neighbour • gayeon •

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Finalmente llegó el sábado.

De hecho, ellos seguían hablando cuando dieron las 12:00 a.m., linda manera de iniciar el sábado.

Jooyeon despertó con sus ojos doliendo, posiblemente por mirar demasiado tiempo la pantalla de su celular en la oscuridad de su habitacion y a altas horas a las cuales se supone que ya debería estar durmiendo.

Apenas se puso de pie para salir al baño sintió todo su cuerpo pesar, él no era una persona que se desvelará comúnmente, pero de igual manera no se arrepentía de hacerlo.

Cómo era fin de semana no se preocupó demasiado y regreso rápidamente a su cama. Había un pequeño debate en su mente, lo último que quería hacer en ese momento era ver su celular, su mirada estaba cansada como para continuar viendo la pantalla por horas ya que ese día no haría nada más que quedarse en su casa, por otra parte quería enviarle un mensaje a Jiseok y hablar con él.

Pensó demasiado hasta llegar a la conclusión de que a Jiseok lo ve 5 días a la semana y vivía literalmente a su lado. Su vista necesitaba descansar al igual que todo su cuerpo, entonces cerró sus ojos y durmió, pero al parecer lo que para él fueron veinte minutos en realidad fueron dos horas.

Su madre entró a su cuarto pensando en que encontraría a su hijo listo y preparado para ir a casa de los Kwak, pero lo vio dormir plácidamente sobre su cama con una manta encima, ahora entendía la razón de porque no lo había escuchado bajar a desayunar. Suspiró y se acercó al chico, comenzó a moverlo algo fuerte con la intención de que despertará rápido, claramente Jooyeon negaba el hecho de querer levantarse.

−Jooyeon, ya despierta, ya casi nos vamos con los vecinos. −Habló a la vez que sacudía a su hijo.

Jooyeon se paró de golpe intentando ignorar el mareo que había sentido.

Confusión llegó a su mente. ¿Irían a visitar a los vecinos? ¿Iría a visitar a Jiseok?

−¿Qué? −Preguntó con la voz todavía adormilada.

Su madre dio un suspiro pesado, intentado evitar el hecho de que su hijo notara su molestia.

−Ayer mientras comíamos recibí una llamada de la señora Kwak, ella nos invitó a comer, luego de colgar les avisé a ti y a tu papá, ¿Acaso no me estabas poniendo atención?

Jooyeon maldijo internamente, claramente ayer no le estaba poniendo atención a su madre pero no era algo que ella debía saber. Movió sus piernas y quitó la manta que tenía encima para poder ponerse de pie rápidamente.

−No es eso, solo que lo olvidé, dame quince minutos y estaré abajo. −Habló a la vez que abría su armario y sacaba algo de ropa casual para usar y tomaba una toalla antes de entrar al baño.

Su madre salió de la habitación y como dijo su hijo lo esperaría en el primer piso a qué estuviera listo para salir.

Realmente no fueron solo quince minutos, sino veinte. Bajo a paso apresurado las escaleras, aún tenía el cabello un poco húmedo y los cordones de sus tenis no estaban del todo atados. Un poco de sueño todavía existía en su cuerpo, si por él fuera seguramente regresaría a su cama en ese mismo momento, pero no, realmente lo único que lo entusiasmaba a ir era que vería a Jiseok.

Todavía era algo temprano para ir ya que irían solo a comer, pero la señora Lee prefirió ir tiempo antes para ayudar en la preparación de la comida. En parte eso era bueno para Jooyeon porque así podría estar más tiempo al lado del mayor.

A veces pensaba que parecía un niño pequeño esperando a ver a su mejor amigo, porque si, Jooyeon considera a Jiseok su mejor amigo. Se habían vuelto unidos desde que se conocieron y Jooyeon nunca había sentido lo que siente cuando está con el mayor, quizás eso era una amistad verdadera y no una pasajera como la mayoría que había tenido en la escuela secundaria. Era buena la confianza y comodidad que le transmitía el mayor cada que estaba con él, poder sentirse sin la necesidad de fingir su personalidad ni nada parecido.