"Una masa de materia gris con forma de almendra aproximadamente dentro de cada hemisferio cerebral, involucrada con la experiencia de las emociones, sobre todo el miedo".
En el que la protagonista sabe algo que no debería sobre sus dos mejores amigo...
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Sidney había entrado corriendo antes de que Stu y Randy aparecieran, así que las dos estáis detrás de la puerta, recuperando el aliento. Hay un ruido que viene del piso de arriba que suena como un arrastre. Ves a Billy luchando por ponerse de pie mientras se apoya contra la pared, con la camisa manchada de sangre por las heridas.
"Jesús, Billy, pensé que estabas muerto", murmuras, sorprendida de que todavía esté vivo.
Se acerca a ambas antes de caer por las escaleras y aterrizar en el suelo poco después. Corréis al pie de las escaleras, tratando de ayudar a Billy a levantarse.
"¿Estás bien?" pregunta Sidney.
"Estoy bien", gruñe Billy, sentándose lentamente.
Te las arreglas para ayudarlo a ponerse de pie antes de que se dirija a la puerta principal, "Dame el arma. Está bien". Billy dice, tendiéndote la mano.
Tu intuición te pide a gritos que no le des el arma, pero la mirada expectante en su pálido rostro te hace rendirte. Nunca podrías rechazar a Billy.
Randy irrumpe por la puerta en el momento en que Billy la abre, "¡Mierda! ¡Stu se ha vuelto loco!"
Billy cierra la puerta detrás de él, girándose lentamente para miraros a los tres con una sonrisa maliciosa en su rostro que coincide con la mirada en sus ojos, "Todos nos volvemos locos a veces".
Lentamente levanta el arma, apuntando a Randy antes de apretar el gatillo y colocar una bala justo entre los ojos del chico.
Este es el momento en el que tu cuerpo se ve afectado por un miedo desenfrenado. Todas esas veces antes cuando fuiste atacada no fueron miedo comparado con esto. Alguien a quien conoces, en quien confías y amas mucho es capaz de cosas indecibles. Habías tenido razón todo el tiempo.
"¿Qué diablos?" dices, estupefacta.
"Anthony Perkins, Psicosis ", continúa Billy con una sonrisa retorcida y ensangrentada en su bonito rostro.
Apenas podías mirar esa cara bonita. Ya no parecía pertenecer a la misma persona.
"¿Billy?" dices con horror, esforzándote por mantener tus ojos en los suyos sin llenarte de ira.
"¿Linn?" se burla, usando el mismo tono que tú con los ojos un poco abiertos mientras comienza a caminar hacia ti.
Empiezas a retroceder, tirando del brazo de Sidney contigo. Las dos salís corriendo, solo para que os encontréis con Stu, literalmente.
Una ola de alivio te inunda, "¡Stu, gracias a Dios!" envuelves tus brazos alrededor de su cintura y lo abrazas. Excepto que el abrazo no es devuelto. Sin embargo, sientes que los brazos de Stu tiemblan. Sientes que el suéter marrón te cruza el brazo cuando Stu levanta la mano y enciende un codificador de voz, "Sorpresa, Linn".
El mundo a tu alrededor comienza a colapsar por completo. Tu estómago se sacude incómodamente al pensar que tal vez nada de eso era real.
"No", murmuras, enterrando tu rostro en el pecho de Stu, "No".
