(+) 𝟷𝟾

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−¡Buenos días! −Gritó Jooyeon en el oído del mayor.

Era temprano por la mañana, un lindo sábado nublado.

Para muchos este tipo de clima les hacía sentir desánimo o sentimientos negativos, un día perfecto para llorar.

Pero para otros era el clima correcto para lo que sea, no había nada que les molestará, ni el sol, ni el calor, ni el cansancio. Podías salir a caminar o simplemente quedarte en casa y de cualquier manera estaría bien.

A ambos chicos les agradaba ese tipo de días.

Lo que a Kwak Jiseok no le agradaba era despertar con un grito que lo dejo casi sordo.

−¡Jooyeon! −Reclamó incorporándose en la cama, apoyándose en uno de sus codos y tallando sus ojos con la mano libre.

El mencionado se acercó a la cama y dejo un pequeño beso en sus labios antes de salir de la habitación.

−Te espero en la cocina. −Sonrió cerrando la puerta.

Jiseok rió volviéndose a meter entre las sábanas, aún tenía sueño pero sabía que no podía durar mucho, el otro chico ya lo estaba esperando en la cocina. A los pocos minutos por fin salió de la cama y peino un poco su cabello con su mano antes de salir y bajar las escaleras hasta llegar a dicho lugar. Ahí el menor lo esperaba mientras veía su celular.

−Buenos días. −Dijo volviendo a tallar sus ojos.

−Tardes, Ji. −Despegó un poco su mirada del celular y rió antes de volver a mirar la pantalla.

−¿Tardes?! −Respondió alarmado, no podía ser tan tarde.

−Es broma, son las 7:38. −Sonrió.

Jiseok quería morir.

−¡Lee Jooyeon! −Reclamó nuevamente acercándose para darle un ligero golpe en el brazo. −¿Por qué me despiertas un sábado a las 7:00 de la mañana? −Una palabra, un golpe. Sinceramente una escena graciosa de ver.

−¿Me perdonas, Ji? −Se acercó a su rostro.

Jiseok podía controlarse en muchas situaciones, pero vamos, no se iba a controlar justo ahora, teniendo a su novio justo frente a él, luciendo lindo como siempre, sintiendo la mirada dominante en sus ojos, y sobre todo, sabiendo que ambos tenían las mismas intenciones.

Sus labios chocaron en un beso normal, sin ser rápido, ni lento, era tranquilo pero lo suficientemente profundo para poder sentir y desear más. Con cada toque de labios venía acompañado un toque en sus cuerpos, si en algún momento Jiseok tocaba el cuello del otro, Jooyeon dejaba sus manos en el cabello del de baja estatura.

Aunque duró pocos segundos se sintió bien para ambos.

***

−Definitivamente la cocina no es lo tuyo. −Dijo el menor.

−Tampoco lo tuyo. −Respondió el mayor.

Habían decidido cocinar el desayuno para los padres de Jooyeon, era parte del plan del mencionado, razón por la cuál despertó tan temprano al otro.

Finalmente solo había café y galletas, pero hey, al menos la presentación era linda.

−Yo soy más de apreciar la comida, no de hacerla. −Opinó el mayor ladeando su cabeza. −¡Pregúntale a Hyeongjun! Su comida es lo mejor.

Hubo un poco de silencio en el lugar, ambos veían el resultado de sus intentos de cocina intentando no reír pero de decepción.

En ese momento entraron ambos mayores a la cocina, viendo al par con gracia, pues sus expresiones de decepción eran obvias.

neighbour • gayeon •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora