Estudiar le estresa. Le frustra y le hace sentir miserable. Estudia durante una moche entera para un examen, recordando colores palabras y fechas, entonces se descubre sentada en la banca de su salón y de repente su mente se queda igual de vacía que las hojas frente a ella. Y llora en silencio mientras responde las preguntas con lo poco que recuerda de sus libros.
No es una estudiante modelo, sus notas alcanzan lo suficiente para pasar e curso sin problemas. Cada vez que un examen le es entregado su miedo a la universidad incrementa un poco mas. No tiene miedo de ir a la universidad, no, tiene miedo de ser tan mediocre que la media no le alacamce mi tan siquiera Para trabajar en una estación de servicios.
Isabela intenta ayudarla, se ha reunido con ella las ultimas dos semanas para estudiar, resumir temas y eesolver cuestionarios. Pero Miriam es un fracaso en todo lo que intenta. Por lo que tiene unas inmensas ganas de darse de baja de la escuela... Y de la vida en general, si al caso viene.
Para cuando el catorce de diciembre llega, su cerebro a entrado en un colapso completo. Su mente ya no retiene mas información y se termino inventando la mitad del examen de economía que tenia frente a ella. Sabe que lo ha hecho fatal cuando la profesora pasa por su lado recogiendo los examenes y una mueca se forma en sus labios al leer el examen.
Miriam suspira, llevando la cabeza a las manos en un gesto de frustración y alivio. Era el ultimo el examen del día, era lunes y podia difrutar del resto de su semana antes para luego recibir las vaciones de invierno con gusto. Sabe perfevtamente que quizas deba hacer uno o tres exámenes de recuperación (Dios, esta esperando que aparezca la profesora se Francés con su examen completamente en rojo) pero eso no le interesaba, hasta el ocho de enero ella no se preocuparia por nada de ello.
Isabela la toma del brazo cuando llegan a la puerta del aula. Llevaba una chaqueta rosa brillante y una bufanda del mismo tono envuelta en el cuello con ímpetu, al punto de que solo se le observaba la nariz y los ojos, su voz salia amortigua da por la tela. Caminan hasta el salón de actos, donde el grupo de teatro se reunía en la hora de tutorias para repasar detalles pequeños que el sábado solo reatrasarian la producción.
-Navidad no me hace tanta ilusión -Dice Lucas, sentado en una de las butacas de tela roja cerca del escenario -Solo es una excusa para decorar todo y vender las cosas por el doble de precio.
Ariana bufa mientras le da un ligero codazo -Solo eres un amargado y un mentiroso. Se, por redes muy confiables, que usas jerseys de osos navieños cada veinticuatro de diciembre, y que el veinticinco estas rodeado de regalos.
Lucas le hace un gesto a Isabela para que se siente a su lado, en el espacio libre de la derecha, entre el grupo de adolescente que se conglomero a su alrededor.
-Mis madres son felices cuando me dejo llevar por "el espíritu navideño" yo solo soy un buen hijo.
Un chico ríe y hacen una ronda de historias navideña entre los presentes. Miriam se acomoda contra el pared contigua, lo suficientemente cerca como para escuchar pero bastante alejada como para no ser tomada en cuenta dentro dr la conversación. Lucas se acomoda un brazo en los hombros de Isabela, acercandola de la misma forma que tiene tomada a Ariana contra su pecho.
Lucas era callado, bastante observador. Pero sus expresiones hablaban mas de lo que podrían sus palabras. Una postura recta, el menton erguido con orgullo. Fruncía la nariz al sonreír y las cejas al hablar. Hablaba con un tono bajo y lento, tomándose el tiempo de saborear cada palabra antes de que salgan de sus labios.
-Oigan -Llama Gael, el chico que interpreta al padre de la protagonista -Mis padres se van de viaje el fin de semana antes de navidad ¿Que tal si nos reunimos en mi casa a pasar el rato?
El chico, Gael, tiene esta mirada de picardía en sus ojos oscuros que a Miriam le causa mala espina. El, en general, le da mala espina. Puede que sea la linea recta en que sus labios se encuentran, o como parece encorvarse sobre si mismo al caminar. Sacude la cabeza. La realidad es que mas son las personas que le caen mal de las que si, es por ello que casi no tiene amigos.
