lo prometo, Rob
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Vance
“Desaparecida” Eso decía el papel que estaba pegado en la madera de la cerca. No puedo expresar que sentí en ese momento, pero, fue cómo si el aire se hubiera ido de mis pulmones, cómo si algo en mi
colapsara en ese instante, ver su foto en ese papel... mas la frustración de saber que la iban a buscar una semana y que tal vez, ella moriría en donde sea que la tenga el raptor... Fueron muchas emociones, y mis reaccionaron rápido, porque corrí hacia su casa, creí que tal vez era una de sus tantas bromas de ella, ella es muy bromista, y tal vez era una broma, ya hizo varias bromas sobre este tema, así que tengo esperanzas de que fuera una simple broma como las demás. Llegué a su casa, toque la puerta tres veces, al final, abrió su hermano; Robin, pude ver que había preocupación en el, y había estado llorando.No, no, no.
—Robin, amigo, dime que es una broma. —negó con la cabeza y el miedo me invadió completamente, no podía perderla, no a ella. Visualice como los ojos de Robin se llenaron de lágrimas amenazando con salir.
—Ella... —su voz se quebró y sus lágrimas resbalaron por su mejilla. —, ella ya no va a regresar, ¿verdad? —de esa forma, tan frágil, Robin parecía un pequeño asustado creyendo que había perdido a su mamá, y es que, ella era su hermana mayor, desde que sus padres no están con ellos, ella fue como su figura materna, y, cuándo yo comencé a salir con ella y compartir tiempo con él, en uno de los tantos días, me había confesado que yo me había vuelto como si figura paterna, y, no iba a decepcionarlo con palabras como un "si, ella no va a regresar", también, yo sé que la vamos a encontrar, ella puede ser la diferencia a los otros desaparecidos.
—Tranquilo, Rob, ella va a regresar, ¿si? lo prometo. —hice algo que nunca creí hacer con alguien más que no fuera ella, lo abracé, lo abracé muy fuerte, de una manera protectora, igual que como ella lo hace cuando le sucede algo, lo abracé tanto, que cualquiera que viera está escena realmente pensaría que soy su padre. —, todo va a estar bien, ella va a regresar, lo prometo Rob. —acaricie su pelo mientras el lloraba con su cabeza en mi pecho ya que yo era más alto que el, y apenas y me llegaba al pecho.
En ese momento, le prometí que no la dejaría de buscar hasta encontrarla, pasaron días, semanas, Gwen nos dio esa esperanza de encontrarla al decirnos sus visiones. En este momento estábamos en lo que se decía era la casa del raptor, Robin y yo esperabamos impacientes afuera de la casa, los policias no nos habían dejado pasar. Un policía salió corriendo, le murmuró algo a otro, y luego entraron varios junto con médicos forenses.
La sangre se me heló, el aire se me fue, entre corriendo antes que Robin, no había nada más que tumbas y una sin un cuerpo dentro.
Esperanza, eso sentí en ese momento, pero, si no estaba ahí ¿Dónde estaba?. Cree una teoría, le dije al policía, entramos a la casa de enfrente, y sorpresa, había algo.una especie de cuarto sin salida, un sótano pero mucho más grande y más elaborado, un perro, dos cuerpos. Corrí hacia el suyo, estaba llena de sangre, tenía un vestido blanco puesto, uno que siempre le dije que me gustaba, ahora era rojo, sangre salía por su nariz y boca, solo se una cosa; aún estaba consciente.
—cariño, cariño, no cierres los ojos por favor, estoy aquí, estoy aquí, no me iré, Robin también está aquí, afuera, esperándote, cariño, pase lo que pase no cierres los ojos por favor, te lo ruego —al tocarla me llene de sangre, y ahora había tocado sus mejillas, sus ojos se dirigieron a mi, vi como analizo mi cara y sonrió, aún así, era la mujer más bella ante mis ojos. La preocupación y el miedo de perderla me invadieron.
—cuidalo... —no podía hablar bien, se escuchaba como si el aire le faltará. Eso me preocupo más. —, cuida a Robin... cuídalo por mi... cómo si fueras su padre... —toque su cara, la levanté haciendo que me mirara mejor, le di un beso, uno casto, solo pensé en qué tal vez iba a ser el último, pero la esperanza volvió.
—Hey, no digas eso, no lo digas como si solo yo fuera a vivir para estar con él, tú y yo vamos a estar con él, ¿si? vamos a seguir siendo sus figuras paternas, sus papás, no digas que lo cuide porque se que vas a estar con nosotros —hable rápido pero se que me entendió, ella soltó una risita con su sonrisa aún dibujada en sus labios, y negó lentamente.
—Yo... ya no... —entendí que quiso decir, mis ojos comenzaron a picar, y las lágrimas salieron sin avisar, no se cómo hice, pero le quite el radio al policía, no dijo nada por ello, pero lo prendí, y no se cómo pasó, grite el nombre de Robin por el radio, y de un momento a otro Robin ya estaba con nosotros, estaba abrazándola, llorando, rogándole que no se muriera. —, Rob... no llores cariño... —me miró y luego a Robin. —, los amo tanto... —su voz perdió la fuerza poco a poco, y se dejo de escuchar su respiración. Robin se asustó, gritó muy fuerte su nombre aún llorando. Intente revivirla con primeros auxilios, pero nada. Y como si de un niño pequeño al que le quitaron algo que le encantará tanto se tratase, y haciendo la misma acción que Robin, grite su nombre, la tome de las mejillas, le pedí que abriera los ojos, que me mirara, que no bromeara con esto, que despertara, pero nada.
los paramédicos llegaron por ella después de unos minutos, checaron su pulso: nada, intentaron revivirla y nada. Abracé a Robin otra vez de una manera sobreprotectora. Llore junto con él.
pasaron semanas, yo lleve a Robin a mi casa, pase tiempo con él, se mudó conmigo, casi no salía, se la pasaba conmigo, y, yo lo cuidaba como si fuese su padre.
Un día, recibimos una llamada...