Stiles.

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No pasa nada. Creo...Si que pasa. ¡Liam! ¿Por que?

Ese niñato engreído se lleva burlando de mi desde que tengo uso de razón, y ahora que tengo una oportunidad para que por fin salga de mi vida...pues no...claro que no. No podía ser tan bonito como estaba siendo.

Ahora les tocaba tirar a portería y como no, el Sr. "Mirame soy el mejor" no fallaba ni un tiro. Tendría que fallar alguna día ¿verdad?, no podría acertar siempre, es imposible. Dana eres tonta, recuerda, nada es imposible.

También hay que resaltar los cuerpos de los jugadores, ¡Madre mía!, parecían salidos de un culebron latinoamericano (sin animo de ofender) con esos músculos, y brazos, y pectorales...Eres una pervertida. Pero no me lo negareis.

Mi tio no paraba de tocar ese ensordecedor silbato. La verdad es que no había cambiado nada desde la ultima vez que le vi, seguía igual.

Los reunió para hacer otro tipo de entrenamiento; de defensa. Había dos que defendían y el resto tenia que intentar marcar uno por uno y...parecia que los iban a matar en cuanto se acercasen a ellos. Los tiraban al suelo con mucha facilidad. No sabia como podían aguantar esos golpes y placajes. Parecía imposible traspasarles, pero como no hay nada imposible, Liam los consigue traspasar con facilidad y marcar a portería. ¿En serio? ¡Ya estoy harta!

-¡Ha sido suerte!¿Otra vez!- Grite a mi tío, el cual no sabia todavía quien era yo.

-¡Es un entrenamiento, no se puede repetir!- me grito el.

-¡Diez pavos a que Liam no lo logra!- sabia perfectamente como convencer a mi tío, y es con dinero.

-¡Hecho!¡Liam, otra vez!-

De golpe me dio un presentimiento muy raro, algo malo iba a pasar. Vi como Liam corría desde su sitio a por los dos chicos, uno consigue pasarle, pero al otro....no tanto...Liam salio volando por los aires y dio una vuelta de 360º, cuando callo, no son muy bien. Me quede boquiabierta, no podía creer lo que había pasado y lo peor es que lo provoque yo, aunque...¡Me he ganado diez dólares!

Me quede congelada en mi sitio, no sabia si ir a ver, o no ir o...yo que se. No escuchaba lo que había a mi alrededor, el sonido de mi corazón me ensordecía.

Me decante por ir y averiguar si era grave o no. Vale que no me cayese bien, pero nada bien; pero tampoco es como para querer desearle todo el mal
; aunque en parte se lo merece por todos estos años de tortura continua.

Observe a Liam y la forma de doblar su pierna era un poco rara. No tenia pinta de ser algo leve.

-Nosotros lo llevaremos a enfermeria- dijo el chico que le había hecho elevarse dos metros del suelo.

-Me parece bien...¡A! Y...por cierto...Tu también vas Danna.- como sabía quien era, es decir, no me veía hace años y...era imposible ¿verdad?; mi cara debió de ser de un asombro absoluto.

-¿y que hago con mis maletas?

-Me encargo yo de ellas, tu no te preocupes.¡El resto, a mover el culo!-dijo con un grito y un pitido de silbato-Bienvenida a Beacon Hills- me dijo con una sonrisa con el silbato todavía en la boca.

Rumbo a la enfermería con dos desconocidos y una de las personas que peor me ha tratado en mi vida. ¿Podria ser peor?

El camino fue silencioso e incomodo, estuvimos todo el camino callados, normal, yo ahí era una intrusa.

-¿Que haces en Beacon Hills?- me dijo Liam.

-No te importa mi vida-no me iría a arriesgar a contarle mi vida a él.

-Sigues siendo la misma antipática de siempre.

-Y tu sigues siendo el mismo niñato de siempre-le respondí con las mismas palabras que él.

-Vaya, ¿os conocéis?- pregunto el moreno.

-Por desgracia- Pense en voz alta. Se me escapo, no pude evitarlo.

Fuimos a enfermeria y de ahí nos mandaron al Hospital, pero antes quiso el moreno ver a alguien, así que nos quedamos los tres solos esperando. Al rato alguien hablo.

-¿De que os conoceis?- pregunto el castaño.

-Ibamos al mismo instituto- Respondio Liam- y...seguimos lleno al mismo dado que vas a estudiar ahora aquí-

-¿No os lleváis muy bien no?-

- Que va, pero si nos llevamos de maravilla, somos como uña y carne- dije con un gran sarcasmo. Se enfado un poco, pero es que estaba harta de que me estuviese ocurriendo.
Nos miramos durante unos segundos y tuve que bajar la mirada por la forma de la que le había tratado, no quería llevarme mal con nadie, y ya lo estaba empezando a hacer; tendría razón Liam, soy una antipática.

Cuando volvió el moreno nos dirigimos al hospital. Liam y yo íbamos con el castaño en su coche, y el moreno iba en moto; y creedme, aunque me hubiese encantado ir en moto y librarme de Liam, no me atraía la idea de ir abrazada al desconocido que había sido capaz de provocar que un chaval de 15 años volase por los aires.

Liam iba detrás con la pierna en los dos asientos traseros y yo en el asiento delantero del copiloto.
El camino fue muy silencioso e incómodo, solo se oía el motor del coche en funcionamiento.
- ¿Quereis que encienda la radio?- rompió el castaño el silencio.
- Por mi vale, aunque es tu coche, tu mandas- dije esta vez mas relajada, nos miramos un rato a los ojos y no pudimos evitar sonreír; este era el lado que quería enseñar al mundo, el lado bueno de Danna. Ahora me daba cuenta que tenia unas pecas muy adorables y una sonrisa que daba ganas comérsela.
-Yo no quiero- dijo Liam haciéndome salir de mi trance y reaccionando. En ese momento se me quitó la sonrisa de golpe, siempre tiene que estar llevándome la contraria el muy...ARG!
-¿Nunca te han dicho que es descortés no complacer a una dama?- dijo el castaño. Liam se enfado y se quedo callado.No me pude creer que me hubiera defendido, casi nunca nadie lo hace-Además a mi también me apetece un poco de música que el día de hoy ha sido muy largo. Por cierto, me llamó Stiles- Stiles, nunca había oído ese nombre, ¿De donde provenía?¿De que curso seria? Decidí tragarme todas mía preguntas y presentarme yo también.
-Danna- dije con una ligera sonrisa.

El angel, el demonio y yo.(Stiles Stilinski fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora