01: quimera

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"te imagino sin dormir, leyendo las paredes, borrando nombres que no fui"

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Una vez al año, los habitantes del pequeño pueblo de Jisung se reúnen en la feria con una o dos flores en las manos, dando vueltas por la zona central, buscando alguien que les llame la atención para entregar una rosa. Es tradición que, si aquella persona especial la recibe, entonces tienen oportunidad de conocerse por lo que resta del día.

Jisung trabaja vendiendo flores a los pretendientes; flores con espinas porque, vamos: no es fanático de lo romántico.

Y, de tanto verlo fracasar en el amor, le parece sorprendente que Bang Chan aún le compre flores a él; sorprendente que lo siga intentando.

Es por él que acepta el trabajo cada 14 de marzo, aunque aún no se ha dado cuenta de lo mucho que lo mira.

- Estúpido - dice entre dientes cuando lo ve aparecer en la plaza central a primera hora esa mañana, como cada año. Se voltea en su lugar con la cesta de flores colgando de uno de sus brazos cruzados. Quiere ignorarlo, dios, claro que quiere, pero le es imposible cuando el rubio se acerca oliendo tan bien.

Es entonces que nota lo arreglado que va. Jisung tiene la impresión de que cada año se esmera un poco más. No entiende, ¿a quién está buscando, en realidad...? Es un pueblo pequeño: si en todos esos años no ha encontrado a alguien, seguramente sea porque ese "alguien" no existe.

- Hola - lo saluda naturalmente, incluso si es solo cada día blanco que se dirigen la palabra. - Hoy serán... Cinco, por favor.

- Vaya... Parece que alguien está desesperado - se burla mientras elige de su cesta las rosas más llenas de espinas que esa mañana cortó de su jardín solo para ese frecuente cliente en particular. - ¡Suerte!

- ¿Ya no cobras?

- A ti no - le guiña un ojo de manera burlona. - Con todo lo que has gastado en flores en la última década, me parece descortés dejarte en bancarrota.

- Siempre tan considerado, Han Jisung.

El nombrado presiona sus labios con enfado, negando levemente con la cabeza. Deja que Bang Chan se aleje y lo mira tomar asiento en el borde de la fuente aún apagada de la plaza. Aún no hay bastante gente y entiende que su propósito es esperar un poco más.

Y, no va a negarlo: es su día favorito del año. Contrario a lo que cualquiera podría suponer, a Han Jisung le encanta ver los dramáticos rechazos que surgen por todas las esquinas, porque son pocos los "afortunados" que consiguen pareja en ese evento que abre la Feria de la primavera en el pequeño pueblo a las afueras de Daegu.

- ¡Llegas tarde! - le reclama a su amigo JeongIn cuando lo ve aparecer con su bonito traje desordenado y las flores casi destruidas por su largo camino hasta el lugar. Ambos se dedican a lo mismo, así que al menos no se aburre tanto en la larga jornada.

- Pero mira qué lindas - le presume las flores que acaba de recoger horas atrás. Es verdad: todas son hermosas y, lo que es más importante, no tienen espinas.

Si JeongIn era tal cual un bonito y delicado Cupido, Jisung era literalmente un Cupido negro. Tan fanático del caos y el desamor que a JeongIn le parecía irreal.

- Ajá, preciosas - gira los ojos, poniéndolos en blanco un par de veces. - ¿Te hicieron daño? - se refiere al proceso de cortar las espinas.

- Nop, y este año estoy decidido: te encontraré a alguien para pasar el próximo 14 de febrero, sí o sí.

- ¿Ese es tu plan...?

- ¡Desde hace tres años, Han!

- Ah... ¿En serio? ¿Por qué...?

- Porque estoy cansado de ser tu San Valentín.

- Y prefieres ser Afrodita - murmura molesto.

- Sabes que no entiendo tus referencias mitológicas.

- Psique era la más hermosa de las hijas del rey Anatolia, y Afrodita, o sea tú, estaba celosa... Por eso mandó a su hijo Cupido a flechar el corazón de Psique, o sea yo, para que se enamorara del hombre más horrible y ruin que encontrase.

- ¡No eres más hermoso que yo!

- ¿Viste? Celos.

- Eres terrible... - se ríe con gracia. - Si quisiera que te enamoraras del hombre más horrible y ruin, tendía que hacer que te enamores de ti mismo y eso lo tienes más que dominado.

- Como sea: no, gracias.

- Pero en serio, Han, ¿en todos estos años nadie te ha llamado la atención?

Por pura inercia, o eso jura, resulta mirando en dirección al rubio de hace rato. Si es sincero, en todos esos años no hace más que darle curiosidad. Sonríe con algo de lástima: ese chico debe tener demasiado amor para dar, y debe sentirse triste, sí, porque entrega todas sus flores y nada funciona. Casi nadie las recibe, además, y nadie le lleva rosas a él. Debe estar frustrado, cuanto menos. Cansado de ir tachando los nombres de cada persona en el pueblo que no fue su "media naranja" o lo que sea.

- ¿Cuáles serán sus flores favoritas...? - se le escapa preguntar bajito. JeongIn se sorprende por ello: por lo general, las personas solo preguntan aquello cuando están realmente interesadas. Quiere decir que su amigo pretende acercarse a alguien por primera vez desde que se conocen y trabajan juntos en ello.

JeongIn mira en la misma dirección y busca al chico que aparentemente le roba los suspiros al castaño.

- Supongo que las tuyas - es su conclusión.-- Nunca lo he visto comprarle a alguien más.

- ¿Crees que...?

- Sí, Hannie: deberías darle una rosa.

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El dia de las flores 。:¡!♡* ChanSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora