Capitulo I. Arrepentimientos..

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“El amor no lo es todo pero sin amor no somos nada”

¿No lo creen?
En ese caso veamos la siguiente historia que puede hacerte pensar o quizás reflexionar comparándola con tú propia realidad.

Hoy Viernes como cualquier otro día llega Jhory cansada a su casa después de un muy largo y ajetreado horario laboral.
Al llegar lo primero que ve es a su esposo en la cocina preparando la cena.

- ¡Hola Amor! ¿Trabajaste de nuevo hasta tarde en la oficina?

Se le acerca vistiendo su típico delantal de fresas que se coloca cuando está haciendo las labores domésticas. Intenta darle un beso a su esposa a quien ama tanto pero ella lo evade con brusquedad y mirada fría que le hace un nudo en su corazón.

- Ahora no Sandro acabo de llegar de la calle y vengo sudada por la caminata desde la entrada de la calle hasta aquí, sin contar que estoy muy cansada ahora. Quiero llegar y sacarme toda la ropa para descalorisarme y luego darme una ducha.

- Entiendo, debes estar muy cansada por el largo día, deja y te ayudo.

Al decir eso toma la bolsa que trae en el hombro y se da cuenta que está muy pesada, además de otras bolsas con algo de víveres que trae en las manos. Coloca todo en la mesa, la toma con cuidado de los hombros dándole un masaje en forma circular para aliviar su dolor y vaya que ella se relaja un poco. Cierra los ojos y hace movimientos con la cabeza, también algunos gruñidos de dolor, por el estrés del día a día esa área la tiene muy tensa.

- ¡Amor! Tienes los músculos muy tensos y contraídos, no deberías trabajar tanto y traer tanto peso encima, te he dicho que cuando vengas así me avises y voy a ayudarte.

- No puedo dejar de trabajar, es la única entrada fija de dinero que tenemos, si tú tuvieras un trabajo estable yo no tendría porque trabajar tanto pero, ya que no lo haces, yo sí voy a hacerlo. Las cosas no van a venir solas desde el supermercado hasta aquí, tocaran la puerta y se meterán solas en el refrigerador. La vida no es tan simple Sandro como tú la piensas.

Sandro vuelve a sentir ese dolor de nuevo en el corazón, siempre que tocan este tema terminan peleados y diciéndose palabras hirientes. Deja el masaje y con una de sus manos tapa sus ojos dándole la espalda y alejándose un poco de ella. Respira profundo y le contesta.

- No vamos a discutir de nuevo por lo mismo y lo que es más, cómo ya te lo he dicho y te lo vuelvo a repetir: estoy intentando trabajar por mi cuenta Jhory, conseguir contratos lleva su tiempo. Pero ya verás que si todo sale bien tendremos dinero suficiente y no vas a tener que esforzarte tanto trabajando.

- ¡Si claro! Siempre me dices lo mismo: Que voy a ver, ya vas a ver y ¡No veo nada! Ya llevas un año entero así y más de 3 años diciéndome lo mismo, estoy cansada de escuchar las mismas palabras una y otra vez. Necesito ver resultados Sandro ya no podemos vivir así.

- Lo sé amor pero ten paciencia, lo bueno llega para el que sabe esperar.

- Ese es precisamente el problema aquí, no estoy segura de si quiero seguir esperando a que hagas algo para que nuestra situación mejore. Y como dijiste dejémoslo hasta aquí, estoy cansada y lo que menos deseo es tener una discusión acalorada contigo. Me voy a bañar.

Ella se va a la habitación y él no deja de sentir un nudo en la garganta, no es la primera vez que le dice esas palabras, no es la primera vez que dice estar cansada de él, ha hecho de todo para que su relación mejore con poco o nada de resultado.
Desde que Jhory entro a trabajar en esa gran compañía cambio mucho.

Desde hace tiempo que tienen constantes peleas por lo diferente que ven la vida pero desde hace un año que entró a trabajar allí, Sandro noto con gran preocupación que ella empezó a despreciarlo, sus esfuerzos se volvieron de poco valor o nulos. Siempre anda molesta y por todo le reclama. En este punto está temiendo que por la mala comunicación que ahora tienen su relación termine.

Esposo GentilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora