- ᴛᴏʙʏ -

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༒︎ Conforme pasó el tiempo se dió cuenta de que habían varias cosas en las que Slenderman lo había manipulado, y él lo permitió inconscientemente porque no tenía idea de lo que el hombre sin cara hacía.

Y es que Tobías dejó que Slenderman tuviera control sobre todas sus decisiones sin siquiera saberlo, había cosas que él hacía sin oponerse aunque pensara que no era lo mejor o incluso, si él no estaba de acuerdo en sí con la misión en general.

Pero no tenía opción. Nadie la tenía y nadie la tendría nunca.

Y pese a saber aquello, era capaz de ver que de vez en cuando Masky, Kate e inclusive Hoodie, se negaban a cumplir algunas de sus peticiones y a decir verdad, Slender no parecía molestarse en lo absoluto y no los obligaba.

Sin embargo, él mismo encontraba la manera de convencer a Toby de hacer lo que no quería hacer, tampoco le importaba usar el chantaje emocional o sus poderes para atormentar a Rogers con su pasado para que el castaño terminará aceptando su petición con tal de que detuviera su tortura.

A Tobías siempre le desagradaron sus alucinaciones, y Slender lo sabía.

Y al final del día Toby terminaba aceptando lo que Slender le imponía, importándole un carajo si Erin era capaz de pensar por sí mismo, eso sólo le era relevante si con ello podía obtener el mejor resultado de una misión si su plan fallaba.

Así que mientras pasaban ls temporadas y Tobías aguantaba, llegó un punto en el que ya no le importó nada y se atrevió a llevarle la contraria a Slender.

No es un secreto que al hombre de traje le molesta la desobediencia de las personas que le juraron lealtad, y tampoco era un secreto para nadie en la cabaña que sus seguidores recibían castigos si esto llegaba a suceder.

Por lo que cuando Rogers habló con Slenderman en su habitación y puso las cartas sobre la mesa, la criatura no dudó en amenazar con las torturas psicológicas.

“Me importa una mierda, de todos modos las voces nunca se callan y veo a mi hermana muerta siguiéndome a donde sea que vaya...simplemente no puedo escapar”

Argumentó Toby, y Slenderman se vió derrotado, por lo que optó por algo más inusual, no era extraño para él pero casi nunca usaba esos métodos.

Tobías se sentía sumamente orgulloso de que tras tantos ataques y encuentros nunca perdió ninguna extremidad, fue precisamente por eso que se quedó perplejo cuando vió su dedo caer y escuchó el ruido sordo en la alfombra bajo sus pies.

“Puedes pasar a recogerlo a mi oficina en cinco horas”

La gutural voz del hombre pálido frente a él lo sacó de su trance y lo observó guardar su dedo cortado en un recipiente con hielos que había sacado de la nevera.

Erin detuvo el sangrado del resto de su extremidad y esperó pacientemente hasta que Slender le indicó que debía ir con el Dr. Smiley para que volviera a unirle su dedo.

Toby se limitó a asentir y a permanecer en silencio mientras Smiley le cosía de nuevo su dedo, el doctor bromeó un poco y preguntó qué había ocurrido pero Rogers sólo dijo que era una estupidez.

Al final Smiley le dijo a Slender que debía reposar un tiempo para que la herida sanara de la mejor manera posible.

Él aceptó el dejar reposar a Toby y mientras eso pasó, pensó en que quizá debía tener más flexibilidad con Rogers porque después de todo era de sus mejores hombres.

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