El angel, el demonio y yo.(Stiles Stilinski fanfic)

Tarde en el hospital.

Llegamos mas rápido de lo que espere al hospital, no hace falta describirlo, es igual que todos; paredes blancas, suelo de baldosas blancas, un montón de puertas con su letrero a su lado y cientos de personas(un poco exagerado) andando y corriendo de un lado a otro. Como Anatomía de Grey, serie que por cierto nunca vi. No me atraen el tipo de series de quirófanos, sangre y enfermeros. Soy mas de serie policiacas.

El chico cuyo nombre todavía no sabia se encontró con una mujer que al parecer ya conocia, pero no pude concentrarme lo suficiente en la conversacion. No paraban los recuerdos del pasado de inundarme la cabeza. Trauma, fobia...llamadlo como quieras, yo lo llamo sombra.

La mujer posó a Liam en una silla de ruedas y se lo llevó me imaginó que a hacerle pruebas. Nos quedamos los tres solos.

- La culpa ha sido mia- dijo el moreno.

- No es verdad- me atreví a contestar- la culpa ha sido mía, soy yo la única que no puede tener la conciencia tranquila.-le dije. Realmente lo había provocado yo, porque yo hice esa apuesta con mi tío y yo le obligué a repetir la prueba.

-Tu eres Danna ¿no?- lo debió de escuchar cuando lo dijo mi tío. Solo logré asentir.-¿ Acabas de llegar?- volví a asentir- ¿No eres de muchas palabras no?

- No quiero aburrir, por eso no cuento mi vida- mi vida realmente tenía muchas cosas interesantes. Lo que no interesaba era que la gente se enterara.

Hubo un largo silencio hasta que Stiles lo rompió.

- ¿Queréis algo de la maquina?

- Yo quiero unos Doritos-

Busque mi cartera para comprarme una chocolatina, mire en todos los bolsillos que tenia y no estaba en ninguno. La metí en la maleta...¡La maleta! Se la di a mi tío...¡Junto a mi móvil! ¡No puede ser! Se me ha olvidado el movil en la maleta. ¡Genial!

-¿Y tu?- me dijo Stiles.

-No, no quiero nada.

-¿Segura?, invito yo.

- No quiero ser una gorrona.

- Di que quieres anda, tienes una cara de no haber comido nada en dias- ¿tan mala cara tenia?

- No se que hay-

-Vente conmigo y así eliges- mi cara debió de ser de desconfianza- ni que te fuera a raptar o asesinar; Scott, me la llevo un momento- y seguido de eso hizo un movimiento de cabeza para que le siguiera. Me moví con pasos un poco indecisos y le seguí hasta la maquina de comida. Mis pisadas sonaban por todo el pasillo; ese sonido me ponía la piel de gallina.

- Elige el alimento alto en calorías y probablemente graso que quieras- me dijo. No pude evitar reprimir una pequeña risa. Había tantas cosas, pero el hecho de estar en un hospital me cerraba el estomago por completo.

- No tengo hambre-

-Deberías tenerlo, estas delgadisima, ¿Sabes que unos kilos de mas no son malos verdad?

-Me lo dicen mucho, simplemente no engordó con tanta facilidad.- le explique.

- Me da igual lo que me digas, me he dado cuenta de como te mira esa chocolatina... Parece que le gustas.

- Me tiene que gustar a mi no crees- le replique.

- Y te gusta- dijo guiñandome un ojo.

-Touchè- dije rendida- total, tienes razón, me encanta el chocolate- en cuanto dije eso escuche a una persona gritar en una habitación en la cama y me estremecí al oírla.

-No te gustan los hospitales verdad- me dijo. Solo logre negar con la cabeza.- ¿Has tenido malas experiencias?- por casi le contesto, pero me acordé de que sólo le conozco de unas horas.