Cap. 7

169 46 2
                                    

—¿Yihwa?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Yihwa?

A medida que avanzo, puedo escuchar a Yihwa discutiendo —en una mezcla de idiomas entre chino, coreano, japonés y... quien sabe cuál más, simplemente no logro entenderla— seguramente por teléfono. Son raras las ocasiones en las que habla en otro idioma con alguien que no sean sus hijos y escucharla así de alterada realmente me pone de nervios. Lleva mucho tiempo encerrada en el estudio y cada vez es más fuerte su tono de voz, así que entro para calmarla un poco, pero no funciona.

—¿Amor? —Insisto bajito, desde detrás de la puerta—. Recuerda que enojarte afecta tus chacras, cielo. Respira conmigo, inhala...

—¡No debiste permitirlo, Max! —y ahí va volando una estatuilla. Directo al suelo. Definitivamente no quiere respirar—. ¡Debiste consultarlo conmigo desde el inicio!

Cierro la puerta a mi espalda y puedo ver de reojo a Prem dispuesto a curiosear por la rendija, y antes de que lo haga...

—¡Prem, lo siento! —Rápidamente lo tomo en brazos y le sobo su nariz, que por andar de curioso se estampó contra la puerta—. Tú qué estás haciendo, eh? Chismear es malo.

Prem se sostiene el tabique. 

—Escuché a mamá gritando, la última vez que eso pasó fue cuando Kao se hizo su primer tatuaje y mamá lo correteó diez calles con el cinturón en la mano ¡Imagínate la magnitud! Esto tiene que ser bueno.

—Hey, alto ahí vaquero. —lo sostengo del pecho, porque ya iba muy dispuestito a asomarse otra vez. —Espera que salga para decirnos, ¿De acuerdo? Creo que algo sucede con Fluke.

Prem alza ambas cejas, mirándome como si supiera lo que hice el verano pasado. Se cruza de brazos y una sonrisilla bobalicona le cruza los labios.

—¿No dijiste que no es bueno chismear, Cho?

Condenado escuincle...

—Le diré a tu madre que ayer saqué a Boun de debajo de tu cama. —contraataco, dejando a Prem con los ojos bien abiertos y la boca como pez.

—No lo harías.

—Sería divertido ver cómo te sigue por diez calles...

—¡Bien, tu ganas! —alza ambas manos en señal de rendición y pega media vuelta rumbo a las escaleras, pero se detiene en el barandal a señalar acusadoramente en mi dirección. —¡Me vengaré!

—¿Vengarte de qué?

«Ay Diosito santo»

Prem sube de dos en dos los escalones de la escalera, blanco como si hubiese visto un muerto y antes de que pueda huir también, escucho como cierra la puerta de su habitación dejándome solito contra la furia de Yihwa.

Pero yo domino la fiera.

—De nada mi amor, ya sabes cómo nos llevamos. —Me levanto, casual, manteniendo la compostura y rodeo a mi esposa por los hombros—. ¿Está todo bien?

Yihwa suspira, está realmente irritada. Se talla la cara con una mano, soltando quejidos.

—Es Fluke... Resulta que tiene novio desde hace cuatro años y no me había contado nada. ¡Nadie me dijo nada! —Su mirada decae, se ve abatida, herida de que quien creía le tenía más confianza, ocultara algo tan importante—. Hablamos casi todos los días, ¿Por qué no lo dijo nunca?

—Cielo... Tal vez, no era algo serio y recién lo hicieron formal, quizás no quería apresurar la noticia. —conduzco con suavidad a Yihwa al sofá, donde nos sentamos—. ¿No dijiste que el último novio que tuvo resultó ser un patán?

—Precisamente por eso me preocupa. —Yihwa suspira, aprieta la mandíbula y rechina los dientes—. ¿Sabes que lo empeora? Que van a casarse, Cho ¡Se casan en un maldito mes! —Sus ojos brillan, está a punto de romper en llanto y la abrazo fuertemente contra mi pecho donde deja salir las lágrimas sin reparo—. ¿Cómo sé que va a estar bien, Cho? ¿Cómo? No me dijo algo tan importante ¿Cómo sé que me dirá si las cosas andan mal?

Yihwa se desmorona en mis brazos, el único lugar seguro en el que puede dejar salir sus sentimientos sin miedos ni vergüenzas. Sé que debemos viajar lo más pronto posible a Seúl para conocer al susodicho y mejor le prendo incienso al pobre, porque si no es del total agrado de ella, se le va a armar la gorda.

Sólo espero que Fluke entienda a su madre y esto no termine peor de lo que debería...

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La familia de mi novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora