Perdido en la pasión

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Consume con avidez el amor que te profeso,
aliméntate de mi antes de alejarme.
Heme aquí, a tu lado, sin vientos que nuestros labios separen,
sin barreras aislantes.
Llena tu alma de la mía antes del ocaso de mis días.

Acerca tu cuerpo al mío, que el frío no sea nuestro amante.
Se acorta la noche cuando estamos juntos.
No quieras solo mi amor de ahora, desea la eterna pasión,
porque somos amantes y
la vida pasará como una exhalación.

Escucha mi corazón hablar de amor,
palpitar poemas, condena el averno al anatema,
y crear para nosotros un paraíso,
un encuentro conyugal de tu alma y la mía.

Inmortal y desesperado es el amor que te profeso.

¡Apópiate de él antes de alejarme!

Crepúsculo del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora