MY MAGE SYSTEM

Capítulo 5 - Probando Su Nuevo Cuerpo

Douglas hizo una pausa y después de completar otro papel le dio a Kevin una insignia, era un sol con una M adentro, luego le preguntó: "Vi que Alan te había acompañado personalmente, ¿entonces te contó sobre las tarifas de inscripción?"

Kevin asintió y sacó las 20 monedas de oro que necesitaba: "Ahí tiene, señor... me refiero a Douglas".

Douglas sonrió y tomó las 20 monedas de oro, luego se volvió y agarró una bolsa mágica que estaba en la mesa detrás de él.

Le entregó la bolsa mágica y dijo: "Aquí están los muebles necesarios para tus comienzos como mago.

También está su horario y el número de su habitación adentro, no hay muchas reglas en la secta, pero las que tenemos son muy estrictas, así que asegúrese de respetarlas".

Cuando vio que Kevin asentía con la cabeza, finalmente le dijo: "Vuelve aquí en dos días, saldremos a las 6 de la tarde y no esperaremos a los que lleguen tarde, ¿entendido?"

Kevin sonrió y dijo: "Sí, señor... bueno, me refiero a Douglas".

Cuando Douglas vio que a Kevin le daba vergüenza llamarlo por su nombre de pila, sugirió: "Si realmente te da vergüenza, puedes llamarme tío Douglas, ¿es mejor así?".

Kevin se sintió aliviado e inmediatamente dijo: "Mucho mejor, gracias tío Douglas, nos vemos en dos días entonces".

Kevin salió y puso la bolsa mágica que acababa de recibir directamente en la suya, luego caminó de regreso a donde había visto a Axel entrenar.

La técnica de espada de este hombre era verdaderamente excepcional. Siempre le había bastado con observar una técnica para aprenderla, y si antes la técnica de la espada no le interesaba, ahora que estaba en este nuevo mundo, no estaba en contra de ampliar sus conocimientos.

Lamentablemente para él el guapo Axel ya se había ido, estaba un poco decepcionado pero seguramente tendría más oportunidades en el futuro para admirar su técnica.

Al mirar más de cerca, vio que se trataba de un campo de entrenamiento, había todo tipo de armas colocadas en una mesa muy larga y había objetivos por todos lados para poder practicar.

Kevin sonrió, era lo suficientemente bueno para él, realmente necesitaba relajarse un poco. Además, le permitiría familiarizarse con este nuevo cuerpo.

Caminó hacia la mesa pero no encontró lo que buscaba, había dagas, pero era un poco prematuro usarlas.

Miró a su alrededor y finalmente encontró lo que estaba buscando, una escoba estaría bien. Al tomarlo, se dio cuenta de que el palo de escoba solo estaba anidado en el pedestal, eso era genial, no necesitaría romperlo para poder usarlo en ese momento.

Así que tomó solo el palo de la escoba y caminó hacia el centro del campo de entrenamiento.

Realizó algunos movimientos simples para probar su equilibrio y una vez que estuvo seguro de que tenía un buen control sobre el palo, comenzó a girarlo a su alrededor y luego usó algunas técnicas de lucha que él mismo había creado.

Axel, después de desahogarse en el campo de entrenamiento, se escondió en el techo justo en frente de él, se escondió en la sombra del otro edificio para poder disfrutar de un poco de paz y tranquilidad.

Los nuevos reclutas de este año no le inspiraron nada, además, los que venían de familias adineradas eran como siempre muy arrogantes y siempre se creían superiores a los demás.

Axel era huérfano y cuando tenía dieciocho años ingresó a la Secta del Sol. Después de eso, había trabajado duro sin descanso e inesperadamente, cuando tenía veinte años, había cambiado de forma a lobo por primera vez.

Y afortunadamente para él, los ancianos de la Secta del Sol lo habían guiado y ayudado para que pudiera dominar su cambio de forma y usarlo para volverse aún más fuerte.

Había seguido entrenando duro y ahora era considerado un genio entre los luchadores de la Secta del Sol, estos jóvenes que provenían de familias ricas se desilusionarían rápidamente.

No había privilegiados en la Secta del Sol, todos comenzaron en el mismo nivel y recibieron el mismo trato.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando vio a un joven entrar al campo de entrenamiento, era la primera vez que lo veía aquí.

Debía ser nuevo ya juzgar por su hermoso rostro con aire todavía infantil, no podía tener más de 18 o 19 años. Su cuerpo era bastante alto y esbelto a pesar de que se veía un poco demasiado delgado.

Lo siguió con la mirada y cuando lo vio caminar hacia un rincón donde había una escoba, lo vio llevar solo el palo de la escoba.

Luego regresó al medio del campo de entrenamiento y después de solo unos minutos no podía apartar los ojos de este joven.

Nunca antes había visto este estilo de lucha, este joven era muy bueno, pero después de solo 20 minutos se detuvo, sin aliento.

Axel negó con la cabeza y pensó para sí mismo que era un desperdicio que alguien con tanto talento estuviera en tan mala condición física.

Lo vio luego caminar hacia la mesa donde había armas y luego lo vio recoger dos dagas.

Lo vio probándolos y cuando estuvo listo lo vio lanzar la primera daga al blanco que estaba cerca de él. La daga dio en el centro del blanco, pero este joven no parecía satisfecho.

Estaba a punto de lanzar el segundo, cuando de repente se dio la vuelta y le arrojó la daga directamente.

Kevin había sentido una presencia que lo había estado observando durante un tiempo, pero pensó que él o ella terminarían yéndose solos.

Solo que, después de lanzar la primera daga, a pesar de que había dado en el blanco que quería, estaba realmente enojado por tener un cuerpo tan débil.

Kevin probablemente nunca había hecho ningún ejercicio para estimular sus músculos, iba a tener que arreglar eso y rápido.

Había obtenido la información que quería sobre su nuevo cuerpo y en lugar de irse en silencio, había decidido averiguar quién lo había estado observando todo este tiempo.

Así que había arrojado la daga que aún tenía en la mano a la viga de madera que estaba cerca de esa sombra, y unos segundos después vio a Axel aterrizar frente a él y este último le entregó la daga que acababa de arrojar.

Kevin se sorprendió, ni siquiera había visto a Axel moverse, solo había visto desaparecer la sombra y aparecer Axel frente a él con la daga en la mano.

Preguntó demasiado sorprendido para ocultar su asombro: "¿Cómo hiciste eso?"