Te arrepentirás cuando desaparezca [Mitake]

Takemicchi

Mikey estaba celebrando su cumpleaños número 30 con sus amigos.

Era sorprendente que ya habían pasado doce años desde que Takemichi no estaba con ellos y seis desde que Mikey volvió a ser una persona alegré.

Todo era tan bueno.

—Mikey –Manjiro voltea y se sorprende que Chifuyu le esté hablando, cuando él fue el primero en culparlo todos esos años por la muerte de Takemichi– quiero pedirte perdón, no debí decir todo eso, era una persona muy impulsiva, se que han pasado muchos años, pero más vale tarde que nunca– Mikey lo entiende, Chifuyu es una persona directa y no va a disculparse con falsedad, por eso entendió porque ese chico fue el mejor amigo de Takemichi.

—Ya de perdoné desde hace mucho, yo tambien pensé al principio que era mi culpa, pero Takemichi me hizo entender que fue el destino que quiso que fuera así– Chifuyu hace una reverencia, Mikey lo imita.

—Muchas gracias, ahora sí me disculpas, iré con Baji-san y Kazutora– Chifuyu se despide al haber cumplido su objetivo, Mikey ve a todos sus amigos.

Todos felices y algunos ya con hijos.

Eran felices y eso era lo importante.

“Takemicchi, mira como todos somos felices gracias a ti, mira tus logros, debes de estar muy feliz", Mikey sonríe entre lágrimas.

Así todos pasaron un excelente cumpleaños y el mejor para el cumpleañero, Manjiro Sano.

—Ya solo faltan dos horas para que acabe tu cumpleaños, ¿Por qué te vas así de la nada? –dice Draken sin entender a Mikey.

—Tengo cosas que hacer, ya no soy un niño pequeño o ese mocoso, que no se dejaba peinar y se dormía en cualquier lugar– Mikey le responde a su mejor amigo– tengo que hacer ésto, todos los años lo hago– Draken suspira lleno de resignación y lo acepta.

—Cuidate, Mikey, si no regresas antes del amanecer, te vamos a buscar –Mikey asiente y se monta en el auto, manejando rumbo a su destino.

Mikey estaba viendo las olas del mar, era tan relajante.

Tan fascinante, como siempre y más con la brisa de la noche.

—Ya son casi las 12:00am, tengo que regresar dentro de unos minutos, pero antes descansaré un rato– Mikey habla a la nada, mientras se recuesta en la arena y cierra los ojos– ¿Que pensaría, Takemichi de todo lo transcurrido a lo largo de estos años? –lo única respuesta que escucha son las olas del mar estrellándose en la arena y la brisa soplar en un vaivén suave– lo supuse, no tendré respuesta.

“Me alegro de que seas feliz, Manjiro”, Mikey escucha un susurro suave y sonríe pensando que nuevamente era su imaginación, hasta que siente que alguien se sienta al lado de él, abre sus ojos y se queda atónito al ver esos hermosos zafiros ser alumbrados por la noche.

—¿Takemicchi? –Mikey es lo único que atina a decir.

—Si, soy yo– Manjiro no podía creerlo, tal vez era un sueño, pero está vez con un Takemichi adulto y su cabello negro siendo alumbrado por la luz de la luna, dando un hermoso contraste con su piel lechosa– no es un sueño, Mikey-kun– Takemichi le sonríe– vine a desearte un feliz cumpleaños y me alegro que seas muy feliz con nuestros amigos, eso fue lo que siempre quise...– la mirada de Takemichi, demostraba mucha paz– pero ya es hora de partir.

—¿Que quieres decir con eso, Takemichi? –Takemichi solo se levanta y le tiende una de sus manos a Mikey– Takemichi, no entiendo.

—Vine por ti, Mikey-kun, ya es hora de irnos, ya pasó su cumpleaños y ahora es tiempo de que ambos seamos felices– Mikey por fin entiende y llora de alegría.

No sólo agarra la mano de Takemichi, sino que también lo abraza y por último le da un beso lleno de sentimiento.

Ambos sonríen alegremente, mientras juegan en el viento por un momento antes de irse.

Ambos ascendieron con un vals de emociones al reino de los cielos.

Mientras ellos eran felices por su reencuentro.

Otros lloraron al encontrar el cuerpo sin vida de Manjiro Sano, lo único lindo de eso.

Fue que murió sonriendo.

“Supongo que ahora eres muy feliz, Mikey, descansa en paz”, piensa Draken, mientras abrazaba a Emma.

Él no fue el único en entender que Manjiro Sano, ahora era feliz con Takemichi.

Fin.