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Capítulo nueve. pico de la tribulación

𝐋𝐚 𝐬𝐢𝐧𝐟𝐨𝐧𝐢́𝐚 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐚𝐥𝐦𝐚 𝐚𝐧𝐡𝐞𝐥𝐚𝐧𝐭𝐞 ; mdzs
capítulo nueve. pico de la tribulación.

      Las hojas verdes como cebolletas se balancearon por la brisa veraniega, la tenue fragancia del albaricoque danzó alrededor del patio principal y viajó más allá de este, hacia las montañas heladas que se erigían como parte del paisaje exuberante e imponente de tres picos de altas montañas cubiertas de espesa neblina que se extendían como una cadena sin interrupciones. En el fondo del patio, un pequeño pabellón de columnas abiertas y árboles frondosos de cerezos en flor a su alrededor ocultaban una delgada silueta que bebía de una taza humeante de té de ciruelo por medio de pequeños sorbos, exponiendo una franja de piel pálida como el cristal cuando acercaba el borde de la taza a su boca. 

      Era un joven de rasgos delicados vestido con una simple túnica oliva atada con una faja gris de la cual colgaba una borla dorada atada con un nudo y una perla brillante. Cuando bebió el contenido de la taza hasta el fondo de la misma dirigió su mirada hacia los jóvenes que entrenaban artes marciales bajo el sol ardiente y abrasador en el pabellón de la secta. A una edad temprana eran instruidos por el discípulo principal en los preceptos y la meditación, cultivando sus mentes y cuerpos hasta que fuesen capaces de condensar un núcleo dorado. 

       La secta Nie entrenaba a sus jóvenes discípulos con un método dominante y riguroso desde temprana edad de manera que, una vez que condensaran un núcleo dorado, superaran las tribulaciones y el método de cultivo propio de la secta. 

      Un gran número de pequeños polluelos vigorosos ingresaban en las primeras rondas de reclutamiento a puertas abiertas de la secta, pero sólo un pequeño grupo de estos podía avanzar hasta las últimas etapas de formación. La vida de los discípulos Nie ya era comparativamente más corta al resto del mundo del cultivo gracias a su método de cultivación, por lo que sólo solicitantes con atributos formidables y un alto potencial podían completar el entrenamiento y empuñar sables espirituales en las cacerías nocturnas. 

      La secta Qinghe Nie estaba ubicada en una cadena montañosa. Dos de los tres picos de montaña cubiertos de niebla espesa, el aullido de bestias y aves surcando los cielos teñidos de una capa traslucida de frío helado eran la residencia privada de los discípulos interinos de la secta. El pico principal, llamado Pico de la tribulación, era la morada del maestro de secta Xinjian. El maestro Xinjian entrenaba a los jóvenes discípulos y explotaba su potencial hasta convertirlos en cultivadores Nie. En pocas palabras, era Nie Binyue quien se encargaba de educar a los jóvenes con las técnicas de cultivo secretas de la secta. 

      Sin embargo, el camino para llegar a la cima del pico de tribulación era angosto y laborioso. Sin verdadero talento y con un cultivo débil, ya era imposible acercarse más allá del limite del patio principal, puesto que el pico de la tribulación estaba sumergido en un aura espiritual densa y sangrienta.  Una vez que los discípulos condensaran su núcleo dorado, podrían subir al pico y entrenar, sin embargo, cruzar la montaña ya era una hazaña valorada. 

     Sólo cuando los discípulos cruzaran la montaña principal, se convertirían oficialmente en discípulos internos de segunda generación de la secta mientras que aquellos que incapaces, simplemente serían discípulos externos a servicio de la secta. Qinghe Nie era estricto en sus doctrinas, especialmente con los discípulos internos. 

      "A-hui." Su voz suave como la brisa y dulce como un vino cálido llamó al pequeño bollo que entrenaba arduamente con la frente dorada empapada de sudor: "Acércate."