Capítulo 1 La Llegada

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Tokio, Japón

Empezaba la entrada al atardecer donde el sol tornaba de naranja el cielo antes de esconderse y dar lugar a la noche, en alguna parte de las calles centrales de Tokio, se encontraba un chico, pelinegro, piel bronceada, llevaba puesto unos pantalones sueltos y una polera con gorra que cubría su cabeza y la mitad de su rostro. Caminaba con la cabeza agachada y la mirada clavada en el suelo, sus pasos eran lentos como si los pies le pesaran, la espalda encorvada y las manos en los bolsillos del pantalón, su cuerpo se mesia de un lado a otro mientras caminaba sin ganas.

Las personas pasaban de un lado a otro e incluso chocaban con él, pero ni siquiera se inmutaba. Debido a que se encontraba tan perdido en sus pensamientos, no se percató que una persona venía en su dirección y se encontraba tan distraída como él del camino por delante; ambos chocaron y la fuerza contraria de sus cuerpos los mando directo al suelo.

En la mente del chico sólo podía pensar " ja! Que suerte la mía, esto no puede ponerse peor?", ni le había dolido su caída, ni prestado atención a la otra persona que se encontraba a dos metros de él, en el suelo y con una notable expresión de dolor debido a la raspadura que tenía en la rodilla, se percató de esa persona cuando está empezó a hablar.

_ ahh!!, auch duele_ se quejaba una chica rubia mientras se incorporaba y se sentaba en el suelo observando la parte dañada de su cuerpo.

_ pero que persona más torpe _ fue lo que dijo el pelinegro a manera de burla, se dio cuenta que la chica lo escucho y estaba molesta, pues la vio subir su mirada y dirigirla a él  para observarlo detenidamente, está se encontraba con el ceño fruncido. El pelinegro dejó de mirarla y procedió a   pararse.

_ pero quien te crees?! _ expresó la chica con furia _ tu fuiste el que iba por la calle sin siquiera saber por donde ibas, tu te atravesaste por mi camino _ exclamaba

_ tks que mujer problemática _ expresó el chico sin ánimos empezando a caminar en sentido contrario, sin siquiera voltearse a mirarla o si quiera ayudarla a levantarse.

El pelinegro siguió su camino con la cabeza en las nubes y la mirada en los suelos, además de un camino incierto, estuvo así durante un buen rato, cuando se digno a levantar la mirada se encontró con negocios abiertos, personas caminando por aquí y por allá, carros en la avenida y en general el panorama de una tarde como cualquier otra pero para él no era así, recién se dio cuenta  que estaba en el casi centro de la ciudad muy lejos de su casa, se sorprendió de no haber tenido un accidente por estar tan en su mente, cuando en eso le llegó un recuerdo de hace unos minutos, parece que choco con alguien pero ni siquiera la vio bien, solo sabía que era una chica no? Al parecer.

_ agg en donde tengo la cabeza _ decía sin ánimos, mientras se tallaba el rostro y dirigía su mirada al lado contrario de donde caminaba, ni siquiera se acordaba que lugar se tropezó_ espero este bien, total es una desconocida, seria imposible encontrarme con ella de nuevo y no tengo la cabeza para pensar en ello ahora_ pensaba el chico.

Estaba con el peor humor en ese momento, pues hace un mes se entero que la novia que amo desde la adolescencia le había sido infiel destrozando de esa manera su corazón y todas sus ilusiones con ella.
Todavía se estaba recuperando de ese dolor emocional, así que había veces en la que decaía y estaba deprimido, en esta ocasión era por la culpa de la chica que rompió su corazón, pues tenía que verla justo esta noche en una fiesta de la empresa de los socios de sus padres, tenía la desdicha de que sus padres fueran conocidos y que ella estaría presente, no quería asistir pero su padre le había advertido que está vez no se salvaba de salir en público y que estuviera a tiempo sin retrasos.

Sin más opciones se tomó parte de la tarde para salir a caminar y despejar su mente, pero parece que eso fue una mala idea, ya que lo único que hacía al mirar las calles era recordarla, por ello después de darse cuenta bajó la mirada y empezó a caminar sin rumbo y perdido en sus recuerdos. Eso lo llevó a la situación de hace unos momentos pues choco con una persona y ni siquiera tuvo la delicadeza de fijarse de quien se trataba simplemente siguió su camino como un robot.

No Me Confundas Con Ella ( Shikamaru Y Temari) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora