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—. Gab, la policía está aquí .— Liam gritaba en susurros, entrando rápidamente en mi cuarto, fruncí el ceño, no era nada normal que la policía (que no fueran amigos de mi hermano o simplemente mi hermano) vinieran a casa y mucho menos en la noche.
—. ¿Qué?, ¿Pasó algo? .— sabía lo que esto podía significar, al menos una parte de mi lo sabía.
El levantó los hombros.
—. No lo sé, nadie me cuenta nada .— El salió de la habitación, yo siguiéndole el paso.
Al entrar en la sala, encontré a dos oficiales que hablaban con mi hermano, al notar mi presencia y la de mi hermano, se callaron.
—. ¿Gabriela Brown? .— preguntó uno de ellos
—. La misma .— el otro hombre le hizo señas a mi hermano para que se llevara a Liam
—. ¿Por qué dejaremos a Gab sola con estos hombres?, No podemos dejarla sola .— mi hermano mayor solo lo ignoró y lo llevó a su cuarto, cerrando la puerta cuando ya Liam estuvo dentro.
—. Señorita Brown, queremos hacerle unas preguntas .— uno de ellos sacó una libreta y un lapicero, inmediatamente entré en pánico, no había hecho nada o al menos nada a un nivel tan alto como para que la policía viniera aquí en la noche.
—. ¿Sucedió algo? .— pregunté, jugando con mis manos, mientras me sentaba en uno de los taburetes de la cocina. Ellos se miraron antes de mirar a mi hermano, el se sentó a mi lado antes de respirar hondo, oh no...
—. Gaby... Uno de tus compañeros desapareció está mañana .— lo miré, ¿Conocen ese sentimiento que crees saber lo que pasó o quién fue aunque no te hayan contado nada? Bueno, de esa manera estaba comenzando a sentirme.
—. Creemos que quizás podrías conocerlo, compartían algunas de sus clases .— me vinieron a la mente todas y cada una de las personas con las que alguna vez crucé palabras, la última fue Robin, oh dios mío.
—. ¿Cuando fue la última vez que hablaste con Robin Arellano? .— el aire abandonó mi cuerpo cuando mi sospecha dejó de ser solo una sospecha, haciéndose una realidad, me aclaré la garganta antes de comenzar a hablar
—. Ayer, después de la segunda clase, en los pasillos
—. ¿El te mencionó algo o algún lugar al que pudiera ir?
—. No, él simplemente me ayudó a levantarme, me tropecé .— los policías se miraron, antes de suspirar, era obvio que no había sido de ayuda.
—. ¿Sabes de alguien a quien Robin allá sido cercano en la escuela o alguien en quien Robin confíaba .— se me revolvió el estómago al escuchar como hablaban del chico en pasado, como si ya asumieron que no lo encontrarían con vida
—. Finney Blake, son mejores amigos .— uno de los hombres anotó el nombre en su libreta
—. Le agradecemos su cooperación señorita Brown. Cameron, hablemos afuera .— los tres salieron, no son que antes el castaño me diera una mirada de pena.
Suspiré, antes de dirigirme al cuarto de mi hermano pequeño, este al verme entrar me abrazó, sin preguntar y sin darme alguna palabra.
Sabía que Liam era maduro para su edad, los tres tuvimos que crecer rápido gracias a tipo de padres que teníamos, ninguno de nosotros disfrutó las etapas de niñez de forma genuina, y más Cameron, a pesar que pudo largarse cuando ya sabía cuidarse solo, no lo hizo y ya luchado por nosotros como nadie lo ha hecho, ha sido padre, madre y hermano al mismo tiempo. Y sin importar nada sigue sonriendo, es alguien digno de admirar.
🍒🍒🍒
—. Se harán equipos de búsqueda, lo encontraremos .— mi hermano se ponía su chaqueta, y tomaba algunas cosas, las metía en sus bolsillos, lo miraba, sin decir absolutamente nada, el se acercó y dejó un beso en mi frente.
—. Sé que odias esto, créeme, yo lo odio tanto como tú, pero hemos intentado todo, es como si fuera un fantasma
—. Si fuera un fantasma jamás si hubiera llevada a Bruce, o a Vance, o a Griffin, o a Billy, o Robin. Jamás hubiera pasado nada de esto si fuera un fantasma .—
—. Lo sé, lo sé, pero te prometo que estamos haciendo todo lo que podemos e incluso hemos estado hablando con psíquicos y padres, estamos buscando hasta en lo sobrenatural. Todos nosotros, tanto como tú queremos encontrar ha estos chicos .— suspiré y asentí, no tenía sentido pelear ahora. El intentó sonreír (aunque más bien le salió una mueca), tomó sus llaves y se fue, dejándome con solo mis pensamientos y horrores internos.
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