La mayoría respondieron de forma afirmativa, con una exclamación de alegria.
-¿Iran? -Pregunto en dirección a ellos.
Miriam no era fanatica de las ibterecciones sociales, le creaba panico estar rodeada de personas de su edad, con gustos tan distintos a los suyos, y caer en un silencio incómodo donde quiera echarse a llorar por la ansiedad. Se alejo de la pared y tomo asiento junto a Isabela, que al notarla sujeto su mano y la llevo a su regazo.
-No, gracias -Murmuro Miriam.
-Una buena forma de terminar el trimestre -Sonrio Ariana -Yo si iré.
Alister coloco sus manos sobre los hombros de Ariana.
-Todos aquí son buenas compañías -Murmuro Adrien, de pie junto a ellos -Sera una tarde divertida.
-Será en la noche -Corrigio Gael -pasada las siete.
Ariana sonrió, dejando ver uno de los hoyuelos en las mejillas.
-Cuenta con nosotros.
Isabela confirmó su asistencia, Lucas al igual que Miriam, se negó amablemente, Ariana le rogó un poco, y este terminó aceptando con los labios torcidos en un gesto de resignación.
-Si la enana va, Adrien y yo también iremos -El castaño observo a su hermano mayor con una mueca de asco.
-No es mi forma de diversión.
-habrá musica variada y comida, cualquier cosa que pidan, allí estará, solo seremos los del grupo de teatro -Gael sonrió -nos divertiremos ¡podemos ver películas! Tengo Netflix.
Adrien se mantuvo en silencio durante unos segundos antes de asentir, aceptando. Gael se alejo de ellos, notablemente complacido.
Miriam observaba, con una extraña opresión en el pecho, como hablaban de la fiesta y de que harían en ella. Eran un grupo pequeño, rondaban las doce personas. Con voces altas y algo melodicas, de risa fácil y con bastante energia. Duarante los ensayos estaban de un lado a otro del escenario llevando la escenografía o practicando los diálogos. Habian creado una amistad cordial, con chistes internos y un grupo de Whatsapp.
A pesar de ello, Miriam, y sabia que era su culpa al no integrarse al grupo, se sentía algo aislada, con Isabela pululando como la mariposa social que era, sonriendo y hablando con ese timbre de amabilidad que la hacia tan entrañable. Lucas era su compañero silencioso, estaba allí, como una presencia firme y calma, no compartian muchas cosas en común mas allá de que les gustaba la musica de coldplay, por lo que no hablaban demasiado. Adrien era de charla fácil y escuchaba con atención, sencillo de llevar. Ariana, por otra parte, perdía el ritmo de la conversación y hablaba mas de lo que escuchaba, pero era reconfortante, puesto que nunca dejaba silencios incómodos, aunque siempre esta rodeada de gente, por lo que hablan menos de lo que a Miriam le gustaría. Con Alister nunca se ha dado la oportunidad de hablar, no correctamente y no fuera de las bromas y frases pasivo agresivas por parte de Miriam. Se sentía acompañada y al mismo tiempo no, por lo que allí, viendo como todos hablaban con emoción de la reunión, se arrepintió de su decisión.
Las palabras estaban en la mente, jugaba son sus dedos en nerviosismo "Cambio de opinión" se imaginaba diciendo "Voy a la fiesta" aseguraba con firmeza, entonces, la chica rubia de la esquina, Rocio, se acercaría a ella y le preguntaría si llevaría ropa cómoda ese día, y se podría integrar a la conversación. Sujeto los reposabrosas con fuerza para darse valentía, y separo los labios.
-Chicos, al escenario -El viejo grasmo, dejando que las puertas del auditorio se cerraran con fuerza tras su espalda, sobresaltando a los presentes.
Miriam trago saliva, las palabras formando un nudo en la garganta que no le permitió hablar. No dijo lo que pensaba mientras se levantaba y se dirigía al escenario.
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Una Mirada Bajo La Lluvia
RomanceMiriam Duarte es una alumna del segundo año de Bachillerato cuyas únicas preocupaciones eran las de aprobar educación física sin colocar el mas mínimo esfuerzo de su parte, y la de mantener el corazón enamoradiso de Isabela, su mejor amiga, ileso ca...