Capítulo 7

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Narra Verónica

Cuando llegué a mi oficina lo primero que hice fue prepararme un café y después mirar en mi computadora a ver si mi fea asistente ya había llegado.

-Que costumbre la mía de tener que pasarme vigilando a esta horrible mujer. - dije mientras la miraba en la pantalla de mi computadora mientras disfrutaba mi café.

Mi asistente estaba como siempre detrás de su escritorio terminando de hacer los informes del día, a pesar de que no la tenía de frente y cerca, pude darme cuenta de que se miraba cansada como si no hubiese dormido.

-Señorita Gabriel si ya me tiene listos los informes tráigalos. - le dije por el intercomunicador al ver que se recargo en su silla.

No tardó ni dos minutos en llevarme los informes. Cuando entró a mi oficina la mire disimuladamente de pies a cabeza.

Esta vez iba vestida con una falda roja en tubo y una blusa blanca de vestir de los tres años que lleva trabajando para mí nunca la había visto vestir con una falda ajustada y no puedo negar que se miraba bien, aunque la falda le llegara a bajo de las rodillas.

Pero cuando mire su cara, esos feos lentes que siempre usaba le quitó el encanto, después de poner los informes sobre mi escritorio la mire salir de mi oficina.

Me concentre en firmar esos informes, pero llamó mi atención la imagen que tenía en mi computadora donde tenía en reproducción la cámara que tenía grabando como siempre a mi asistente.

Esa mujer se estaba comiendo una paleta mientras trabajaba, me quedé embobada mirándola, reconozco que se miraba sexy con esa paleta dentro de su boca.

-Pero que pensamientos tan absurdos tengo. - dije moviendo la cabeza para después regresar los ojos a los papeles que tenía frente a mí.

Después me puse a hacer los planos de una tienda que se construiría en un hotel.

-Puedo pasar señora. - escuché esa voz de mi asistente.

Ni siquiera la mire y le indique con mi mano que pasará.

Ella se paró a un lado de mí y tendió unos planos en la mesa junto al lado de donde yo estaba haciendo los planos de la tienda.

Me dijo que la sacará de dudas sobre unas medidas de uno de los baños del centro comercial que se haría en sólo unos días.

Se inclinó hacia mí para indicarme el plano y mire ese hermoso encaje blanco de su sostén que se lograba ver por qué su blusa se le había desabotonado.

Me pidió disculpas cuando se dio cuenta que la estaba mirando, ¿Cómo una mujer podía disculparse por que alguien se le quedará mirando? yo fui quien debió disculparse por verla en la forma que la miré.

Estaba tan cerca de mí que un rico olor a fresa me llegó, le pregunte que si había comido fresas y ella negó y me dijo que quizás era el perfume que usaba.

Ese olor era tan delicioso que puedo jurar que la noche que me puse borracha y desperté en ropa interior en mi cama, las sábanas y las almohadas olían a ese delicioso olor a fresas.

Estaba tan obsesionada con ese sueño que tuve con la mujer de cuerpo hermoso y tatuaje precioso, pero con la cara de mi asistente.

Le pedí que me ayudará a terminar los planos mientras yo corregirá las medidas de los planos que me llevo. Ana siempre notaba esos pequeños detalles en los planos que a veces yo no notaba.

Estábamos las dos en silencio, pero la forma en cómo movía esa paleta de caramelo en su boca me tenía tan distraída y apuntó de tener un orgasmo.

No le dije nada, la deje que siguiera saboreando su paleta, pero al parecer se concentró tanto en su trabajo que se le olvidó que estaba en mi oficina trabajando y contestó una llamada que recibió poniendo su celular en alta voz.

Escuché como le decía "corazón" a una tipa quien sólo le llamo para decirle que esa noche dormiría con ella en su casa y que ella llevaría la cena.

No tenía idea porque me daba coraje saber que esa mujer nada bonita tuviera pareja, no me quedé con la duda de saber si esa tipa era su novia.

Pero lo que más me sorprendió fue su respuesta, Ana y esa no eran novias, sólo amigas con una amistad abierta con ciertos privilegios, incluso me dijo que no tenía que ser novia de ella para dormir juntas.

Ella odiaba los celos y los reclamos por eso prefería ser sólo amiga de ese tipo.

Ya no seguí preguntándole y nos concentramos en el trabajo, pero yo de vez en cuando la observaba, ni siquiera salimos a comer así que cuando terminamos el trabajo decidí ir a descansar y le dije que ella hiciera lo mismo.

Todavía faltaban dos horas para que terminará su día de trabajo, pero ya me había ayudado mucho así que la deje salir antes, yo salí antes que ella porque ella se quedó acomodando todo.

Cuando baje hasta el estacionamiento me entretuve buscando música para ir escuchando en el camino a mi casa, después mire que mi asistente salió del elevador con su bolso en su mano y hablando por celular.

-Y ella que hace aquí. - dije porque nunca la había visto bajar al sótano, es más ni siquiera sabía que tenía auto.

La mire caminar hasta un auto rojo último modelo y subió en él.

-Como es que una mujer como ella tiene un auto como ese - dije al verla, el sueldo que tenía no era nada mal pero no creó que le alcanzará para pagar un auto así o sólo que lo estuviera pagando en mensualidades.

La mire salir en ese auto y salí enseguida, yo tenía que ir a casa de mis padres que vivían del lado sur de la ciudad mire que Ana entró a la cafetería que estaba frente al edificio donde estaba la constructora, pero no tardó en salir.

Yo me concentre en el camino escuchando música. Cuando me detuve en un semáforo miré el auto donde subió Ana a sólo dos autos de mí.

-¿Acaso ella vive hacia este rumbo?. - me pregunte.

Se estaciono afuera de un edificio de departamentos de lujo de esos de donde personas de dinero pueden vivir.

-¿Acaso vive aquí.? pero entonces ella es quizás de familia adinerada. - dije cuando la miré entrar a ese edificio.

Me quede un rato ahí enfrente del edificio a esperar a ver si salía, quizás solo había venido a ver a alguien por eso dejo su auto en la calle y no en el estacionamiento privado de ese edificio.

Ya estaba a punto de irme cuando la mire salir completamente diferente a como fue a trabajar, incluso se miraba diferente y no llevaba puesto esos lentes feos que usa.

-¿En serio esa mujer es mi asistente.? - dije cuando la mire vestida con una falda negra floreada hermosa y una camisa blanca de hasta los codos y unos altos tacones, esta vez traía su cabello suelto y estaba maquillada muy diferente a como siempre estaba.

Esa mujer no se parecía en nada a mi asistente quizás estaba confundiendo a esa hermosa mujer que salió de ese edificio con la fea de mi asistente.

-Señorita Gabriel, se me olvidó darle esto que le trajeron esta mañana. -le dijo el portero del edificio.

Y cuando escuché su nombre no me quedo ninguna duda de que esa mujer si era mi asistente. - entonces porque al trabajo va vestida y siempre con ese horrible chongo en el cabello. - dije cuando supe que durante tres años he tenido trabajando para mí una hermosa mujer y no la fea que siempre miro en mi constructora.

Tuve que tomarle unas fotos para estar segura de que ella si era Ana Gabriel mi asistente.

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The Obsession (VerAna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora