El lunes llegué como siempre a mi oficina por más que Verónica intentaba hablar conmigo, yo sólo hablaba con ella por cosas de trabajo, en ocasiones llegaba antes que yo y me dejaba una rosa en mi escritorio.
Esas rosas yo las tiraba en la basura. Durante las dos semanas que faltaban para que mi contrato se terminará yo sólo estaba cerca de ella cuando tenía que ayudarla hacer algunos planos.
Un día antes de que mi contrato terminará yo le lleve los contratos de todos los que renovarán contrato para que ella los firmará, pero el mío no estaba ahí.
En lugar de mi nuevo contrato estaba mi carta de renuncia.
-Ana puedes venir a mi oficina a hora mismo. - me dijo por el comunicador, ya no me decía señorita Gabriel ahora me hablaba por mi nombre.
-Ahora voy señora.
Me levanté de mi silla y tome mi libreta de apuntes y me fui a su oficina, ni siquiera toque cuando me dijo que pasará.
-¿Que se le ofrece señora?. - le pregunté acercándome a su escritorio.
-Porque en vez de tener la renovación de tu contrato tengo sobre mi escritorio tu carta de renuncia. - me dijo al mismo tiempo que se paró y rodeó su escritorio para pararse frente a mí.
-Porque ya no trabajaré para usted señora.
Sentí como me agarró y me jalo para dejarme muy pegada a ella, intenté alejarme, pero me tenía abrazada de la cintura.
-Porque estas empeñada en alejarte de mí, porque me lastimas de esta manera, que no te das cuenta de que estoy enamorada de ti Ana.
-Pero yo no la amo, porque dice que me ama cuando va a ver cada fin de semana a esa mujer con la que se acostó a ese club.
Me soltó y mire como le dio un golpe al escritorio.
-Se que te amo y estoy completamente segura de mis sentimientos y porque te molesta que me acostará con otra mujer si tu misma me dijiste que no querías ninguna relación sería conmigo y si yo me acosté esa noche con esa mujer y también es verdad que voy a verla cada fin de semana, ¿sabes porque lo hago?, porque tú nunca quieres pasar una noche conmigo haciendo el amor, pero si te acuestas con tu amiga y yo sólo debo de tragarme el coraje y los celos.
Tragué saliva y sentí un nudo en la garganta al verla con sus ojos llenos de lágrimas.
-Yo sólo vine hoy a trabajar porque era mi último día de mi contrato y no quería irme sin decirle nada- me di la media vuelta. - y si ya no me quiere para otra cosa señora me voy a terminar mi trabajo.
Regresé a mi oficina y me puse a terminar todo el trabajo que tenía, no quería irme sin dejar todo en orden, cuando termine ya casi era la hora de mi salida y fui a dejarle unos proyectos para que los firmara.
Esta vez tuve que tocar a su puerta porque no me dijo que pasará como siempre lo hacía, no la escuché decir que pasará.
Abrí la puerta y ella no estaba ahí, deje los papeles sobre el escritorio y me fui a mi casa, no sabía porque me dolía se suponía que debería sentirme feliz pero no era así.
Al día siguiente cuando fui a recoger mis cosas y a firmar mi renuncia, ella no fue a la oficina, el guardia de seguridad me dijo que no fue al trabajo.
Abandoné ese edificio sin verla, yo seguía trabajando en el club los fines de semana pero esa mujer ya no iba a ver bailar a Queen B.
Cuando estaba en mi camerino después de bailar mire entre mis cosas la invitación que me había dado el Príncipe que me había revelado su nombre y era Marco Antonio Solis para la fiesta que quería que lo acompañará.
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The Obsession (VerAna)
RomanceAna Gabriel tiene desde los 18 años trabajando en un pretigios club como bailarina y a la vez trabaja como secretaria personal de la CEO Verónica Castro, todo se complica una noche qué Verónica se emborracha porque su prometida la dejó horas antes d...