Cap. 9

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May abre la puerta a los invitados, recibiendo dos besos en la mejilla muy al estilo europeo de Cho, quien pasó el último mes en Italia presentando su colección

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May abre la puerta a los invitados, recibiendo dos besos en la mejilla muy al estilo europeo de Cho, quien pasó el último mes en Italia presentando su colección. La pequeña mujer se queda de pie en la entrada, realmente sorprendida por el gesto.

—Cariño no olvides la maleta azul. —dice una voz desde afuera y Cho se sube las gafas y empuja la maleta hasta el recibidor, entrando a la casa—. Todos esperan por ellos en el comedor.

—¡Hola familia Nathapol!

Es Max quien se aproxima a recibir al esposo de Yihwa, con su siempre dispuesta sonrisa amable. Realmente​le agrada el hombre y no tiene absolutamente ningún rencor contra él o su ex, además de que siempre ha sido respetuoso con sus hijos y cuida de Prem con amor y paciencia, porque la disciplina la impone Yiwha y al muchacho le viene muy bien un soplo de aire jovial en la casa.

—Bienvenido, pasa por favor. —Cho besa de la misma forma a Max y este se ríe, avergonzado y sorprendido por el gesto.

—Max, te ves increíble cómo siempre querido.

Por detrás de Cho, una cabecita pelinegra asoma. Max siente como si le arrancaran los pulmones y anticipa poder estrechar a su pequeño entre sus brazos, después de meses de no verlo. Prem se pone completamente de pie y es más alto que su padre: guapo y bien vestido muchacho de dieciocho años.

—Hola pa. —el menor extiende los brazos, recibiendo el efusivo abrazo.

—¡Estás tan alto Premie! —y al chico le llueven besos en la cara—. Has crecido mucho, mira que guapo estás, como yo por supuesto.

Entre risas y besos, el ambiente se suaviza y pronto los mayores abrazan con fuerza al bebé de la casa que ya de bebé no tiene nada. Fluke presenta a su prometido con orgullo a su hermano menor y sus sobrinos lo abrazan exigiendo ser cargados por su tío. Todo parece en paz hasta que Yihwa cierra la puerta, adentrándose en la casa, con un desconocido chico a su lado cargando la última maleta...

El salón entero se hunde en un silencio sepulcral. Puede escucharse como tragan saliva y laten sus corazones.

—Hijos. —Asiente secamente Yihwa hacia ellos, sin mirar a nadie más—. Conozcan a Boun —y el chico rubio se inclina educadamente—. Es... —un suspiro casi gutural—. El novio de Prem.

Max lo sabía, por supuesto que sí porque su pequeño se encargaba de mantenerlo al tanto de todo desde Beijing, incluyendo su deseo de estudiar la universidad el próximo año en Seúl. Pero debe mantener la cara de póker y no soltar que ya hasta sabe de qué color usa los calzones el susodicho muchacho. Los hermanos se mantienen en silencio, asimilando las cosas... Incluso Kao a quien de milagro no le ha dado un ataque.

—Oh... —Max sonríe, aligerando el ambiente—. ¿No estarán esperando un hijo o algo, verdad? La última vez que alguien me trajo a su novio a conocer terminamos en el hospital, meses después recibiendo al bebé.

La familia de mi novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora