Doctor Kawata [Ringry]

Capitulo 3

las carcajadas del más alto eran escuchadas por aquella oficina, incluso se podía escuchar afuera de esta, en los pasillos.

- ¿Entonces te acostaste con tu paciente? - Hakkai aguanto la risa, sin embargo, ver a Souya estresado asintiendo hizo que esté volviera a reír descontroladamente.

- ¡Cállate Hakkai! Te van a escuchar y me voy a meter en problemas...- el Kawata rápidamente llevo sus manos pálidas a la boca del contrario.

- bien bien... - el shiba vio unas hojas en el escritorio de su amigo - ¿Puedo ver? - agarro las hojas, Souya solo asintió.

- es mi horario... ¿Puedes checar con que paciente me toca? - el peli-celeste agarro su taza de café y le dio un sorbo.

El shiba solo asintió.
Pasaron algunos segundos, hasta que Hakkai interrumpió el silencio, volviendo a reír escandaloso.

- ¿Qué ocurre? - Souya volvió a darle un sorbo a su café.

- En diez minutos tienes otra sesión... Y adivina con quién te toco - Empezó a reír más fuerte - Rindou - el de pelo más corto no podía parar de pensar en su amigo, haciendo alguna estupidez por lo nervioso que estaba.

Souya se ahogo con su café, comenzó a toser múltiples veces.

- Maldición... El mundo me odia...- Agarro una hoja de su escritorio - Mierda... Voy tarde... Nos vemos luego, idiota - el peli-celeste salió de la oficina rápidamente.

- nis vimis ligi, iditi - Hakkai contestó con una voz tonta y torpe, seguido volvió a ver su celular.

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- Por fin llegas...- rodó sus ojos amatistas.

- Lamento la tardanza, Rin-Kun - Souya dio una leve reverencia y cerro la puerta. - Hoy hablaremos de ti. Le pedí a los doctores que apagaran las cámaras y micrófonos, para que te sientas más cómodo hablando. - el doctor soltó una sonrisa sincera y segura.

- ¿Por qué me hablas así? Esa noche no me hablaste asi de serio...- Rindou se limitó a soltar una risa burlona, acompañada de una sonrisa coqueta.

Souya se agachó levemente - ..e-es mejor no hablar de eso...- trato de explicarse, Rindou lo interrumpió.

- Solo cállate, maldita perra... Esta noche te quiero abajo de mi - pareció pensar un poco, antes de seguir - en tu oficina... Esta noche lo haremos en tu oficina...- Rindou lo señaló y se mordió el labio.

- Si.. - Souya asintió sumiso y trato de evitar la mirada penetrante del mayor.

No le negaría tener sexo, no era para nada malo en ello... Además se sentía tan sumiso...
En esos momentos solo quería que esa enorme polla entrara en el y lo hiciera rogar por más.

- Bien, eso quería escuchar..- lo miro fijamente, seguido desvío la mirada desinteresado - cómo sea... Empecemos con la sesión..- suspiro aburrido, estaba dispuesto a cooperar.

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Había acabado la sesión, acordaron en verse a las once de la noche. El Kawata iría por el, lo llevaría hasta su oficina y la diversión empezaría.

El doctor salió de aquella habitación, se dirigió a su oficina, en donde comenzó a ordenar todo... Quería que se viera bien para el encuentro de esa noche.

La puerta fue tocada.

- adelante - Souya habló, no elevó la vista, simplemente siguió ordenando los papeles de su escritorio.

- Souya~ - ahí estaba ella, Azumi. Comenzaba a ser molesta, siempre perseguía al Kawata, no lo dejaba solo ni un segundo.

- Ah... Señorita, hola- le resto importancia, ahora se estaba sentado mientras atendía algunos papeleos en su computadora.

- No me digas así... Mejor dime amor..- se molestó, se supone que vería su camisa, que a propósito había desabrochado.
La chica camino hasta Souya. Se poso atrás de el, comenzó a apegar su pecho al cabello y cabeza del Kawata

El peli-celeste no quería nada con ella, simplemente no tenía ganas de tener sexo con ella.

- Azumi...estoy un poco ocupado.. que tal si mañana? - el doctor agarro a la fémina por los hombros y le dio leves palmaditas

- Pero... - Azumi vio al Kawata triste... En verdad quería estar con el, quería casarse y tener hijos con el. No le importaba si el inicio de su futura relación fuera con solo sexo.

- Perdón, nos vemos mañana - El peli-celeste dirigió a la fémina a la salida de la oficina, seguido la empujó levemente, una vez que estaba afuera, cerro la puerta rápidamente y dio un suspiro cansado.

...

Le resto importancia, solo se dirigió a su computadora para seguir escribiendo...o tal vez pensando en la lencería y juguetes compraría para verse bonito para su papi.

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Bendiciones 😸

(725 palabras)