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".・゜゜・Jisung trabaja vendiendo
flores a los pretendientes de su
pueblo; flores con espinas porque,
vamos: no es fanático de lo
romántico.
Y Bang Chan no se cansa d...
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"tú y yo somos como dos aeroplanos: girando la vista para no encontrarnos, buscando un pretexto para estrellarnos... Extraños queriendo ya no extrañarnos..."
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- Estúpido - repite una y otra vez caminando por ahí. Es parte de su trabajo dar vueltas por la plaza, esperando que algunos pretendientes se acerquen al distinguir su traje completamente blanco para comprarle flores. Y está enfadado, sí... Se enoja por la idea de que debería tomar unas cuantas flores para ofrecerlas a Bang Chan. Le parece, cuanto menos, estúpido imaginarse en una situación así. - Estúpido, estúpido, estúpido...
- ¡Ay! - un chico grita sorprendido cuando, aparentemente, lo patea en el camino. Pero, vamos, ¿qué culpa tiene él de que otro estúpido recoja flores del suelo?
- ¿Qué mierda haces? - le pregunta a regañadientes. ¿Acaso ese muchacho planea ofrecerle flores de pavimento a alguien...? No, bueno... Eso no va a funcionar.
- Pues recogiendo flores, ¿qué más? - resalta lo obvio. A Jisung le hierve la sangre por el tono cínico del azabache, así qué se va sin decir más, tensando la mandíbula mientras se dirige al lado contrario de la fuente donde Bang Chan aún descansa en silencio. - Qué bobo - llama a Jisung cuando se pone de pie.
Es el primer año que HyunJin asiste a El día de las flores en su pueblo; se decía en su familia que solo tendría edad para ello al cumplir los 18 y estaba emocionado.
Sabía de unas cuantas personas que deseaba ver ahí ese día: realmente estaba ansioso por entregar sus primeras flores de la mañana. No sabe bien cómo funciona, solo que la gente camina en todas direcciones observando a los posibles amores de sus vidas antes de elegir a alguien y, entonces, lo único que debe hacer es acercarse y ofrecer sus florecillas.
Ese año no estaba siendo un buen año para su economía y por eso no consiguió comprar las mejores flores del mercado, pero su inocencia le decía que eran suficiente las pequeñas bidens que crecían en las grietas del pavimento de la plaza central, por ello llegó temprano: antes de que cualquier idiota pudiera aplastarlas.
- Estúpido - repite Jisung entre dientes cuando mira que ese chico comienza a dar vueltas por la plaza. Literalmente no hay nadie, ¿qué pretende que hace...?
A HyunJin no le importa demasiado lo patético que luce dando saltitos por ahí; está emocionado. A las pocas vueltas, ya está un poco cansado, pero consigue ver a la distancia que alguien que le llama la atención aparece por la entrada principal del sitio sin techar. Se queda completamente quieto cuando lo nota: quizás es él quien merece sus flores.
Camina lento cuando ve que el chico rubio paga por un par de flores blancas y también camina. Se voltea porque no desea ser descubierto mirando su belleza; se toma un momento para recuperar el aliento y vuelve a caminar.
