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".・゜゜・Jisung trabaja vendiendo
flores a los pretendientes de su
pueblo; flores con espinas porque,
vamos: no es fanático de lo
romántico.
Y Bang Chan no se cansa d...
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"ámame solo hasta esta primavera"
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Jisung adora ver a las personas que fracasan en el amor todos los años; son contadas las ocasiones en las que lo siguen intentando y, además de Bang Chan, su fracaso favorito durante el festival de las flores es Seo Changbin.
Ese día llega más para la tarde, cerca del anochecer. La plaza central del pequeño pueblo ya se encuentra iluminada por aquellas bombillas de luz semejante a los rayos del sol, pero más tenue y romántica, o eso juran los organizadores del evento.
Por una de las entradas más grandes, marcada por un arco natural donde crecen flores pequeñitas y enredaderas que toca controlar antes de formarse una cortina, entra Seo Changbin con un ramo color lila.
Jisung suelta un suspiro cansado seguido de una risilla inocente que le llama la atención a Bang Chan, quien sigue sentado a su lado a pesar del paso de las horas.
- ¿Qué es tan gracioso? - se atreve a preguntar. Jisung niega divertido y señala al chico ébano que no parece tan animado.
- Es su décimo octavo año aquí.
- ¿Eso te causa gracia? - parece herido, pero Jisung asiente.
- Su primera vez en el festival fue con seis años: sus padres lo trajeron por vivir la experiencia apenas se mudaron al pueblo, o eso dice mi madre porque yo aún no estaba vivo en esos días, aunque sí estaba en su barriga.
- ¿Se le declaró a alguien tan pequeño?
- Sí, pero... Lo que me hace gracia es que nunca elige a otra persona: siempre se declara al mismo chico, y siempre es rechazado. Me recuerda a ti.
- Yo no me declaro siempre a la misma persona.
- El caso es que Changbin cada año hace algo diferente: se deja crecer el cabello, usa ropa casual o más formal, se tiñe, hace mucho ejercicio... Siempre deseando ser algún 14 de marzo suficiente para ese enamorado suyo.
- ¿Quién es el enamorado en cuestión?
- Lee Minho.
- No lo conozco.
- Él se dedica también a vender flores. En aquel entonces, Changbin eligió comprarle sus primeros ramos a él, y se los entregó todos de inmediato. Minho se echó a llorar y salió corriendo.
- ¿Y Minho jamás ha pensado en darle una oportunidad...? Quizás así, al menos, se lo quita de encima.
- Minho ha pasado por muchas cosas, muchas etapas... Yo lo entiendo: no quiere que lo lastimen.
- ¿Cómo sabes tanto de todos?
- Creo que no ha habido un solo catorce de marzo que no lo haya pasado aquí; ya te dije: incluso desde el útero de mi madre tuve que asistir. Y, bueno, aunque sea algo de una vez al año, aprendes mucho de las personas.
