🌹"Mi General."⚔

🏮​ Epilogo.💋

 ⏳​  De vuelta a la Era Antigua.

Todos empezaban a olvidar la muerte de la esposa del general, excepto él. Nadie sabe que ella apenas respira con la ayuda de la acupuntura y el tratamiento médico.

No era su intención dejar que pensaran que estaba muerta, pero de alguna manera se extendió así. Así que simplemente lo aceptó porque sería mejor para ellos que no lo supieran. No habrá ningún daño.

Después de que Li Wei Wei se desmayara, Feng Xu Jin pidió al médico que la examinara.

"Apenas está aguantando. Sería mejor si la dejamos ir..." El médico mantuvo la cabeza todo el tiempo. Sabía que el general se preocupaba mucho por su mujer. Feng Xu Jin se quedó paralizado en el acto, el aura amenazante lo sujetaba con fuerza.

"¡No! Haz cualquier cosa para salvarla". Dijo Feng Xu Jin con severidad.

Ya no podía controlar sus manos; se agitaban con un extraño ritmo de temblor. Un sentimiento de temor surgió de la boca del estómago. Está aterrorizado.

"Yo... sólo puedo proporcionarle algunas medicinas y acupuntura para mantenerla viva o para que siga respirando. Pero la señora se quedaría tumbada como alguien sin vida". El médico dijo con vacilación.

Lo que quería decir era que estaba paralizada. En el mundo moderno ella dependería de la máquina de ventilación, pero en el mundo antiguo dependerá de los cuidados médicos antiguos.

"Cualquier cosa, haz lo que sea para mantenerla viva". Feng Xu Jin es completamente consciente de que está siendo egoísta. Él cree que ella volverá.

Si la deja ir, seguramente perderá su cordura. Pero cuando piensa en su hijo, necesita recomponerse.

Hasta hoy, la acompañará todas las mañanas y noches después de hacer sus negocios. Feng Xu Jin había cambiado completamente. Se está volviendo más frío y despiadado.

La última vez que fue a una guerra, todos los rivales fueron asesinados. No quedó ninguno vivo. Todos podían recordar literalmente ese día. Volvió de la guerra con sangre por todas partes en su traje de armadura. Fue aterrador. Feng Xu Jin podía estar vivo, pero cuando alguien le miraba a los ojos, no tenía vida. Había perdido su única luz.

Ni siquiera su hijo podía animarle. No es que no quiera a su propio hijo. Pero no podía superar el hecho de que su Li Wei Wei está delante de él pero es como si no estuviera más allí.

Su hijo a veces se queda en la casa de la madre de Li Wei Wei. Al principio fue difícil para su familia aceptar la verdad. Pero finalmente empezaron a asimilarlo todo, ya que la vida debe continuar.

El ministro Li y la señora Li se ofrecieron a cuidar del hijo de Li Wei Wei con lo mejor de sí mismos, ya que sabían que su yerno no estaba en muy buenas condiciones.

Feng Xu Jin echa de menos ver esos ojos brillantes, su sonrisa, su torpeza y cada cosa que hacía para hacerle reír. Cada vez tiene ganas de llorar pero las lágrimas no salen. Es como si no hubiera más lágrimas que llorar.

Por dentro, siente que su alma se está desgarrando poco a poco. Su corazón se rompe en pedazos cada vez que ve a su hijo. Ni siquiera tuvo la oportunidad de conocer a su madre.

"Xu Jin ah. Ella ya no está en este mundo. Zhen espera que sigas adelante". Incluso el emperador no sabía que Feng Xu Jin escondía a Li Wei Wei.

Feng Xu Jin se limitó a guardar silencio y a mirar sin comprender a Su Majestad. Todos los funcionarios le miraron de reojo. Antes de esto, siempre pensaron que era temible, pero después de la muerte de su esposa se volvió más aterrador.

Algunos se cagan en los pantalones cuando lo miran directamente a los ojos. Su aura es cada vez más oscura. Incluso Su Majestad teme que Feng Xu Jin haga algo más allá de lo imaginable.

