Día 2

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Canonverse

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La noche estaba más fría que de costumbre o quizá, era la frialdad que sentía su pecho al recordar lo que, desgraciadamente, le estaba esperando.

Había salido de la comodidad del salón en el que se encontraba reunido con sus camaradas; para pensar, tomar un poco de aire o, simplemente, olvidar. ¿Qué daño tan atroz pudo haber cometido para llevar todo ese peso sobre sus hombros? La respuesta, no la conocía.

Fijó su vista al firmamento, sin observar con claridad, absolutamente, nada. La oscuridad era tan espesa que, apenas dejaba destellar a las estrellas. Parecía como si la noche se devorara su brillo, tal y como, le estaba sucediendo a él con la luz de su vida.

—¡Eren! —exclamó una dulce voz. La voz del único ser que le había obsequiado felicidad—. ¿Has olvidado que eres objetivo enemigo? Todos te han estado buscando.

Jaeger no respondió. Solamente se quitó con su mano el rastro de agua salada que, sin permiso, había abandonado su rostro. Le dolía, le ardía el pecho con fuerza, pero no podía compartir su pena, no esa noche, no con ella...

Mikasa parpadeó rápidamente. Suspiró y con cautela se acercó al joven que desde que, era una niña, le había robado el corazón. Se puso a su lado y dirigió su mirada al mismo sitio que Eren estaba observando.

»—¿Es el niño del mercado? —inquirió Mikasa al ver a un chiquillo junto a un anciano que, amablemente, les había saludado—. ¿Pasó algo?

—Nada aún —espetó Jaeger con frialdad.

—¿Qué quieres decir? —La azabache no comprendía realmente qué era ese lugar—. Esto es...

—Aquí es donde viven los que han perdido su hogar por la guerra. Así como nosotros —expresó—. Un día, nuestra rutina terminó de pronto y todo nos fue arrebatado —fijó sus ojos verdes en el campamento mientras veía a las personas conversar con tranquilidad—. Nuestra libertad nos fue robada.

La pareja observó en silencio por unos minutos todo a su alrededor. La crueldad y la sed de poder de los seres humanos era capaz de arrasar con todo, sin importarles nada.

»—Mikasa, ¿por qué...? —murmuró. Eren tenía una pregunta que le quemaba la piel. Debía hacerla, necesitaba hacerla. Sus acciones dependían de su respuesta—. ¿Por qué te preocupas tanto por mí?

—¿Eh? —La joven no sabía qué decir. Jaeger le había lanzado un dardo sin previo aviso.

—¿Es por qué te salvé cuando eras una niña? —giró su cuerpo para quedar frente a ella, lo que pronunciaran sus labios haría la diferencia—. ¿O es por qué soy tu familia?

La joven no podía ni hablar, se sentía desnuda ante esa profunda mirada que le traspasaba el alma. ¿Qué era lo que le sucedía? ¿Por qué de repente preguntaba esas cosas? Realmente, no lo sabía. Lo único de lo que estaba segura, era de lo que sentía, pero ese no era el momento para confesarlo.

»—Mikasa, ¿qué soy para ti?

Esa simple pregunta le derrumbó su mundo. ¿Qué era Eren para ella? El moreno lo era todo. Él era su fuerza, su lucha constante, su seguridad, su hogar, su soplo de energía. Eren era... el amor de su vida.

—Eres... —balbuceó al sentir sus ojos puestos directamente en sus labios— mi familia.

La repuesta llegó y no de la forma en la que le hubiese gustado. Eren ansiaba escucharla confesar sus verdaderos sentimientos. De haberlo hecho, la habría tomado de la mano para escapar juntos de ese lugar y vivir a plenitud sus últimos años de vida. Sin embargo, hacer eso lo convertiría en un egoísta.

Mikasa no merecía vivir escondida, tampoco sufrir en silencio cuando sucediera su partida y, lo más importante, no la dejaría atada a un mundo donde ella no pudiese ser libre.

Quizá en otras vidas, quizá en otros lugares, quizá en otros momentos, su historia sería completamente diferente.

FIN.

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¡Hola!

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¡Hola!

¿Cómo están?

Confieso que siempre había querido escribir algo referente a este momento. Todos sabemos lo que hubiese pasado si Mikasa hubiera dado una respuesta diferente, pero era algo que no podía ser, por más doloroso que fuera.

Espero les haya gustado. El próximo es un tema que amo con las fuerzas de mi alma.

Nos leemos mañana.

Con amor.

GabyJA

Forever and ever [EreMika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora