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Me dirigía hacia la escuela cuando ví a un grupo de estudiantes reunidos en un círculo mientras gritaban, paré mi bici y me dirigí al bullicio. Pude observar a Moose apunto de pelear con Robin Arellano, conocía a Moose, su hermano menor molestaba a mi hermano y sus amigos. Así que, que Robin le diera una paliza no me molestaría en lo absoluto, Moose era un grandísimo idiota, era de las personas que tiraban la piedra y escondían la mano.
—. Te crees muy rudo, ¿No? .— hablando de el idiota, seguía en nuestra clase a pesar de ser 3 años mayor, ¿Quién reprueba el mismo año 3 veces? Moose.
—. Averígualo
—. Te voy a despedazar, pequeño frijolero escuálido .— me pare a un lado de los hermanos Blake, no era muy amiga de Finney pero ayudé a Gwen una que otra vez con sus tareas
—. ¿Y ahora que le pasa al idiota? .— hablé en un tono de voz bajo, para que solo la chica me escuchara. Está se exaltó ante mi presencia
—. No lo sé, nadie con un cerebro se mete con Robin Arellano .— respondió en el mismo tono que yo, le dí la razón para volver a ver la pelea justo cuando Moose lanzó el primer golpe que el moreno esquivó con facilidad dándole un golpe en el estómago, sacándole el aire y una patada en el rostro.
Si, eso tuvo que doler.
Y el idiota seguía intentando vencer a Robin, lanzando golpes
—. ¡Dale, Robin! .— Gwen alentó al chico, Finney no parecía muy feliz, no tanto como Gwen.
Robin agarró al más alto y lo arrojó al suelo para seguir golpeándolo. Si, ya no me agrada tanto esto.
Por cada golpe que daba, los estudiantes (en especial chicas) jadeaban con admiración y seguían gritando, unos del lado de Moose, gritando que se levante y otro del lado de Robin pidiendo que lo golpee más fuerte.
Me subí a mi bicicleta, cuando supe que si no me iba, vomiraría por la cantidad de sangre que tenían los nudillos de Robin y el rostro de Moose, Dios sabrá de quién es la sangre.
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Entre en la escuela dejando mis cosas en mi casillero y tomando los libros que usaría en la primera clase del día. Pude ver en la cartelera de la escuela los afiches de los niños desaparecidos, algunos tenían fé de que los encontrarían con vida y la mayor parte del pueblo estaban seguros que posiblemente ya todos estén muertos. Mi hermano trabajaba día y noche intentando encontrar a estos niños, quería encontrarlos con todo su ser, eso lo sabía, pero tenía miedo de encontrar solo cuerpos, dónde ya no hubiera ni una sola gota de lo que eran estos niños antes.
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—. El núcleo interno es sólido. El núcleo externo es líquido .— jugaba con el lápiz entre mis manos mientras escuchaba atentamente al profesor —. La siguiente capa, el mato, es casi toda sólida. Pero, la parte delgada de la zona exterior del manto es líquida. Siguiente imagen .— hacia notas en mi cuaderno de vez en cuando, si decía la verdad, odiaba las clases, odiaba los exámenes y odiaba la tarea pero por alguna razón algo en mi me decía que tenía que sacar la máxima nota siempre, así que para hacerlo debo prestar la máxima atención en clase.
—. La capa superficial se llama corteza. Es solida y muy delgada. Cuando la tierra se separó en capas, comenzó a enfriarse lento, pero el interior seguía muy caliente .— sonó el timbre, haciendo que el profesor no pudiera seguir con su clase, agradecí internamente a esto. Todos salieron lo más rápido que le permitieron sus piernas. Finney siendo el primero por obvias razones, los tontos que lo molestaban lo esperaban afuera de clase, sucedía siempre.
—. Oye, Finney .— ví a los idiotas intentando acercarse a Finney, así que fuí más rápida, corrí hacia los tres chicos, tropezando con ellos “accidentalmente”
—. Fíjate por dónde vas, perra .— habló, uno de ellos, susurrando lo último para que ninguno de los maestros en los pasillos pudiera escucharlo.
—. ¡Lo lamento! No ví por dónde iba .— recogí mis libros, y estos siguieron caminando, Finney ya no estaba en mi campo de visión
—. ¿Estás bien? .— una mano se estiró en mi dirección, Robin estaba parado extendiendo su mano —. Gracias .—
—. ¿Qué? ¿Por qué me agradeces? .— acepte su mano, apoyándome en el para levantarme del suelo
—. Por ayudar a Finney .— sonrió en mi dirección, jamás lo había visto sonreír
—. No hay problema, Finney ni nadie merece que lo molesten .— le devolví la sonrisa. El me volvió a sonreír antes de ir detrás de los matones. Pude ver cómo su rostro cambiaba el semblante de uno sonriente a uno serio.
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—. ¿Qué haces aquí? .— le hablé a mi hermano, al verlo parado afuera de la oficina de la directora. Salí un momento de clase para poder ir al baño y lo último que esperaba era verlo aquí.
—. Mi jefe está allá adentro hablando con tu amiga. Ve por tus cosas, te llevaré a casa
—. ¿Con Gwen? ¿Por qué? ¿Cómo me llevarás a casa?, no ha sonado el último timbre .— hablé muy rápido, acaba de sonar
—. Te explicaré luego .— suspiré entré de nuevo al salón contra la corriente de alumnos que salían, tomé mis cosas y salí del salón, mi hermano parado justo en la puerta
—. Camina .— lo tomé del brazo para que caminara más rápido, mi hermano río. No era mentira que mi hermano era bastante guapo, no era ciega pero que las chicas de la escuela (en especial las de último año), se me acercarán a hablarme de mi hermano ya era más que suficiente, y ahora estaba dándoles y completo espectáculo mientras “modelaba” por los pasillos.
—. ¿Qué? ¿Acaso te avergüenza que te vean con tu hermano mayor? .— el maldito sabía muy bien, sabía cómo lo miraban y más de una vez lo había usado a su conveniencia
—. Cierra la puta boca
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