Symphony of a Yearning Soul ━━━━ mdzs

capítulo dos. sueño lúcido, parte 2.

𝐋𝐚 𝐬𝐢𝐧𝐟𝐨𝐧𝐢́𝐚 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐚𝐥𝐦𝐚 𝐚𝐧𝐡𝐞𝐥𝐚𝐧𝐭𝐞 ; mdzs
capítulo dos: sueño lúcido, parte 2. 

     "Ge, ge." Repitió una y otra vez ensimismado en la emoción del reencuentro, que no notó la apariencia aturdida de las personas a su alrededor, quienes contemplaban la actitud de su joven maestro con estupor escrito en sus facciones.

    La voz de Nie Huaisang era ronca y no muy fuerte, pero sonaba destrozada.

    Como si hubiera pronunciado estas silabas durante mucho tiempo y nadie hubiera respondido a su llamado desesperado. 

   Con la cabeza inclinada hacia el regazo de su hermano mayor, rodeando con ambos brazos en un abrazo inquieto, el cuerpo que se mantenía rígido pareció inmóvil, Nie Huaisang se negó a soltarlo sin importar qué.

     Una vez lo dejó ir sin aferrarse a él y entonces quedó vagando solo en el mundo.

    En el futuro venidero, Nie Huaisang vivió su vida planeando una venganza en favor de calmar su ansía asesina y encontrar finalmente la paz, sin saber que, aquella paz no sería nunca encontrada fuera de los brazos que lo acunaron en su juventud y ahora estaban destinados a perecer lentamente dentro de un ataúd en el estado de un cadáver feroz. 

    Sin conciencia ni arrepentimientos, hundido en el fuerte resentimiento florecido tras su muerte. 

    Tras esta, una persona estuvo sola en el mundo, con el peso de la soledad en sus hombros. Hubo una persona que vivió a través del tiempo y sufrió esperando a alguien mientras rogaba en la noche, bajo la claridad de la luna a la distancia.

     ¿Cuándo podré verte de nuevo? 

    En esta vida, se aferraría incluso a través del fuego y clamor de la guerra que se avecinaba. 

     Nie Huaisang no soltaría su hermano, pues temía que al no aferrarse, ambos se encontraran con el mismo destino. 

     Nie Mingjue abrió la boca para hablar, pero repentinamente eligió permanecer en silencio. Sus cinco dedos permanecieron inertes sobre los mechones del menor, inseguro de cómo proceder. 

     En ese mismo instante, Nie Huaisang elevó la mirada. 

    La apariencia habitualmente sonriente y juvenil del segundo joven maestro pareció verse marcada por la angustia, como sino pudiera reprimir sus emociones. 

    Sus ojos se enfocaron en los de su hermano mayor con insistencia. 

    Las largas pestañas oscuras temblaban en cada parpadeo mientras gotas traslucidas se aferraban a estas, dejando entrever una expresión lamentable, la cual incitaba a los corazones tiernos a proteger a la belleza que sufría entre lamentos y llanto.

   Nie Mingjue se quedó atónito durante un largo segundo antes de gritar con furia: ¡¿Qué crees que haces, Huaisang?!

    "¡Da-ge, no!" Sacudió su cabeza, negándose a dejar ir a su hermano, ocultándose en las telas de su túnica. "Por favor, no desaparezcas..."

    "¡¿Quién va a desaparecer sino tú, que te niegas a entrenar con tu sable y huyes a tu habitación?!" Ruge indiferente, pero la mano apoyada en su cabeza aún es gentil.

    De repente, a través del caos, una figura dio un paso al frente. 

    "Líder de secta," Una profunda y hermosa voz masculina reverberó sin prisa. "Parece que el joven amo está indispuesto el día de hoy."