Capítulo 3

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Luego de terminar de pagar, Cha salió rápidamente de la tienda de conveniencia. El momento ya había sido demasiado incómodo como para seguir alargándolo y necesitaba organizar sus ideas, ya que la actitud del omega lo había pillado desprevenido.

No es que Cha pensara que todos los omegas debían ser tiernos y adorables, pero la hostilidad de ese omega no coincidía con la suave personalidad de Sungmin, así que había sido inesperado.

Volviendo al restaurante, decidió que necesitaba relajarse por primera vez en mucho tiempo. Finalmente, pagaría más rápido de lo planeado la cerveza que le debía a Taeyoung.

—Así que le hiciste una promesa a ese niño —asintió el beta, luego de escuchar toda la historia de Cha.

—Sí, pero no tenía idea de que su padre sería tan... —refunfuñó intentando encontrar una palabra que no fuera irrespetuosa, especialmente con un omega—, amargo.

—Y al mismo tiempo tan hermoso —bromeó divertido.

—Físicamente es una maravilla —aceptó Cha—. Pero con esa actitud...

—¡Oh, vamos! Has soportado la actitud de tu madre toda la vida. No puede ser peor que eso.

—Técnicamente no tuvimos una conversación real, pero con lo que vi—

—No seas prejuicioso —interrumpió Taeyoung, apuntándolo con la botella de cerveza que estaba bebiendo—. Recapitulemos: es un omega, viudo, con un hijo de 4 años, que tiene tres empleos para poder subsistir... ¿y te sorprende que no le "apasione" atenderte con una sonrisa?

Cha lo pensó por unos segundos.

—Bien, puede que esté siendo poco empático y prejuicioso —admitió.

—Puede... —repitió Taeyoung alzando una ceja—. En fin, ¿cuál es tu siguiente paso?

Cha lo miró sin entender.

—El siguiente paso de tu plan —rodó los ojos ante la obviedad—. Le prometiste a ese niño que le darías trabajo a su padre. Tal vez no pueda ser un chef de inmediato, pero tus garzones ganan bastante bien y el sueldo le permitiría sólo trabajar allí y tener más tiempo para su cachorro.

—Ya lo sé, es sólo que no se me ocurre cómo llamar su atención para conocerlo mejor y que se "dé" una instancia para ofrecerle de manera "casual" un empleo en mi restaurante.

El beta y el alfa se quedaron en silencio mientras bebían sus respectivas cervezas. Ambos podían ser ya adultos de 30 años, pero la situación en la que se encontraba Cha no era precisamente común. Romper la promesa estaba completamente descartado; nadie en el mundo se atrevería a romper las ilusiones de un pequeño como Sungmin.

Volvieron a hablar de temas banales por un rato, mientras seguían bebiendo y comiendo.

De pronto, una idea surgió en la creativa mente de Taeyoung.

—Tengo un plan —dijo a Cha.

—Te escucho.

—Bueno, son varias ideas. Tú elige cuáles usar.

Con un poco de desconfianza, Cha asintió y comenzó a escuchar las descabelladas ideas de su amigo.

Plan número uno: desayuno

Así como los contactos de Taeyoung le habían dado los datos del trabajo en la tienda de conveniencia, Cha también sabía cómo poder ubicar a Byun Minho en su trabajo matutino en la cafetería. Si bien no le quedaba precisamente de camino al restaurante, podía desviarse un poco para desayunar allí en lugar de su casa.

Save the Day | Cha x Minho omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora