- Para empezar, cuando estudiaba sufrí acosó por parte de mi compañeros de clase, me decían que era una inútil, que mi destino era no servir para nada. Debido a eso, sufrí un trauma que me hizo afirmar que era una inútil.
- ¿Tú, Chiba-san? Lamento oír eso, pero es que no me lo creo.
Con que eso es lo que guardaba dentro, ella también se vio afectada por el destino.
- Es lo que me tocó vivir, el acoso poco a poco se hacia más fuerte, perdí la motivación, por más que me esforzaba no lograba nada. Sumado a eso, mis padres me abandonaron cuando era pequeña, me dejaron en la puerta de un orfanato.
Ya veo, no contó con el apoyo de sus padres, es un pasado bastante triste.
- No tienes que seguir si no quieres, es muy díficil hablar de nuestro pasado, más si es algo así.
- No importa, sentí que debía hablar de esto para poder dejarlo atrás, además, confío en ti.
- Me la pasaba encerrada en mi habitación, frustración y rabia me invadía durante esos días. Todas las noches asomaba la mirada a la ventana de mi habitación, en una de ellas conocí a Yume-chan.
- Entiendo.
La chica que me contestó el teléfono.
- Ella me vio, se dio cuenta que no estaba bien, así que indago y me hizo varias preguntas. - Continúo.
- Al principio no estaba muy convencida, pero le expliqué la situación. Ella me motivo, me dijo que mi destino no era ser una inútil, que todos somos buenos en algo...
- Esas palabras me llenaron. La motivación que había perdido regreso gracias a ella.
- Yume-chan es corredora de atletismo, empezo a invitarme a sus prácticas, nos hicimos mejores amigas. Si no fuera por ella... yo no estaría aquí. ¿Te aburrí con mi historia?
- Para nada, gracias por contarme.
Era más de lo que esperaba.
- Te diré la verdad, desde el comienzo quería saber tu historia.
- Vaya. ¿Puedo saber el motivo? - Dijo sorprendida.
- Te acuerdas cuando te dije que buscaba inspiración para mi novela. Los personajes estaban siendo criticados, rechazaron mis novelas debido a eso. - Continúe.
- Mi abuelo me aconsejo relacionarme con los demás y conocer sus historias, por eso estoy aquí ahora.
- Entiendo. ¿Pude ayudarte?
- Sí, incluso se me ocurrió una frase que describe tu historia.
Me impresiona todo de lo que me hablo, por eso daba esa impresión, es alguien muy fuerte.
- A ver, dime. - Expresó con curiosidad.
- ¿Qué define a una persona útil? Ser bueno en lo que hace, pero solo porque no seas bueno en algo, te tachan de inútil.
- Vivimos en una sociedad en la cuál las personas que tienen talento se ven beneficiadas, mientras las que no se esfuerzan para conseguir algo. Los seres humanos buscamos desesperadamente esa utilidad.
- Se nota que eres novelista, eso fue muy acertado. Por cierto, me convertí en corredora de atletismo.
- Ahora entiendo porque siempre te veo corriendo.
Eso explica su buena condición física.
- ¡Yoshida-kun, empezó a nevar! - Grito con alegría.
- Ya me dí cuenta.
Eres increíble, Chiba-san, no me arrepiento de haberte conocido.
- Vamos a disfrutar antes de que acabe el festival.
- Tienes razón, ya me siento mucho mejor, comeré de todo. - Dijo emocionada.
Es un sol de persona, quiero seguir a su lado, me esforzaré para mantener está relación.
- Ya son las doce, Merry Christmas, Yoshida-kun.
- Sí, Merry Christmas, Chiba-san.
- Vamos a tomarnos una foto.
Apreciaré cada momento, así quizás mi vida empiece a cambiar.
- Buena idea, así tendremos un recuerdo. - Afirmó mientras arreglaba su cabello.
- Ya está, luego te la paso.
Antes solía pensar que estár solo era lo mejor, pero después de conocerla, ya no estoy tan seguro.
Estás emociones que siento cuando estoy con ella, no sé lo que sean, si sigo este camino lo descubriré, estoy seguro.
No tengo idea de lo que nos espera en el futuro, pero quiero verlo con mis propios ojos.
- Vaya, se ha hecho tarde, te acompaño hasta tú casa.
- Sí, ya fue suficiente por hoy.
...
De camino a su casa, me percaté que a Chiba-san le estaba costando caminar.
- ¿Te lastimaste los pies?
- ¿Te diste cuenta? Sí, hacía mucho que no me pasaba esto. Lo siento, el día de hoy ha estado lleno de inconvenientes por mi culpa.
- No, para nada, no te preocupes por eso.
Tengo que ayudarla, que clase de hombre sería si no apoyará a una chica cuando lo necesita.
- Usá mi hombro como apoyo.
- ¿Estás seguro? No quiero incomodarte.
- Está bien, lo importante ahora es que llegues a casa.
Ya que ella me ha dado tanto, yo le daré todo mi apoyo.
- En ese caso... con tu permiso. - Dijo mientras se apoyaba en mi hombro.
- Continuemos, tú solo dime por dónde.
- Vale, sigamos recto por está calle.
- De acuerdo. Hoy me la pasé muy bien, gracias por aceptar la invitación, Chiba-san.
- No es nada, gracias a ti por invitarme. Si no hubieses llamado... habría ido sola.
- ¿En serio?
Lo mismo pensaba hacer yo si el abuelo no me hubiese insistido, pero ahora le agradezco esa insistencia.
- Sí, pero al final no fue así. Yo también me divertí. - Expresó con una sonrisa.
- Ya veo.
Me alegra que lo disfrutará.
- Ya llegamos, Yoshida-kun, esta es mi casa.
- Entonces, ya me voy. Buenas noches.
- Buenas noches, hasta luego, Yoshida-kun. - Dijo mirándome a los ojos.
- Sí, hasta luego, Chiba-san.
ESTÁS LEYENDO
Más Allá Del Destino
RomanceSe dice que las personas venimos a este mundo con un destino ya escrito, vivimos siguiendo algo sin darnos cuenta, pero... ¿Qué hay más allá del destino? Sí lograrás romper esa barrera, ¿qué encontrarías? Es un concepto abstracto, pero de ser posibl...