Más Allá Del Destino

Capítulo 7: Perdido

Intento socializar con otras personas, pero no da resultado.

- Hoy definitivamente no es mi día.

- Vaya, no espera encontrarte por aquí.

- ¿Makoto? Pensé que no te vería por un tiempo, veo que sigues en Kioto.

- Decidí quedarme un poco más. Dime, ¿tú qué haces aquí?

- Estaba intentando interactuar con personas que no conozco.

Pensé que todo iría bien ya que ahora tengo algo de experiencia, pero simplemente me ignoran.

- ¿Interactuar? ¿Me podrías decir el motivo? - Expresó observándome.

Es cierto, no le he contado a Makoto nada.

- Claro, sentemos por allá, es un tema largo.

...

La gente iba y venía mientras conversaba con Makoto.

- Eso sería todo. ¿Qué te parece?

- Ahora te entiendo mejor, no imaginé que fueras antisocial. - Dijo seriamente.

- Es lo que era, ahora estoy intentando cambiar eso.

Todo sea por mi novela.

- Eso es cierto. Llevás rato aquí intentando interactuar y simplemente te ignoran, ¿cierto?

- Así es, aunque creo que la culpa es mía, quizás estoy exigiendo demasiado.

- Puede que tengas razón, deberías tomarlo con calma. Las personas indicadas para darte inspiración llegarán tarde o temprano.

- Tienes razón, no tiene caso agobiarme y sentirme perdido. Gracias, Makoto, me regresaste el ánimo.

Es alguien bueno, mi opinión sobre él no ha cambiado.

- De nada, para eso están los amigos.

- Ciertamente, faltan personas como tú en el mundo.

Le pediré su número, quizás algún día vaya a su tienda en Tokio.

- Me estimas demasiado - Afirmó alegré.

- ¿Me podrías dar tu número? Para estar en contacto.

- Claro, así yo también tendré el tuyo.

- Siempre lo cargo conmigo, así que siéntete libre de llamar cuando quieras.

Ahora tengo tres contactos, puede sonar patético, pero para mí es un gran avance.

- De acuerdo. Ya me voy, tengo trabajo, adiós, Daiki.

- Adiós, Makoto.

Es mediodía, iré a comer algo, la cafetería a la que fuí con Chiba-San está cerca, creo que comeré ahí."

...

Al entrar, no pude evitar recordar lo sucedido aquél día. Como se nos quedaban observando las personas, lo deslumbrante que se veía Chiba-san.

Ya ha pasado más de un mes, ¿eh? Lo recuerdo como si hubiera sido ayer.

- Aquí tiene su orden. - Dijo la camarera.

- Gracias.

Como pasa el tiempo, en ese momento nunca pensé que tendría la relación que tengo con ella ahora.

- Está vez vino solo. ¿Ya lo dejó aquella chica? - Escuché mientras recordaba.

Es la camarera que empezó ha hablarme.

- No me dejó, no tenemos esa clase de relación. - Dije avergonzado.

- ¿Seguro? Si usted lo dice, así será, no soy nadie para meterme en su vida.

- Solo es un mal entendido como ya dije.

Debió estár aquí el día que vine con Chiba-san, por eso me hace esa pregunta.

- Ya veo, parece que fue mi error, lo siento si te moleste. Me llamo Kaori Shimizu, estuve de turno el día que viniste con esa chica.

- Entiendo, yo soy Daiki Yoshida, mucho gusto.

Como sospechaba.

- Gracias por elegir está cafetería, espero que nos llevemos bien, Yoshida-kun.

- Igualmente, Shimizu-san.

Pase toda la mañana intentando hablar con alguien nuevo, vengo a comer y de repente empiezo a interactuar con Shimizu-san.

Las ironías de la vida.

- ¿Quién diría que estaría trabajando en una cafetería? - Expresó mientras limpiaba las mesas.

- No lo veo mal, es un buen trabajo.

¿Lo dirá por algo en específico?

- Estaba pensando en voz alta, no me hagas caso.

- De acuerdo.

Debe atender a muchos tipos de personas. ¿Tendrá algo que me inspire para la novela? No lo sabré a menos que indague.

Será en otra ocasión, como dijo Makoto, debo ir con calma.