"Si estás de acuerdo, encontraré una nueva novia adecuada para..." Antes de que el emperador pudiera continuar, Feng Xu Jin le cortó inflexiblemente.

"Me despediré primero. Cualquier otro asunto, puedes decírselo a Zhao Li". Se marchó sin ningún permiso. El emperador miró con preocupación la espalda endurecida de Feng Xu Jin mientras se marchaba.

"Zhao Li". El Emperador llamó de repente a Zhao Li.

"Estoy aquí Su Majestad". Zhao Li rinde respeto al emperador.

"Cuida de Feng Xu Jin. No dejes que haga nada estúpido". El emperador teme que Feng Xu Jin llegue a suicidarse.

"Cumpliré su orden Su Majestad". Zhao Li antes de salir del palacio. Él es el que ha estado acompañando a Feng Xu Jin y obviamente conocía cada uno de los dolores por los que pasó Feng Xu Jin. Li Wei Wei es la única persona que podría traer de vuelta al antiguo Feng Xu Jin.

¿Qué pasará con el país si el gran general no es capaz de proteger el país? Hace unos meses, Feng Xu Jin había solicitado renunciar a su cargo, pero el emperador lo rechazó porque el país aún no tiene ninguna persona adecuada para ocupar el lugar de Feng Xu Jin.

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En la cámara en la que uno se mete excepto Feng Xu Jin y el médico. Era tranquila y pacífica.

Allí yacía un cuerpo menudo con un hombre que la acompañaba a su lado derecho. Él sostiene su mano derecha. Llevando su pálida mano a su cara. Quería sentirla, pero lo que quedaba en su mano era frío. Sólo la mano fría. Ya no la mano cálida que siempre besa.

"¿Cuándo vas a despertar?" Preguntó mientras miraba su cara lechosa.

"¿No me echas de menos? Te echo mucho de menos". Aquellos ojos fríos y duros siempre se volvían suaves cuando sus ojos se posaban en ella.

"Te necesito. Y nuestro hijo te necesita". Todos los días él le susurra palabras pero ella no tiene ninguna reacción. Pero nunca se cansa.

"Siento mucho si estás cansada pero no podía dejarte ir". Sus ojos se desviaron a la vista frente a él. Las ventanas eran transparentes, así que podía ver todo el exterior.

"¿Puedes despertarte y abrazarme, por favor?" Colocando su cabeza sobre su estómago le pidió que lo abrazara como a un niño pequeño. Su voz se vuelve más ronca. Los ojos se enrojecen.

"Me duele el corazón. Un dolor indescriptible. Más que cualquier cosa que pueda soportar..." Sin saberlo, una lágrima resbala de sus ojos.

"No podría soportarlo más, siento que podría derrumbarme y perder la cabeza cualquier día. Así que, por favor, ¿podrías despertar y besar mi dolor?"

Si es posible, él quiere encontrarla en su mundo que ella le dijo antes. Pero no sabe cómo llegar a su mundo.

Su otra mano se cerró en un puño. Los ojos se cierran de forma forzada. Le dolía la cabeza pensando en su destino. Maldijo al dios por hacer esto. Pero al mismo tiempo le pidió al dios que le devolviera a su Li Wei Wei.

Un pequeño movimiento se produjo de repente. Era su dedo. Los ojos agitados querían verlo. Ajustando la vista frente a ella, lo primero que sintió fue su cabeza sobre su estómago.

Levantando la mano lentamente, quiso tocar su pelo. Una vez que su mano cayó sobre su cabeza, sintió que su cuerpo se ponía tenso. Agarró su mano con fuerza, esperando que fuera real.

Levantando la cabeza y volviéndose en su dirección, sus ojos eran ojos y se podía ver el brillo de las lágrimas. Era un milagro. Ella levantó la mano y le acarició lentamente la mejilla con su pequeño pulgar. Él no podía creerlo. Ella está aquí. Su única fuente de felicidad está aquí.

"Jin Jin estoy aquí". Las lágrimas corrieron por su mejilla mientras lo decía con una débil sonrisa.