Forever and ever [EreMika]

Día 5

.
.
.

Mafia

.
.
.

Las luces en la ciudad brillaban. El bullicio de los autos era estridente y la fila para entrar al mejor bar de la región era interminable.

Dentro del establecimiento, los tragos iban y venían. La música sonaba a todo lo que podía dar y la algarabía de los jóvenes era inminente.

Era una típica fiesta de viernes por la noche. Aunque en las profundidades del lugar, se llevaba a cabo una reunión importante.

Sucedía que el dueño de la discoteca, era el líder de la mafia más temible de todo Japón. Sus fachadas para el lavado de dinero siempre eran las mejores, pues muchos de los negocios más exitosos de ese país, eran de su propiedad y nadie más que sus allegados lo sabían.

Esa noche, tenía una cita especial con el cabecilla de otra organización delictiva importante. Su líder era una hermosa mujer de cabello tan oscuro como la penumbra y profundos ojos grises.

Eren Jaeger se había encargado, personalmente, de invitarla a su centro nocturno para discutir ciertos convenios.

—Cada día estás más hermosa, Mikasa —espetó el moreno al entregarle una copa de su mejor vino—. Espero te guste, lo mandé a traer exclusivamente para ti.

—Es exquisito —musitó luego de saborear la bebida. Verla disfrutar de un buen vino era un completo deleite—. Me han comentado por allí que tus negocios van viento en popa. La idea de exportar la droga dentro de las rosas te funcionó.

—Por eso te pedí que vinieras, gracias a ti es que todo fue un éxito —arguyó mientras se acercaba cada vez a la mujer—. Sin tu conocimiento, esto hubiera sido un completo fracaso. Por eso voy a entregarte las primeras ganancias de nuestro trato.

Eren le entregó un portafolio muy pesado. Mikasa lo tomó y lo colocó sobre la mesa. Una pícara sonrisa se le dibujó en los labios cuando lo abrió y se encontró con los enormes fajos de billetes.

Eren la tomó con sus manos por la cintura y con su cálido aliento rozó su cuello. Esa mujer era un pecado constante, en el que estaba dispuesto a perderse, toda su maldita existencia. La azabache giró su cuerpo para quedar frente al hombre que la hacía suspirar.

Los líderes de las organizaciones delictivas más importantes de todo el país, sostenían una relación clandestina desde hace varios años. Sus socios lo sospechaban, pues sus miradas lascivas eran inconfundibles; sin embargo, no comentaban nada para no morir de una forma miserable.

Sus negocios eran lo primordial y, por lo tanto, no podían declarar su amor antes todos, ellos tenían una reputación muy alta que mantener. No obstante, en la oscuridad, a puerta cerrada y sin que les interesara lo que otros pudieran murmurar, se profesaban toda la pasión y el deseo que desbordaban sus cuerpos.

—Tenemos que discutir sobre nuestro próximo cargamento. Estaba pensando que deberíamos tener una ruta directa con Málaga —comentó mientras acariciaba con delicadeza el sedoso cabello de su amante—. Eso nos daría puerta libre al Mediterráneo.

—Como siempre, tus estrategias son las correctas —musitó cerca de sus labios—. Todo lo que tú desees será posible. Sabes que tus palabras son una orden.

—Sabías que, ¿esta es una de las razones por las cuales te amo tanto? —confesó clavando sus profundos ojos en la mirada esmeralda de su amado.

—Así y, ¿cuáles son las otras? —inquirió Jaeger con mucha curiosidad—. Deseo conocerlas todas para complacerte.

—¡Oh, querido! Esta que te voy a mostrar te va a fascinar —dijo antes de apoderarse de sus labios con necesidad.

La pareja hizo a un lado su reunión para darle rienda suelta a su amor. Un amor candente que hacía erupción cada vez que se entregaban.

Afuera, sus guardaespaldas vigilaban que nadie los interrumpiera, mientras ellos sucumbían juntos al fuego del mismísimo infierno.

FIN.

.
.

¡Hola!

¿Cómo va su viernes?

Les gustó el tema de hoy, a mí me encanta. Este tipo de géneros es uno de los que más amo escribir. Espero les haya gustado.

Nos leemos mañana.

Con amor.

GabyJA