Stripteases everynight from today - H.A #18

6• Era droga

No.

No estaba irritado.

Por supuesto que no.

Off no sabía cómo diablos había terminado así. En el Mercedes de su mejor amigo, con un caliente y precioso chico castaño sonriente, que tenía un bebé en su regazo y estaba sentado a su lado en el asiento del copiloto.

No estaba irritado para nada.

Sólo confundido.

El chico, que sabía se llamaba Gun, era muy cariñoso con él y la verdad era que eso no le molestaba... para nada, al contrario.

¡Era solo que, ni siquiera sabía dónde, cuándo y cómo lo había conocido!

Sobre su hermano y el chico castaño, pues, iban en la parte de atrás del auto, con éste último en el regazo de God; la tal Jenny no iba con ellos.
Estaban en camino a la suite, pues según Gun, ahí podrían poner a cargar sus celulares (que por cierto el susodicho, tenía, porque él se los había dado) y allí tenía planeado explicarle las cosas.

—Chimon, bebé, no te muevas mucho. Tú otro papi tiene que manejar con cuidado. —Soltó una risita y el rostro de Off se calentó.

Esa era otra alternativa y otro de sus tantos problemas.

Gun era un doncel, padre. Chimon se llamaba el bebé pelinegro. Y al parecer, Off era su otro papi —quería llorar— pues además de todo, ya sabía dónde estaba su anillo... estaba... en el dedo anular de la regordeta manito izquierda del castaño.

Y no tenía ni puta idea de cómo recuperarlo sin herir los sentimientos del bondadoso chico.

Cuando llegaron al hotel, solo tres bajaron.

—Gun —Llamó Off— Ve con Bas y Chimon a la suite. —Le pasó la llave— Los chicos y yo debemos ir a comprar algo.

—Estás seguro, cariño? —Preguntó, poniéndolo nervioso.

—S-sí...no tardaremos. —Contestó él nervioso.

—Ok. —Se acercó a darle un pico en los labios y luego sonrió en grande— Te espero acá. —Le susurró.

Off solo esperó a que entraran para arrancar y dar un golpe al volante del auto.

¡Mierda, mierda, mierdaaaa!!!

—Hey, Gulf me matará si ve un rasguño en el Mercedes. —Bramó Mew.

—Cállate, idiota. —Gruñó.

Habían frenado en una tienda de las 24 horas con una sola intención.
Alcohol.

Los cuatro bajaron y entraron. Ya dentro, solo tomaron lo necesario y fueron a pagar, acción que hubiese salido perfectamente ejecutada, de no ser porque se apareció una persona.

—Vaya, vaya... Mew, no pensé verte por aquí. —Dijo con una sonrisa de medio lado— Desde las pocilgas de Gwangju, en Busan. —Rió socarrón.

—Pak, ¿qué mierda haces aquí? —Respondió de la misma manera, Mew.

—Vine con mis hombres. ¿Cómo está Gulf?

—Perfectamente bien. —Gruñó.

—Mew, ¿quién es él? —Preguntó.

—Soy un amigo de su esposo, ellos son mis clientes. Pak Norrapat, un gusto.

—Es un idiota qué le vende y regala cosas para el bebé a Gulf.

Esa situación era jodidamente rara y estúpida para Off, así que solo se dedicó a pagar sus productos e ignorarlos. Hasta que algo llamó su atención, eso o seguramente escuchó mal.

—¿Qué? —Le preguntaba a Mew que hicieron con el último encargo que le dio a él y a Lee, hace unos días.

—No pensé que esa droga se les acabara tan rápido. —Rió.

Off se quedó atónito. ¿Escuchó Lee?
Claro. Ahora todo cuadraba.

Por eso Lee desapareció. Se metió en un hospital y se hizo la víctima. Se lavó las manos y se quería quitar la culpa.
Claro como el agua.

—No sé de qué mierda hablas. —Dijo con enojo su amigo.

—La usaron aquí?, cuando me informaron que querías de esa tan fuerte, no pensé que sería para un viaje.

Y lo único que hizo fue lanzarse hacia él.

—¡Es tu maldita culpa, imbécil! —Lo propinó un golpe en el pómulo.

—¿Q-qué? —Tosió sangre.

—¡Off suéltalo! —Gritó Mew tratando de alejarlo.

Pero el sentía mucho odio, por su culpa todo había salido mal. Todo era culpa de Lee.
Se había casado con un prostituto. Había cagado su despedida de soltero y su boda, y todo era culpa de Lee-

—¡Fui yo!

Ese grito provino de quién menos lo esperaba.

No él.

Se suponía que su hermano sería que siempre lo iba a apoyar.

—¡Me casé con una puta por tu culpa! —Quiso lanzarse sobre God.

—¡Gun es mil veces más decente que toda la familia de Ploy junta! —Habló rojo de la furia.

La puerta de la suite fue abierta por Gun, quién iba con una sonrisa a recibir a su esposo, su cuñado y los amigos de éstos.
Sonrisa que se borró inmediatamente al ver que solo estaban ambos morenos, y uno de ellos venía con el pómulo hinchado y el labio partido.

—¿Q-qué pasó? —Preguntó preocupado— Pasen.

—Gunnie, ya llegó Off- oh, por la santa mierda. ¿¡Qué te pasó, Lee!? —Se acercó con Chimon— Ve por el botiquín.

—El castaño se fue corriendo— Mew, ¿qué pasó?

—Tuve una pelea. —Dijo Lee.

—¿Y dónde están God y Off?

—Ellos tienen cosas que hablar, así...como nosotros cuatro. —El tono que usó Mew le dio escalofríos a Gun.

—¡Aquí está el botiquín!

El ambiente estaba pesado. Bas lo sabía, los mayores suspiraron y Mew dijo:

—Nadaes cierto, Gun...

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