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ATENCIÓN; Este capítulo está dedicado al explicar el porque George se toma tanto espacio para si mismo, quizás pueda ser algo fuerte, Se recomienda discreción.

Narra George

Cualquiera puede esconder todo lo que le avergüenza debajo de su cama para que nadie lo encuentre, cualquiera puede evitar el ser humillado escondiéndose pero, ¿Que pasaba con quienes no tuviera una cama donde esconder h ocultar toda su desdicha? Nos teníamos que conformar con tratar se ser fuertes y soportar todo. No podíamos tener la facilidad que muchos tenían de simplemente abrazar ese lado extraño suyo y exhibirlo al mundo con orgullo, o al menos es algo que yo no he podido hacer en toda mi vida.

Regresando en mis memorias puedo ver flashbacks de momentos que preferiría fingir que son un mero invento de mi imaginación, de algún trastorno mental que me hiciera vivir en una realidad distinta a la mía.

Fiesta de cumpleaños número 7: el problema con mi físico.

Mis padres me habían organizado una fiesta de cumpleaños con temática de Spiderman, mi actual super héroe favorito. Pero no podía vivir mi fantasía sin utilizar mi propio traje del cual pronto dejaría de ser mi héroe. Mamá y yo buscamos en el centro comercial en todas las tiendas de disfraces, mamá salía molesta, yo no comprendía el porque su actitud, era una mujer realmente alegre y optimista. Este lado suyo rara vez lo veía y no me gustaba.

Al salir de ya la cuarta tienda le pregunto si todo está bien, ella lo niega. “Estoy cansada de buscar el traje, volvamos a casa.” Sabiendo que no podía negarme la tomé de la mano y la seguí hasta el auto. Ella me puso el cinturón de seguridad en el asiento trasero y me dejó jugar con unos dinosaurios que cargaba siempre. Ella pensaba que no ponía atención cuando atendió la llamada entrante a su teléfono, era mi padre.

— Claro que no, todos dijeron lo mismo... si, yo lo sé, ¿Pero que quieres que haga? ¿Que lo deje sin comer? ¿Que lo haga ir a correr antes de dejarle comer? — Aunque no pudiera escuchar la otra parte de la conversación sabía de qué iba. De lo que mi familia se había dado el lujo de conversar últimamente, mi peso.

Lo último que recuerdo sobre ese día soy yo rompiendo mis pósters de Spiderman y tirando a la basura todas mis ilusiones junto al papel arrugado. Porque el pequeño Georgie era demasiado obeso para ser un superhéroe, para ser feliz.

Otro recuerdo llega de la nada, uno que había bloqueado por muchos años.

Baile de graduación de la escuela secundaria: la primera mala cita.

Había estado sometiendome los últimos siete años a dejar de comer, hacer ejercicio y usar ropa más holgada con tal  de que mi físico no se notará. La secundaria es una etapa de mierda, todos tienen problemas pero se sienten con derecho de remarcar los ajenos como si ellos fueran perfectos. Apesar de mi esfuerzo sobrehumano no lograba tener una imagen envidiable, solamente lograba hacerme daño, pero no podía entenderlo en ese entonces.

Cuando estaba por terminar la escuela secundaria llegó el evento principal, el que todos los chicos populares esperaron durante todo el año. El baile de graduación. Naturalmente como una persona con poca vida social me auto sentencie a no ir al dichoso baile. Quedarme en casa viendo alguna serie adolescente con un ridículo baile de graduación sonaba mucho mejor idea que ir a uno. Para mí mala suerte las cosas serían un tanto diferentes.

— O'Malley, espero que tengas libre la noche del viernes. Iremos al baile. — Connor Jones apareció frente a mi, era un chico bastante lindo. Que tenía la mala fama de ser "la puta" de la secundaria. Ya que más de uno aseguraba que había salido o intentado salir con ellos. Que le habían visto muy cercano a los profesores y por ello sus impecables calificaciones. No podía ser más que pura basura.

— Lo siento, tengo planes. — No los tenía, pero no iría a ese tonto baile.

— No puedes engañarme a mi cariño, iré a recogerte a las 8;30. Si no estás listo estaré molesto.

Así sin más se marchó, tenía una especie de ¿Cita? Eso parecía. Aunque no tuve la oportunidad de siquiera aceptar o rechazarla. Decidí no hacerle mucho caso pero Connor insistió demasiado por dos días, iría con el. Quisiera o no.

Llegó el viernes, había pasado por mi como dijo, exactamente s la hora acordada. En el camino se había portado realmente agradable conmigo. No podía entender porque la gente decía tanta mierda de él. Era un chico tan auténtico y bueno. O eso creía.

¿Alguna vez has oído de la noche del bosque negro? ¿No? Entonces permíteme contarte. El equipo de fútbol se encargaba de llevar al finalizar la fiesta a un grupo de alumnos al bosque cercano. Dónde los dejarían a su suerte, ¿La única manera de no ser llevado? Conseguir a algún tonto que sea lo suficientemente idiota para no sospechar e ir. Y ese idiota fui yo, gracias Connor. Jamás olvidaré como mi primer beso fue arruinado por el sentir como un grupo de personas me tomaba a la fuerza y me arrastraba hacia la oscuridad. El mismo bosque en el que décadas después estaría perdido y en el que Alex me pediría matrimonio. Un infierno total.

Bittersweet Love [Galex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora