seguro de-

—Lo hago yo.

Antes de que pueda reaccionar, Baji deja caer la cerilla y el coche estalla en llamas.

—JODER BAJI VA A EXPLOTAR.

—Claro que no —dice riendo mientras admira su obra—. Corre, será mejor que nos vayamos antes de que nos vea alguien.

—¡EH VOSOTROS! ¡¿QUÉ LE HABÉIS HECHO A MI COCHE?!

En un instante a Baji se le borra la sonrisa de la cara y el coche explota justo delante de nosotros.

Nos miramos a los ojos por un segundo y echamos a correr hacia el callejón más cercano.

—¡Por aquí! —el moreno me agarra del antebrazo y me conduce por una calle saliente.

Huimos algunas manzanas más hasta asegurarnos de que ya no nos persigue nadie y me desplomo contra el lateral de un edificio. Meto la cabeza entre las piernas para recuperar el aliento, Baji se sienta a mi lado.

Por un minuto solo se oyen nuestras respiraciones agitadas en el callejón.

—Eso —jadea—... ha sido...

—...increíble —termino la frase por él, ambos a penas respirando.

Nos miramos de nuevo a los ojos y echamos a reír. Baji es el primero en volver a hablar.

—Tendrías que haber visto tu cara.

—¡¿Mi cara?! ¡Tú estabas peor que cuando sacaste nota negativa en el examen de literatura!

—Ahhhhh... —El moreno se hunde a mi lado con un resoplido y retira la capucha que le cubría parcialmente la cara—. Echaba de menos esta sensación.

—Sí... —Suspiro deshaciéndome también de mi capucha—. ¿Me recuerdas por qué dejamos de hacer estas cosas?

El moreno mantiene su mirada al frente.

—Prometí no volver a hacer llorar a mamá...

—Oh.

Noto como la adrenalina comienza a desaparecer y me doy cuenta de lo que acabamos de hacer. Lo miro con los ojos muy abiertos.

—Mierda. Yo también prometí no causar más problemas a mi padre después de lo del año pasado.

Baji mantiene su rostro hacia el frente pero estudia mi perfil.

Sonríe ampliamente.

—Eres mala influencia. Todo esto ha sido idea tuya.

—¡¿Idea mía?! ¡Tú fuiste el que sugirió que quemásemos algo un día juntos! —protesto—. Además no me has dejado ni terminar la frase antes de apuntarte a venir conmigo...

Baji vuelve a reír y esta vez se gira para mirarme completamente.

—Bueno, ¿me vas a explicar a qué ha venido esa llamada diciendo que necesitabas quemar algo?

Desvío la mirada hacia mis brazos que abrazan mis rodillas contra mi pecho.

—Me apetecía hacer algo divertido.

Baji me observa en silencio un segundo.

—¿Es por tu padre?

El idiota suspenderá literatura pero a mí me lee con increíble facilidad. Me mantengo en silencio un segundo y asiento despacio sin mirarle.

Swords and roses || Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora