—¿Estás seguro que quieres inscribirte Midoriya?
La pregunta queda en el aire. Pues el pecoso ya había anotado su nombre en aquella hoja en blanco con varios nombres anticipados. Ochaco lo miró como si hubiera cometido el peor crimen de su vida. El más alto rió ante esto.
—Tranquilo Uraraka-kun. Me gusta mucho el básquetbol, era...o es, el deporte que practico.
Comentó con una sonrisa tratando de tranquilizar al histérico chico que lo veía con una expresión de pánico.
—No me estás entiendo, Midoriya-kun...—repitió en un murmuro, como si temiera que alguien los escuchara. Y aparentemente así era.
Izuku ladeo la cabeza. ¿Qué tiene de malo practicar el deporte que te gusta? No entendía. No entendía lo que quería decir Uraraka.
Vió atentamente como el de ojos miel daba pequeños salitos en su sitio mientras agitaba sus manos de manera nerviosa. Ilógico ya que disque lo hacía para calmar sus nervios recientes.
¿Cómo rayos le decía a Midoriya esto?
¿Cómo le decía que posiblemente se esté metiendo directamente a la boca del lobo?
—A-Ah. Pues mira, unas dos palabras, Shouto Todoroki-kun—volvió a murmurar, esta vez con un poco más de miedo.
—¿Qué?
El pecoso hizo un mohín con sus labios al no comprender nada. ¿Quién era Todoroki Shoto? ¿Un profesor? ¿El director? Apoyó todo su peso en el pie derecho para luego recostarse en la pared.
—¿Quién es? ¿El profesor de deportes?—quizo saber.
Uraraka lo miró feo por un segundo antes de que su cara volviera a una de preocupación.
—Peor. Ese chico es mucho peor—volvió a decir, Izuku seguía sin entender—Oh bueno, quien sabe si le caes bien. ¡O hasta te haces su amigo!—la cara del castaño cambió radicalmente a una sonrisa radiante—¡Mejor si! ¡Si, si! ¡Únete!
Midoriya puso una cara divertida antes de dejar salir una risa nasal.
—¿Ok?—asintió aun riendo.
Ochako también rió empezando a caminar, Izuku le siguió con su mirada confundida e divertida. No fue hasta que el más bajo volteo para decir una última advertencia, que su rostro sudó frío; además de que su confusión volvía.
—Ah, si quieres ser su amigo, evitar mirar aunque sea por un segundo a Katsuki Bakugou-kun.
En ese momento el cuerpo de Midoriya se quedó inmóvil mientras veía a Ochaco seguir hablando.
¿No estará hablando del mismo Katsuki Bakugou verdad? ¿Verdad...?
Suspiró. Bien, si lo pensamos. Bakugou era alguien demasiado precioso y hermoso. Su cuerpo era muy atrayente por no decir demasiado. Ante este último pensamiento Izuku asintió con la cabeza cuando en su mente se dibujó la imagen del rubio cenizo en aquellas fotos.
Bakugou tenía todo lo que un humano quisiese tener.
Dinero, fama, bonita apariencia de forma natural, inteligencia, carácter fuerte—según lo que había leído de él—y sobre todo aunque ya anteriormente mencionado, su rostro.
Izuku nunca ha visto a un ser humano con el rostro tan hermoso que el de Bakugou Katsuki.
Así que si. Mientras termina de pensar, era obvio que el rubio ya tendría pareja.
¿Pero porque piensa tanto? No hay nada que preocuparse, no es como si le gustará el hermoso chico de ojos rubíes.
Eres inhumanamente precioso, pero sabe que nunca tendría oportunidad con alguien así. Negó con la cabeza. Cierto, nadie se fijaría en él y mucho menos aquella persona que parece un ángel.
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Atracción | DekuKatsu
Fiksi PenggemarIzuku sabía que empezar de nuevo iba a ser difícil. Sabía que entrar a una escuela nueva iba a hacer duro. Y sabe que tuvo razón solo cuando puso un pie en el autobús. Todo era una mierda. Siempre lo fue. Pero ahora, tenía algo diferente. Tenía a...